Cine y series

Decorado

Alberto Vázquez

2025



Por -

El mundo que muestra ‘Decorado’ parece suspendido en una atmósfera espesa, como si la rutina hubiera petrificado los días y cada gesto cotidiano se repitiese con una cadencia ensayada. Alberto Vázquez encierra su relato en un espacio sin certezas, donde el color actúa como lenguaje moral y las formas dulces esconden una tensión constante. La dirección mantiene un pulso firme, sin dramatismos ni excesos, y su mirada sobre el artificio de la existencia se despliega con la serenidad de quien ha observado durante demasiado tiempo un escenario sin telón. Vázquez elige a unos animales parlantes para traducir la ansiedad moderna y convertir la fábula en un espejo cargado de ironía. Desde el primer plano, el relato de Arnold, un ratón fatigado por su vida doméstica y su trabajo, se sitúa en el borde del delirio y la lucidez, entre una realidad maquillada y una sospecha que se expande como un eco.

La estructura de ‘Decorado’ sigue el compás del desconcierto, donde las certezas se transforman en escenografía y la ciudad entera parece un teatro dirigido por una fuerza anónima. Arnold siente que cada palabra, cada gesto, cada mirada, forman parte de un libreto ajeno. Su matrimonio con María se erosiona con una naturalidad tan fría que la ternura se confunde con la costumbre. Los amigos de Arnold actúan con un entusiasmo rígido, empleados de una empresa llamada ALMA que fabrica todo lo que les rodea, desde los muebles hasta las emociones. La megacorporación funciona como una metáfora del control absoluto, una representación del capitalismo llevado al extremo de lo invisible. La vida del protagonista se reduce a una secuencia mecánica, en la que la sospecha de falsedad adquiere un carácter político. Vázquez presenta la alienación como un mecanismo de producción que transforma las relaciones en transacciones y la tristeza en mercancía.

La trama se adentra con delicadeza en el colapso psicológico de Arnold, cuya percepción del entorno se fragmenta en escenas breves, construidas con ritmo irregular. La sospecha de que todo forma parte de un engaño deviene en una alegoría del control social. A medida que el protagonista se convence de que cada palabra que escucha fue escrita por alguien más, su voz se convierte en un acto de resistencia. El guion, elaborado junto a Francesc Xavier Manuel, evita el sentimentalismo y mantiene la tensión entre la ironía y el vacío. Cada conversación parece cargada de una cordialidad envenenada, una educación que oculta la vigilancia. La película disecciona la obediencia con un tono sereno, sin necesidad de dramatizar el sufrimiento, y expone el modo en que la estabilidad se transforma en jaula. La violencia del sistema aparece como paisaje, sin necesidad de golpes visibles, y esa discreción narrativa convierte al film en un tratado sobre el agotamiento contemporáneo.

Los personajes funcionan como piezas de un engranaje moral. María, artista frustrada que intenta mantener la ilusión de un futuro posible, representa la parte del individuo que busca sentido en el caos. Su fragilidad revela la dificultad de sostener un deseo cuando la creatividad se confunde con el rendimiento. El Pato Roni, actor descompuesto que interpreta papeles para sobrevivir, encarna la figura del artista explotado, condenado a repetir su personaje hasta el agotamiento. En torno a ellos se despliega un mundo animalizado, donde la fábula adquiere matices filosóficos. El bosque, con su vegetación saturada y su atmósfera turbia, opera como contrapunto del artificio urbano, una metáfora del deseo de libertad que se degrada en cada intento de huida. Vázquez coloca a sus criaturas en el centro de una sociedad diseñada para que nadie recuerde su propio origen, y convierte la inocencia en un residuo de otro tiempo.

