Imagina que coges el Pinkerton de Weezer y lo reproduces al mismo tiempo que un disco de Guided By Voices. Promete, ¿no? Pues Tony Molina, músico californiano más conocido por su proyecto Ovens, hace realidad este sueño erótico-musical de cualquier amante del rock alternativo americano. Eso sí, su estilo es muy peculiar y puede chocar: de las 12 canciones de Dissed and Dismissed (2013, Slumberland Records), solo una supera el minuto y medio. Así que pongámoslo de otra forma: coge el Pinkerton y páralo al final de cada primer estribillo.
El álbum es pornografía pura para todo el que haya crecido con Dinosaur Jr, Sebadoh y demás rock de finales de los 80 y principios de los 90. Sin contar los números acústicos, todas las canciones abren con un par de segundos de feedback de su guitarra. Hasta puedes ir mencionando las influencias tema a tema: ‘Change My Ways’ parece robada de las sesiones de You’re Living All Over Me y ‘Tear Me Down’ es descendiente directa de ‘Across The Sea’, de la que se apropia de parte de la melodía. Y cuando crees que las canciones están empezando, se acaban. Pero tampoco es que escuchar Dissed and Dismissed sea como reproducir las previews de 30 segundos de un recopilatorio de indie rock; lo fascinante del ¿disco? es que es mucho más compacto y completo de lo que se podría imaginar de una colección de canciones de un minuto.
Y tiene su humor, claro. De un tema de 25 segundos que se llama ‘Sick Ass Riff’ solo se podría esperar una exhibición guitarrera, pero Molina decide hacerse el gracioso y meter un interludio de guitarra acústica. Tampoco será el único episodio acústico del disco, ya que incluye una versión de otro grupo acostumbrado a canciones cortas y concisas: Guided By Voices, de los que Tony recupera ‘Wandering Boy Poet’. Tampoco va a haber que tomarse todo en serio.
Molina no solo bebe de las mejores fuentes, también las mezcla con auténtico descaro. Si alguna vez os habíais preguntado cómo sería una colaboración entre Teenage Fanclub y Dinosaur Jr, tenéis la respuesta en ‘Don’t Come Back’, dividida prácticamente en dos mitades. Dissed and Dismissed es nostalgia, canciones pop que abarcan un par de décadas del rock alternativo y una producción deliberadamente pobre –se hace difícil pensar que el disco tardó en producirse más de los once minutos que dura—. Suena a casette de demos grabado en el garaje de tus padres, que es como se hacen los mejores discos.
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