La trayectoria de Ciara Mary-Alice Thompson, conocida como CMAT, ha ido trazando un camino poco habitual dentro de la música popular reciente. Con apenas tres trabajos ya publicados, la artista dublinesa ha logrado construir un universo reconocible, cimentado en la herencia del country, la sensibilidad pop y un humor que nunca resta fuerza a lo que canta. ‘EURO-COUNTRY’ consolida esa identidad con un enfoque que convierte lo cotidiano en materia de relato colectivo. No se trata solo de un conjunto de canciones, sino de un retrato de cómo el presente y el pasado reciente de Irlanda marcan la escritura de la autora.
La apertura del álbum resulta reveladora. 'Billy Byrne from Ballybrack, the Leader of the Pigeon Convoy' funciona como una obertura insólita, donde una voz en irlandés y un colchón sonoro casi etéreo sirven de puente hacia un terreno que bascula entre la sátira y la memoria. Ese punto de partida conecta con la pieza central del disco, 'EURO-COUNTRY', donde CMAT canta: “I was 12 when the da’s started killing themselves all around me”. La frase devuelve al oyente al colapso financiero de 2008 y a la forma en que aquel episodio marcó a una generación entera. Alrededor de esa confesión se construye un paisaje en el que la artista mezcla referencias culturales y la sensación de vivir en un país atrapado entre la emigración y el desencanto.
La importancia de Irlanda atraviesa muchas de las composiciones, aunque el disco no se limita a un tono político. 'Ready' aborda la exigencia de perfeccionarse constantemente, en un juego de espejos entre lo que se espera socialmente y lo que cada persona desea para sí misma. 'Coronation St.' se centra en esa espera eterna de una vida que parece no arrancar, transmitiendo la imagen de una juventud atrapada en la inercia. Ambas canciones presentan una escritura directa, con frases que parecen extraídas de conversaciones ordinarias y que, sin embargo, cargan de sentido cada verso.
La artista intercala momentos de sátira con otros más sombríos. 'The Jamie Oliver Petrol Station' es un ejemplo de cómo CMAT convierte una fijación aparentemente absurda en reflexión sobre la rabia, el tiempo perdido y la forma en que canalizamos frustraciones en figuras públicas. Con versos como “That man should not have his face on posters”, la cantante despliega un monólogo en el que el humor se cruza con la autocrítica. Muy distinta es 'Lord, Let That Tesla Crash', que surge de la pérdida de un amigo cercano. La línea “I don’t miss you like I should / But I’d kill myself to find out if you think this song is good” encarna ese modo tan particular de combinar el duelo con la ironía, sin suavizar el impacto de lo que se cuenta.
En cuanto a sonoridad, ‘EURO-COUNTRY’ amplía el terreno ya transitado en sus discos previos. La presencia del fiddle en 'When a Good Man Cries' acerca el tema a la tradición country más reconocible, mientras que 'Tree Six Foive' propone un ritmo más cercano al folk-rock, impulsado por guitarras que acentúan la tensión de la letra. En 'Janis Joplining', la artista se adentra en una especie de blues desbordado donde se pregunta por la escritura y el papel de la mujer creadora, construyendo un final de álbum en el que lo confesional alcanza un tono casi teatral.
El contraste entre melodías luminosas y letras cargadas de desengaño es una constante. 'Take A Sexy Picture Of Me' se compone como un himno aparentemente festivo, pero bajo esa superficie se encuentra la crítica a la presión estética y al escrutinio que las redes sociales ejercen sobre las mujeres. La frase “Make me look 16 / Or like ten, or like five / Or like two, like a baby” refleja la absurdidad de unos estándares que infantilizan y despersonalizan. De forma semejante, 'Running/Planning' utiliza un estribillo pegadizo para tratar la idea de cómo las expectativas sentimentales condicionan la vida de tantas mujeres jóvenes.
El disco combina estas líneas temáticas con una atención constante a los detalles. Referencias a la televisión, a figuras mediáticas o a productos de consumo aparecen en varias canciones, convirtiéndose en parte de un imaginario que mezcla lo banal y lo trascendente. Ese recurso no funciona como simple guiño, sino que aporta un realismo particular: la vida actual está hecha de esas imágenes que se cruzan con las vivencias más íntimas.
‘EURO-COUNTRY’ presenta a CMAT como narradora de un tiempo y un lugar, pero también como alguien capaz de trasladar sus obsesiones personales a un lenguaje que conecta de inmediato. El disco se sostiene en esa combinación de sátira, confesión y memoria, reforzada por una producción que alterna entre lo crudo y lo expansivo. Lo que surge es un retrato de una Irlanda contemporánea y, al mismo tiempo, de una mujer que canta sus miedos y su sentido del humor sin rebajar ninguno de los dos.
Conclusión
Con ‘EURO-COUNTRY’, CMAT aborda la presión estética, el peso del duelo y la precariedad de una generación. Sus letras capturan escenas de carretera, recuerdos adolescentes y discursos interiores que se balancean entre la sátira y la confesión más amarga.

