Cine y series

Rez Ball

Sydney Freeland

2024



Por -

Sydney Freeland nos ofrece con ‘Rez Ball’ una mirada a un microcosmos social encapsulado en una cancha de baloncesto. A primera vista, podría parecer una narrativa convencional de superación y deporte, pero en su núcleo subyace algo más profundo: un retrato de la comunidad navajo que lucha no solo contra sus rivales en la cancha, sino también contra el peso de las circunstancias que marcan su vida cotidiana. La película no es un relato de éxito fácil, sino una exploración del dolor, la identidad y el papel que el deporte puede tener en la cohesión de una comunidad que a menudo parece olvidada por el resto del mundo.

‘Rez Ball’ nos sitúa en Chuska, Nuevo México, donde el baloncesto no es solo un pasatiempo, sino un símbolo de esperanza en medio de un entorno marcado por la pobreza, el alcoholismo y la desesperanza. La narrativa sigue a Jimmy Holiday, un joven jugador de baloncesto que asume el liderazgo de su equipo tras la pérdida de su mejor amigo, Nataanii, quien se quita la vida. Este evento trágico, lejos de ser solo un punto de inflexión para el equipo, ilumina una realidad sombría que afecta a las comunidades indígenas: las altas tasas de suicidio juvenil. Freeland no explora esta cuestión de manera superficial, sino que la teje en la trama de manera orgánica, mostrando el impacto en cada personaje.

El arco del protagonista, Jimmy, es clave para comprender la esencia de la película. Este joven, interpretado con carisma por Kauchani Bratt, tiene que lidiar con su propio duelo mientras trata de mantener unido a un equipo que parece desmoronarse tanto en el juego como en sus vidas personales. El viaje de Jimmy es tanto físico como emocional. A través de su transformación de un jugador egoísta a un líder de equipo, Freeland sugiere la importancia de la unidad y la conexión con las raíces culturales. El uso del idioma navajo en los partidos, por ejemplo, simboliza la búsqueda de identidad en un mundo que parece empeñado en ignorar su existencia.

La entrenadora Heather Hobbs, interpretada por Jessica Matten, también desempeña un papel fundamental en la dinámica del equipo. Su personaje no es solo una guía deportiva, sino una figura que refleja las tensiones internas entre el éxito profesional y el apego a su comunidad. Heather regresa a la reserva tras una carrera en la WNBA y enfrenta sus propios desafíos personales, desde una relación fallida hasta las barreras que encuentra en su deseo de avanzar en su carrera como entrenadora universitaria. Su presencia en la vida de los jugadores aporta una perspectiva más amplia sobre los conflictos que enfrentan las mujeres indígenas al intentar equilibrar sus aspiraciones personales con el deber hacia su cultura y su gente.

Uno de los logros de la película es su capacidad para capturar la intersección entre lo personal y lo colectivo. Las tensiones familiares, especialmente entre Jimmy y su madre Gloria, interpretada por Julia Jones, son otro elemento clave que impulsa la historia. Gloria es una exjugadora de baloncesto cuya vida ha sido marcada por el fracaso y el alcoholismo, proyectando sus frustraciones en su hijo. La complejidad de su relación es palpable: mientras Jimmy busca liberarse de las sombras del pasado de su madre, Gloria lucha por encontrar redención a través del éxito de su hijo. Es un tira y afloja emocional que pone de relieve las cargas intergeneracionales y la dificultad de romper con ciclos de desesperanza.

A pesar de su enfoque en el baloncesto, ‘Rez Ball’ es más un estudio de personajes que una típica película deportiva. Los partidos están bien coreografiados y filmados, con una energía que resalta tanto la habilidad atlética como la tensión psicológica del equipo. Sin embargo, Freeland nunca permite que el deporte eclipse los problemas más profundos que enfrentan sus protagonistas. Los momentos de victoria en la cancha son agridulces, enmarcados siempre por el peso de las pérdidas y las luchas que enfrentan fuera de ella. Incluso cuando el equipo comienza a ganar, se siente una carga persistente, una conciencia de que la verdadera batalla está en el ámbito personal, no en el marcador.

Otro aspecto notable es la inclusión de elementos culturales navajos a lo largo de la película. Desde las ceremonias de sanación hasta el uso del idioma en las estrategias de juego, estos detalles enriquecen la narrativa, proporcionando una sensación de autenticidad que rara vez se ve en producciones de Hollywood centradas en comunidades indígenas. Freeland no presenta estos aspectos como meros adornos exóticos, sino como partes integrales de la vida diaria de los personajes, lo que añade profundidad al retrato que hace de la comunidad navajo.

Si bien la película tiene sus momentos de previsibilidad, especialmente en lo que respecta a la fórmula del “equipo desvalido que triunfa contra todo pronóstico”, lo que distingue a ‘Rez Ball’ es su corazón. A través de las relaciones y las dificultades de los personajes, Freeland logra que la audiencia se conecte emocionalmente con el destino del equipo. Los jugadores no son solo nombres en una pizarra; son jóvenes que enfrentan obstáculos reales, que lidian con el dolor, la pérdida y la presión de ser los salvadores de una comunidad. Es esta conexión humana lo que eleva la película más allá de los clichés deportivos.

‘Rez Ball’ es una película que utiliza el baloncesto como vehículo para contar una historia más amplia sobre la resistencia, la identidad y la comunidad. Sydney Freeland logra equilibrar el drama personal con el desarrollo cultural, creando una obra que no solo entretiene, sino que invita a la reflexión sobre las realidades a menudo ignoradas de la vida en las reservas indígenas. Lejos de caer en sentimentalismos fáciles, la película es un retrato honesto de las luchas y triunfos de una comunidad que encuentra en el deporte un espacio para su voz.

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