En la tranquila ciudad de Decatur, Georgia, cinco jóvenes músicos comparten más que una casa antigua con un solo baño. Lunar Vacation, la banda formada por Gep Repasky, Maggie Geeslin, Connor Dowd, Matteo DeLurgio y Ben Wulkan, ha convertido su hogar compartido en un crisol creativo donde las experiencias cotidianas se funden con la música. Este ambiente de convivencia intensa ha sido el telón de fondo para la creación de 'Everything Matters, Everything's Fire', el segundo álbum de larga duración de la banda.

El título del álbum, extraído de la canción 'You Shouldn't Be', funciona como una declaración de principios. Si su debut, 'Inside Every Fig is a Dead Wasp', se inclinaba hacia el indie pop, este nuevo trabajo muestra una evolución hacia territorios más experimentales. Inspirados por la versatilidad de bandas como Yo La Tengo y artistas como Björk, Lunar Vacation ha adoptado una filosofía de apertura creativa donde cada idea tiene el potencial de ser valiosa.

El proceso de grabación, llevado a cabo en Athens, Georgia, bajo la dirección del productor Drew Vandenberg, conocido por su trabajo con artistas como Faye Webster y S.G. Goodman, marcó un punto de inflexión para la banda. Abandonando la pulcritud de su primer álbum, optaron por un enfoque más orgánico, abrazando las imperfecciones y los accidentes felices que surgieron durante las sesiones.

Las letras de 'Everything Matters, Everything's Fire' reflejan un período de turbulencia emocional en la vida de Repasky, que incluyó una hospitalización psiquiátrica. Esta experiencia, presenciada y apoyada por sus compañeros de banda, impregna las canciones de una carga emocional palpable. En 'Sick', Repasky canta: 'The Earth is finally taking back her children / I'm sick again, sick again', evocando una sensación de apocalipsis personal y colectivo.

La evolución sonora de la banda se hace evidente en temas como 'Set the Stage', que parte de una balada melancólica para transformarse en una pared de sonido reminiscente de My Bloody Valentine. 'Fantasy' juega con contrastes, comenzando con un tono confesional para luego explotar en un estribillo psicodélico que recuerda a Portishead.

El álbum no solo explora la oscuridad, sino también momentos de luz y conexión. 'Tom', inicialmente inspirada por un personaje de reality show, se convierte en una oda al anhelo y la posibilidad, culminando en un puente donde Repasky repite 'Let me in, let me in', capturando la vulnerabilidad y el deseo de cercanía.

La producción del álbum refleja la filosofía de 'todo importa, todo es fuego'. Pequeños detalles, como el uso de rototoms, cajas chinas y arpa de boca en 'Sick', añaden capas de complejidad a arreglos aparentemente simples. Esta atención al detalle se extiende a todo el álbum, creando un paisaje sonoro rico y variado.

'Better Luck' ejemplifica la madurez lírica del grupo. Repasky reflexiona sobre el amor perdido y el crecimiento personal: 'Happiness is coming, can't you see? / Happiness is coming, and it's not with me'. Esta canción encapsula la esencia del álbum: la aceptación del cambio y la búsqueda de significado en medio del caos emocional.

'Everything Matters, Everything's Fire' no es solo un álbum sobre crecimiento individual, sino también sobre el crecimiento colectivo de una banda. La decisión de compartir créditos de composición por igual entre todos los miembros refleja una nueva dinámica de confianza y colaboración. Este enfoque colaborativo se traduce en un sonido más cohesivo y arriesgado que en sus trabajos anteriores.

El álbum cierra con 'You Shouldn't Be', que da título al disco. La letra 'Everything matters / Everything's fire / To me' resume la filosofía del álbum: una aceptación de la intensidad de la vida, tanto en sus momentos de dolor como de alegría.

'Everything Matters, Everything's Fire' marca un paso adelante significativo para Lunar Vacation. Al abrazar la imperfección y la vulnerabilidad, han creado un álbum que resuena con la complejidad de la vida adulta temprana. Desde la angustia existencial hasta los momentos de conexión íntima, el álbum captura el espectro completo de emociones que conlleva crecer juntos, tanto como individuos como banda. El resultado es un trabajo que no solo muestra la evolución musical de Lunar Vacation, sino que también ofrece un espejo a las experiencias compartidas de una generación en busca de significado y conexión en un mundo cada vez más caótico.