El apartado visual articula un discurso paralelo al relato. La paleta cromática se reduce a combinaciones de tonos ácidos y sombríos que dialogan con el estado emocional de los personajes. Los verdes apagados y los magentas vibrantes delimitan los espacios del deseo y del desengaño. Cada plano parece calculado para expresar una incomodidad persistente. José Luis Ágreda, responsable de la dirección artística, construye un universo pictórico donde el trazo tiene textura y la luz se comporta como una forma de control. La animación, dirigida por Pamela Poltronieri, mantiene un equilibrio entre rigidez y fluidez, de modo que cada movimiento resulta ligeramente forzado, como si la propia animación se negara a simular vida. En esa tensión se esconde la fuerza del film: un artificio que se sabe falso, pero insiste en mostrarse como real. El resultado es una estética que combina el lirismo con la incomodidad, una fábula que se observa a sí misma.

En el discurso social, ‘Decorado’ retrata una civilización sometida al espectáculo. La megacorporación ALMA, omnipresente y silenciosa, no necesita castigar ni censurar, le basta con producir apariencias. Su poder reside en fabricar deseos, moldear las emociones y crear un lenguaje común basado en la complacencia. El capitalismo digital aparece transformado en un dios invisible que regula la conducta y define lo aceptable. Arnold y sus compañeros viven atrapados en la normalidad, convencidos de que la rutina garantiza la seguridad. El film desmonta esa lógica, mostrando cómo la estabilidad se convierte en un mecanismo de sumisión. La política se infiltra en la textura del relato sin discursos explícitos: el control se traduce en diseño, el miedo en color, la obediencia en ritmo. Cada secuencia revela cómo la felicidad impuesta se construye a través de la repetición. Vázquez plantea así una crítica al simulacro que atraviesa lo cotidiano, donde la identidad se confunde con el rol social asignado.

La dirección de Vázquez se caracteriza por un rigor meticuloso. Evita la estridencia y opta por un tempo contenido, casi hipnótico. Las composiciones simétricas y el uso calculado del silencio otorgan al relato una cualidad ritual. Cada transición entre escenas reproduce la sensación de circularidad, como si los personajes giraran dentro de una esfera sin salida. El montaje refuerza esa idea de bucle, alternando escenas de aparente calma con irrupciones de absurdo que rompen la coherencia interna. Esa alternancia genera una inquietud constante, donde lo familiar se percibe extraño. En esa deriva se advierte una herencia de cineastas como Jan Švankmajer o Roy Andersson, capaces de explorar el absurdo desde lo cotidiano. La música de Joseba Beristain acompaña con acordes que parecen proceder de un mundo subterráneo, reforzando la sensación de encierro emocional que domina la película.

La evolución de Arnold marca el pulso del film. Al principio se mueve con torpeza, aceptando las reglas del entorno. Poco a poco, su mirada se enturbia y su cuerpo se vuelve rígido, como si comprendiera que la libertad no depende de escapar, sino de reconocer la farsa. Su relación con María atraviesa un proceso de desgaste donde la sinceridad se convierte en un acto político. Vázquez utiliza el amor como último refugio posible frente a la maquinaria del control. La amistad y el afecto, representados en pequeños gestos de ternura entre seres rotos, surgen como espacios de resistencia. La película encuentra en ellos su respiración. Esa apuesta por los vínculos reales contrasta con la frialdad de las estructuras corporativas, y define una ética que se impone sin discursos grandilocuentes.

‘Decorado’ se despliega como una reflexión sobre la vigilancia, la identidad y el deseo de escapar de un sistema que fabrica felicidad de consumo. La animación, lejos de dulcificar el relato, amplifica la violencia del artificio. Cada línea dibujada recuerda que la realidad también puede ser un producto. En ese juego de espejos, Vázquez construye una obra serena y cruel, donde la belleza convive con la descomposición. El relato concluye sin redención visible, solo con la intuición de que la libertad quizá consista en reconocer la trampa y seguir respirando dentro de ella. Esa aceptación convierte al protagonista en un símbolo de resistencia silenciosa, una figura que continúa caminando aunque todo alrededor se derrumbe.

MindiesCine

Buscando acercarte todo lo que ocurre en las salas de cine y el panorama televisivo.