James Vincent McMorrow regresa con un segundo trabajo muy ambicioso cargado de nuevos elementos e influencias. Su debut allá por 2010 nos descubrió que no era un cantautor folk como el resto. Su falsete característico que nos trae a la mente en todo momento a Justin Vernon unido a su capacidad para crear paisajes evocadores a través de sus temas nos hicieron ver que su propuesta era más que interesante. Pasaron dos años para que lo pudiésemos disfrutar en directo por estos lugares, concretamente en el Día de la Música de 2012. Se presentó él solo, con guitarra y teclado, desvistiendo sus canciones por completo y emocionando al personal.
Pasada una larga temporada, volvemos a tener noticias de él gracias a la publicación de Post Tropical, un trabajo muy cambiante y de gran variedad de sonidos. De aquel chico que basaba gran parte de su propuesta en su timbre de voz queda poco. Ahora las canciones han adquirido una dimensión menor sin perder la virtud vocal que caracteriza a su autor.
Con un primer tema desconcertante como ‘Cavalier’ se inicia el trabajo. Ligeros toques de electrónica oscura que nos recuerdan a James Blake. Este inicio es una buena muestra de todo lo cambiante que va a ser el disco. Como muestra, en el segundo corte ‘The Lakes’, recurre a unas percusiones cristalinas y un ambiente mucho más cálido. Esto sí que se asemeja mucho más al título del trabajo. Basándose siempre en las composiciones minimalistas, James Vincent nos demuestra que la incursión de nuevos elementos no siempre está asociada a canciones más grandilocuentes.
Adentrándonos de lleno en el trabajo, observamos que esa estela de ritmos pregrabados va a estar presente. Este es el caso de la bonita ‘Red Dust’, donde todo el apartado electrónico se diluye en unos delicados teclados. Avanzando en el trabajo nos encontramos nuevos ecos de Bon Iver. Este es el caso de ‘Gold’, un tema brillante a todos los niveles. Por primera vez la instrumentación roba protagonismo al apartado vocal. Sin embargo en ‘All Points’, regresamos de nuevo a las canciones de elementos reducidos donde encontramos a una James Vicent McMorrow mucho más natural.
Pasando el ecuador del trabajo nos encontramos temas más que convincentes como ‘Look Out’, donde se pone de manifiesto el gran talento del irlandés para combinar diferentes tiempos en las canciones. La estela folk marcada en su primer trabajo cada vez va quedando más y más lejos. Este hecho se acentúa si escuchamos temas como la homónima ‘Post Tropical’. Un tema de corte épico en el que los vientos tienen un gran protagonismo y James Vicent McMorrow muestra todo el sentimiento posible que puede poner en una canción.
El final del álbum se acerca con nuevos giros de guion e instrumentación abundante. Así se presenta ‘Glacier’, donde surgen unos coros que de nuevo nos posicionan frente a Justin Vernon. El disco se cierra con ‘Outside Digging’, un tema que quizás flaquea un poco por no ajustarse filmente a ningún patrón visto anteriormente en el trabajo.
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