El álbum ‘All Born Screaming’ de St. Vincent aparece en un momento de transición, tanto en lo personal como en lo social. El caos pandémico, los cambios en las relaciones humanas y la sensación de que el mundo lucha por encontrar un nuevo equilibrio, son algunos de los hilos que atraviesan este disco. La propuesta es clara desde el inicio: lo que antes podía ocultarse bajo una capa de artificio y extravagancia ha quedado al descubierto, y Annie Clark –el verdadero nombre de la artista detrás del seudónimo St. Vincent– decide despojarse de máscaras para enfrentarse a una realidad cruda, brutal y, a la vez, profundamente humana.
En ‘All Born Screaming’, Clark evita los artificios sonoros de sus trabajos anteriores y nos presenta una propuesta más directa y oscura. Aunque el álbum explora terrenos líricos y musicales ya visitados en discos anteriores, su enfoque aquí es más visceral y cargado de una tensión palpable. La producción, enteramente a su cargo, revela un deseo de controlar cada detalle del sonido, en busca de expresar la complejidad emocional que permea cada canción.
El tema de apertura, ‘Hell Is Near’, establece desde el principio un tono sombrío y amenazante, con una mezcla de guitarras distorsionadas y sintetizadores que evocan un paisaje sonoro apocalíptico. La letra, ‘begin again’, marca el pulso del álbum: un constante intento de renacimiento en medio de un escenario de destrucción. Le sigue ‘Reckless’, una pieza que pasa de una melancolía contenida a una explosión de rabia, con Clark cantando sobre el duelo y la pérdida de manera casi dolorosa. La combinación de los dos primeros temas sitúa al oyente en un viaje hacia lo desconocido, un recorrido que explora el colapso y la reconstrucción.
El ritmo cambia con ‘Broken Man’, donde la crudeza industrial se mezcla con una atmósfera seductora, marcada por las percusiones de Dave Grohl. Es un tema que oscila entre la vulnerabilidad y la agresión, mostrando el lado más provocativo de la artista. El contraste entre la dureza de la música y la complejidad de los sentimientos expresados en la letra es una de las claves de este álbum. St. Vincent juega con las expectativas del oyente, ofreciendo una narrativa que nunca permanece estática, sino que se reinventa en cada giro.
Uno de los puntos culminantes del disco es ‘Violent Times’, una canción que evoca la desesperación y la belleza de los amores que se desmoronan en tiempos de caos. La estructura de la canción parece inspirada en las bandas sonoras de películas de espionaje, con un enfoque que recuerda a los temas de James Bond, pero con un giro oscuro y moderno. Aquí, la producción vuelve a destacar, con capas de sintetizadores y cuerdas que crean una atmósfera tensa y envolvente.
La segunda mitad del disco profundiza en la vulnerabilidad de Clark, particularmente en ‘The Power's Out’, una especie de lamento distópico que evoca imágenes de suicidios en estaciones de metro y una sociedad que se desintegra. La canción se siente como un grito de auxilio en un mundo que parece haberse olvidado de la empatía y la humanidad. St. Vincent pinta una imagen desoladora de una civilización en decadencia, pero lo hace con una belleza inquietante, lo que refuerza el poder emocional de la música.
En ‘Sweetest Fruit’, Clark rinde homenaje a la productora SOPHIE, cuya muerte trágica parece resonar profundamente en la artista. El tema plantea una reflexión sobre el riesgo y la recompensa de la vida, encapsulada en la frase ‘the sweetest fruit is on the limb’, sugiriendo que lo valioso siempre está fuera de nuestro alcance, pero que el acto de intentarlo es lo que da sentido a la existencia.
El álbum cierra con el tema que da título al disco, ‘All Born Screaming’. Aquí, St. Vincent se sumerge en una mezcla de sintetizadores y guitarras que se desarrollan lentamente, creando una atmósfera casi cinematográfica. El tema resuena como una declaración de principios, un recordatorio de que la vida comienza con un grito de desesperación, pero que ese grito también es el primer signo de vida. La canción concluye de manera épica, con un clímax que se desvanece para dejar al oyente reflexionando sobre el viaje emocional que ha recorrido.
A nivel temático, ‘All Born Screaming’ se presenta como una meditación sobre el duelo, el renacimiento y el dolor de existir en un mundo que parece estar al borde del colapso. Sin embargo, en lugar de ofrecer soluciones o respuestas fáciles, el álbum se contenta con explorar estas emociones sin resolverlas. Es en esta falta de resolución donde reside su poder, ya que cada canción parece enfrentarse a una parte distinta del caos emocional sin intentar imponer una visión definitiva.
‘All Born Screaming’ es un álbum que se define por su densidad emocional y su exploración de los rincones más oscuros de la experiencia humana. St. Vincent ha logrado capturar la sensación de incertidumbre y desesperación que caracteriza estos tiempos, sin perder de vista la posibilidad de redención y transformación. Este disco no solo es un testimonio del talento de Annie Clark como compositora y productora, sino también de su capacidad para articular el caos con una precisión devastadora.
Os recordamos que St. Vincent estará presentando este disco la próxima semana en nuestro país, en una gira imperdible.
Conclusión
En ‘All Born Screaming’, St. Vincent despliega una narrativa sonora cruda y devastadora, despojándose de artificios y enfrentándose al caos emocional con una precisión quirúrgica y una producción meticulosamente controlada.

