Review

Bright Eyes - Five Dice, All Threes

Bright Eyes

2024

8.1


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‘Five Dice, All Threes’ es el más reciente trabajo de Bright Eyes, una formación que ha sabido consolidar su lugar como portavoz de la confusión emocional y social que caracteriza gran parte de su obra. En este disco, lanzado tras un periodo de relativo silencio, la banda vuelve con una propuesta densa, tanto lírica como instrumentalmente, que parece diseñada para desorientar y captar la atención a partes iguales. Lejos de ofrecer respuestas, el disco actúa como una reflexión fragmentada sobre temas que van desde la muerte hasta la inteligencia artificial, pasando por referencias a la vida cotidiana y la religión.

Desde sus primeros segundos, ‘Five Dice, All Threes’ establece un tono de incertidumbre. Con una apertura que incluye diálogos sobre un juego de dados, se transmite la sensación de que la vida es un azar impredecible. Esa idea de caos y falta de control persiste a lo largo del álbum, tanto en su estructura lírica como en su composición sonora. Las letras de Conor Oberst, como ya es habitual, son complejas y a menudo se sienten más cercanas a una conversación interna que a una narrativa externa. Canciones como ‘Bells and Whistles’ ejemplifican este estilo, donde Oberst se debate entre observaciones filosóficas y bromas internas, como si el dolor y la ironía fueran dos caras de la misma moneda.

Instrumentalmente, el álbum ofrece una variedad de texturas que enriquecen este viaje emocional. ‘All Threes’ y ‘Tiny Suicides’ destacan por su minimalismo, mientras que la presencia de instrumentos como la guitarra clásica y los sintetizadores proporciona una profundidad contrastante con el lirismo a menudo errático de Oberst. Cat Power, quien colabora en algunas de las pistas, añade una capa etérea con su voz, generando un diálogo vocal que refuerza la naturaleza dual del disco: íntimo y expansivo a la vez. Esta colaboración es especialmente evidente en temas como ‘All Threes’, donde su delicada participación vocal contribuye a crear una atmósfera de nostalgia y vulnerabilidad.

El contraste entre la intensidad lírica y el uso de referencias culturales es evidente a lo largo del álbum. Oberst no teme mezclar lo profundo con lo banal, como lo demuestra en canciones como ‘Real Feel 105°’, donde los versos parecen moverse entre una crítica social y un comentario mundano sobre el clima en Los Ángeles. Esta mezcla de lo trivial con lo existencial es un recurso recurrente que añade una capa de complejidad a la escucha, pues se transita entre la sátira y la reflexión sin solución de continuidad.

A nivel temático, la muerte y la autodestrucción se posicionan como los ejes centrales del álbum. ‘The Time I Have Left’ aborda la mortalidad de manera directa, con una interpretación vocal que alterna entre el desánimo y la aceptación. La repetición de frases como ‘Sha la la la la la’ en este tema contrasta con la gravedad del mensaje, subrayando una resignación casi irónica frente a la inevitabilidad del final. En ‘Hate’, Oberst se enfrenta no solo a su propio desdén por la religión y las figuras públicas, sino también a su descontento personal con su papel como cantante. La frase ‘I hate the protest singer staring at me in the mirror’ encapsula esa lucha interna entre la obligación de decir algo y la frustración con el propio mensaje.

A pesar de los momentos de crudeza emocional, el álbum no cae en la monotonía o el pesimismo constante. Temas como ‘Rainbow Overpass’ rompen con la tensión, aportando energía y dinamismo, mientras que otros, como ‘Spun Out’, experimentan con elementos de hip hop y un uso inesperado de los platos de DJ. Estos giros estilísticos mantienen el interés del oyente y reflejan una búsqueda de nuevas formas de expresión dentro del sonido característico de la banda.

Sin embargo, el carácter lírico a menudo sobrecargado del disco puede resultar abrumador. La cantidad de palabras e imágenes evocadas en cada canción exige una escucha atenta, pero también puede provocar que algunos momentos pasen desapercibidos. Esta sensación se refuerza por el tono a menudo nebuloso de las letras, que en su esfuerzo por evitar el cliché o la simplificación, acaban perdiéndose en metáforas confusas o asociaciones que no siempre llegan a una conclusión clara. Así, el disco parece estar diseñado más para ser descifrado lentamente que para ser disfrutado de inmediato.

El cierre del álbum con ‘Tin Soldier Boy’ subraya el tono melancólico de ‘Five Dice, All Threes’. La trompeta de Nate Walcott acompaña la voz de Oberst mientras repite, una y otra vez, que nuestros días están contados. Esta constante referencia a la fugacidad del tiempo atraviesa gran parte del disco y ofrece un cierre coherente, aunque sombrío, a una obra que parece más interesada en la exploración del vacío que en ofrecer un mensaje redentor.

‘Five Dice, All Threes’ es un álbum que no se preocupa por complacer al oyente, sino que se presenta como un desafío, tanto a nivel emocional como intelectual. Bright Eyes ofrece aquí una colección de canciones que exigen paciencia y una disposición a dejarse llevar por la incertidumbre.

Conclusión

‘Five Dice, All Threes’ de Bright Eyes es un álbum que, entre la confusión y la confesión, navega por temas de pérdida, autodestrucción y crítica social de una forma bastante acertada.

8.1

Álbum

Bright Eyes - Five Dice, All Threes

Artista

Bright Eyes

Año

2024

Discográfica

Dead Oceans

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

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