Biznaga nos invitan a una confrontación directa con las realidades más acuciantes de la vida contemporánea en su disco ‘¡Ahora!’. La premisa del álbum es clara desde el primer grito: el presente es todo lo que tenemos, y las estructuras que nos rodean, ya sean laborales, habitacionales o emocionales, están diseñadas para explotar hasta el último resquicio de energía y esperanza. ‘Ocupar el AHORA’, nos recuerdan, es una acción urgente ante el colapso de las promesas sociales que alguna vez parecieron alcanzables.
La crítica social que envuelve ‘¡Ahora!’ no es nueva en el discurso de la banda, pero adquiere aquí una claridad y un enfoque afilado. Desde las primeras notas de ‘El futuro sobre plano’, Biznaga abordan el tema de la vivienda, uno de los grandes pilares del álbum, exponiendo los efectos devastadores de la especulación inmobiliaria y el desarraigo. Las letras nos sitúan en la piel de quienes ven la ciudad convertirse en un lujo inalcanzable, donde cada decisión vital parece depender de los movimientos del mercado inmobiliario.
A lo largo del disco, los temas más comunes de la banda—precariedad laboral y angustia generacional—se entrelazan de forma fluida. Canciones como ‘Espejos de caos’ exploran relaciones personales que, ahogadas por la necesidad económica, se ven forzadas a seguir unidas. La canción se convierte en una crítica al precio de la vivienda que no permite a las parejas separarse, aunque la convivencia sea insostenible, retratando una generación atrapada entre carreras académicas que no conducen a trabajos estables y alquileres que suben sin control.
El grito de insurrección de Biznaga contra la meritocracia vacía resuena con fuerza en ‘La gran renuncia’, donde se critica de manera explícita el desgaste laboral. La cultura del esfuerzo, nos advierten, es solo una fachada que encubre el abuso sistémico, algo que se acentúa en la imagen de quienes, tras largas jornadas, terminan con ‘arcadas’. Aquí, el sonido de las guitarras acompaña perfectamente a la desolación que transmiten las letras.
Sin embargo, el disco no se limita a las tinieblas del desencanto. Canciones como ‘El entusiasmo’ ofrecen una alternativa: el optimismo como forma de resistencia. El entusiasmo no es ingenuidad, sino una forma consciente de enfrentarse al presente, de encontrar en la solidaridad y la amistad una vía para no sucumbir. En este tema, la banda nos pide ‘salir a fuera y hacer que suceda’, un llamado directo a la acción, a no esperar a que las circunstancias cambien por sí solas.
Otro aspecto central de ‘¡Ahora!’ es la medicalización de la angustia social, presente en canciones como ‘Lorazepam y plataformas’ y ‘Benzodiazepinas’. El consumo masivo de ansiolíticos se expone como un síntoma de una sociedad que no ofrece más alivio que el farmacológico, convirtiendo la alienación en una enfermedad tratada con pastillas. Los miembros de Biznaga retratan con dureza esta realidad, criticando cómo la industria farmacéutica responde a las crisis emocionales de toda una generación, atiborrándola de sedantes que anestesian en lugar de solucionar los problemas subyacentes.
En términos instrumentales, el disco se mantiene fiel a su sonido punk con tintes melódicos, pero añade matices pop y un uso más refinado de la estructura de las canciones. Las guitarras eléctricas suenan firmes, mientras que algunos momentos más suaves, como en ‘Espejos de caos’, introducen dinámicas distintas sin perder la rabia característica del grupo. La música de Biznaga es siempre directa, sin artificios ni metáforas complejas, lo que resalta aún más el mensaje de cada letra.
‘¡Ahora!’ no solo es un reflejo de las condiciones sociales actuales, sino una llamada urgente a la resistencia activa. Biznaga nos recuerdan que, ante la apatía generalizada, solo queda gritar con todas nuestras fuerzas y actuar sin demora. El presente es el campo de batalla, y no queda espacio para la resignación. Si la precariedad, la explotación y el desarraigo son las constantes de nuestra época, Biznaga ofrecen una respuesta clara: rebelarse, aunque el sistema nos lo ponga cada vez más difícil.
‘¡Ahora!’ es un disco que combina la energía imparable del punk con un mensaje social necesario para estos tiempos. Biznaga, con su capacidad única para encapsular el malestar colectivo, consigue que cada canción sea un golpe a la indiferencia. Lejos de caer en la desesperanza, nos animan a mirar al futuro con la rabia justa para no rendirnos.
Conclusión
Biznaga plasman en ‘¡Ahora!’ una crítica feroz a la precariedad laboral, la crisis de vivienda y la medicalización de la angustia social, utilizando el punk como una herramienta de resistencia colectiva.

