La compositora y violista danesa Astrid Sonne ha dado un giro radical en su tercer disco Great Doubt, alejándose de la música instrumental de sus anteriores trabajos para adentrarse en el territorio del pop canción. A pesar de este cambio, Sonne mantiene su esencia experimental, creando atmósferas oníricas con una producción vanguardista que combina elementos del pop de cámara, el trip-hop, el ambient y el minimalismo.

Lo primero que llama la atención es la voz susurrante de Sonne, dotada de una intimidad que hipnotiza desde las primeras notas. En canciones como 'Do You Wanna', expone sus inseguridades existenciales con una impactante vulnerabilidad: "Do you wanna have a baby? I really don’t know.” Esta incertidumbre vital late en todo el disco, con letras que reflejan dudas e introspecciones.

Musicalmente, Great Doubt está repleto de contrastes y texturas sorprendentes. Destaca el uso de cajas de ritmo desafinadas y sintetizadores disonantes, pero también hay espacio para elementos acústicos como violines, flauta y piano. Esta amalgama genera una tensión muy seductora, a medio camino entre lo orgánico y lo artificial.

Los arreglos vocales e instrumentales son íntimos pero rebosantes de detalles. En 'Give My All', los ecos vocales de Sonne se entremezclan con cuerdas orquestales creando un ambiente onírico, mientras los platillos de la batería perfilan el ritmo pausado. Esta contención expresiva alcanza su cénit en 'Almost', solo voz y viola, una elegía intimista que transmite una emoción desbordante a través de su sobriedad.

El elemento experimental cobra más fuerza en las piezas instrumentales, como el inquietante 'Boost', una especie de tech ambient con graves cavernosos y flauta. O la etérea 'Staying Here', comparable a escuchar múltiples vientos sintetizados dentro de una catedral gótica virtual. Aunque breves, estas piezas actúan como paletas refrescantes entre las composiciones vocales.

Great Doubt es un disco conceptual y cohesionado, con transiciones naturales entre los diferentes estados de ánimo y propuestas sonoras. Resulta muy gratificante apreciar cómo incluso sus momentos más accesibles, como el dub hipnótico de 'Say You Love Me', rezuman una rara personalidad, muy alejada del típico pop introspectivo.

Astrid Sonne ha conseguido lo impensable: crear un disco cautivador de canción de autor sin caer en fórmulas previsibles. Great Doubt destila una inquietud existencial única, articulada mediante unas composiciones de una belleza turbia absolutamente original. Un trabajo valiente y apasionante que catapulta a su autora al estrellato underground.