Deep Purple, la veterana banda británica de hard rock, lanza su vigésimo tercer álbum de estudio titulado '=1'. Esta nueva entrega llega después de su disco de versiones 'Turning to Crime' de 2021, marcando el debut discográfico del guitarrista Simon McBride, quien reemplazó a Steve Morse en 2022.

El álbum presenta 13 temas que intentan equilibrar el sonido clásico de la banda con algunos elementos más contemporáneos. Sin embargo, este esfuerzo por mantenerse relevantes resulta en una colección de canciones que carecen de la chispa y la innovación que caracterizaron los mejores trabajos de Deep Purple.

La apertura del disco con 'Show Me' establece el tono para lo que sigue: riffs pesados y predecibles, acompañados por los característicos teclados de Don Airey. Aunque técnicamente competente, la canción no logra capturar la magia de los clásicos de la banda.

A lo largo del álbum, se hace evidente que Ian Gillan, a sus 78 años, ya no posee el rango vocal que lo hizo famoso. Su voz, aunque reconocible, suena desgastada y limitada en canciones como 'Portable Door' y 'Sharp Shooter'. Este cambio en su capacidad vocal afecta negativamente la dinámica general de las composiciones.

Simon McBride, por su parte, realiza un esfuerzo valiente por llenar el vacío dejado por Steve Morse. Sus solos en temas como 'A Bit On The Side' y 'I'll Catch You' demuestran habilidad técnica, pero carecen de la personalidad distintiva que Morse o Ritchie Blackmore aportaban a la banda.

El bajo de Roger Glover y la batería de Ian Paice mantienen su solidez característica, proporcionando una base rítmica confiable. Sin embargo, esta consistencia no es suficiente para elevar el material por encima de lo ordinario.

'Old Fangled Thing' y 'Lazy Sod' son intentos de capturar la energía del rock de los 70, pero terminan sonando como imitaciones poco inspiradas de la época dorada de la banda. El productor Bob Ezrin, conocido por su trabajo con Alice Cooper, no logra aportar la frescura necesaria para revitalizar el sonido de Deep Purple.

Líricamente, el álbum oscila entre temas trillados y observaciones poco profundas sobre la vida moderna. 'Pictures Of You' critica superficialmente la cultura de las redes sociales, mientras que 'No Money To Burn' aborda preocupaciones financieras de una manera que resulta poco convincente viniendo de músicos establecidos.

La balada 'If I Were You' intenta mostrar un lado más sensible de la banda, pero cae en clichés líricos y una instrumentación previsible. 'I'm Saying Nothin'' y 'Now You're Talkin'' son ejercicios de rock genérico que no aportan nada nuevo al catálogo de Deep Purple.

El álbum cierra con 'Bleeding Obvious', la pista más larga del disco, que parece querer emular el estilo progresivo de sus primeros trabajos. Sin embargo, la canción se extiende innecesariamente sin lograr un clímax satisfactorio.

'=1' revela a una banda que lucha por mantener su relevancia en el panorama musical actual. A pesar de sus intentos por sonar contemporáneos, el resultado es un disco que no logra capturar la esencia de lo que hizo grande a Deep Purple en el pasado, ni ofrece una visión fresca para el futuro.

La producción del álbum, aunque profesional, carece de la calidez y la dinámica que caracterizaron los mejores trabajos de la banda. El sonido general es limpio pero estéril, perdiendo la crudeza y la energía que definieron el hard rock de los 70.

Es evidente que Deep Purple intenta adaptarse a los tiempos modernos, como se puede apreciar en temas como 'Portable Door' o 'Pictures Of You'. Sin embargo, estos esfuerzos resultan forzados y poco naturales, dejando la impresión de una banda que no se siente cómoda en el contexto musical actual.

La inclusión de McBride podría haber sido una oportunidad para renovar el sonido de la banda, pero en lugar de eso, parece que se le ha pedido que se adapte a un molde preestablecido, limitando su potencial creativo.

En resumen, '=1' es un álbum que no logra cumplir con las expectativas generadas por el legado de Deep Purple. Aunque puede satisfacer a los fans más acérrimos de la banda, difícilmente atraerá a nuevos oyentes o reavivará el interés en su música.

El disco muestra a una banda que parece haber agotado sus ideas innovadoras, recurriendo a fórmulas probadas pero gastadas. La falta de riesgos creativos y la ausencia de canciones verdaderamente memorables hacen que '=1' sea, en el mejor de los casos, un lanzamiento prescindible en la extensa discografía de Deep Purple.

A pesar de sus defectos, el álbum sirve como testimonio de la longevidad de la banda y su persistencia en un panorama musical en constante cambio. Sin embargo, también plantea preguntas sobre cuándo es el momento adecuado para que una banda legendaria se retire con dignidad, en lugar de continuar produciendo material que no está a la altura de su mejor trabajo.