'Tras un tranquilo periodo de tres años y medio lejos de los focos, Ariana Grande regresa con su esperado séptimo disco de estudio Eternal Sunshine. La superestrella del pop apenas ha tenido actividad discográfica desde Positions en 2020, exceptuando algunas colaboraciones puntuales. Sin embargo, estos años de relativo silencio han servido a la artista para replantearse su vida personal y artística.

A sus 30 años, Grande ha madurado tanto a nivel personal como musical. Eternal Sunshine es el álbum más sincero y autobiográfico de su carrera hasta la fecha. Un espejo honesto que refleja las luces y sombras de la cantante en estos últimos años. Un periodo convulso marcado por su divorcio de Dalton Gomez en 2023 y el inicio de una nueva relación con su co-protagonista en Wicked, Ethan Slater.

El disco arranca con 'Intro (End of the World)', donde Grande se cuestiona abiertamente "¿Cómo puedo saber si estoy en la relación correcta?". Una pregunta existencial que actúa como hilo conductor de las 13 canciones. A partir de ahí, la artista desgrana sus emociones a flor de piel: desde el adiós de 'Bye' a las dudas de 'Don't Wanna Break Up Again', pasando por el desengaño de la potencial canción del verano 'The Boy Is Mine'.

Lejos de mostrar una postura victimista, Grande juega con los distintos roles que se le han adjudicado. "Interpretaré el papel que necesites que haga, y lo haré bien", canta desafiante en 'True Story'. La artista no rehúye confrontar los rumores y exposiciones públicas en torno a su vida amorosa.

En lo musical, потенциальная supone la confirmación del extraordinario talento vocal de Grande. Consciente de su virtuosismo, la cantante apuesta por un registro más íntimo y contenido, sin la necesidad de lucirse con sus icónicos rasgueos. Una decisión acertada que permite que las canciones respiren mejor y que la voz se funda de forma más orgánica con las atmósferas aportadas por sus productores suecos Max Martin e Ilya.

El resultado es un cosmos pop-r&b de brillantes ambientes nocturnos, como los hábiles destellos de r&b de 'The Boy Is Mine" o la pulsión electrónica de 'We Can't Be Friends'. Cocinas de vaporosas melodías donde Grande se mueve como pez en el agua, ya sea en el spoken word hipnótico de 'Saturn Returns' o en el napolitano 'Imperfect For You'.

No obstante, el disco no renuncia a los grandes y efervescentes hooks que han caracterizado su carrera previa. Tanto "Supernatural" como la inicial "Yes, And?" están llamadas a convertirse en nuevos clásicos de la artista, suculentos bocados de espumoso pop digno de una gran diva como ella.

En definitiva, con 'Eternal Sunshine' Ariana Grande ha logrado su obra más redonda, coherente y personal hasta la fecha. Un fascinante caleidoscopio emocional de luces y sombras cantado con una honestidad estremecedora. Un viaje íntimo a través del desengaño, la tristeza, la rabia, la culpa y la esperanza que acompaña a la aceptación de las relaciones rotas.

Más que un disco de ruptura al uso, 'Eternal Sunshine' es un relato iniciático sobre las distintas fases de madurez que experimenta una mujer al cumplir los 30. Como su propio título indica, es la fulgurante luz de un amanecer eterno tras una larga noche oscura. El despertar de una nueva Ariana que, renovada y fortalecida, está más que preparada para afrontar el resto de su vida. Un renacer del que, afortunadamente, todos somos testigos.