La nueva serie alemana 'Maleantes', creada por Benjamin Hessler, se estrena en Netflix en abril de 2024 y promete ser una producción gris y sin concesiones dentro del género del crimen y el thriller. La trama sigue a Charly, un experto en abrir cajas fuertes que ha dejado atrás su pasado criminal, pero que se ve forzado a volver a esa vida cuando su oscuro historial lo alcanza. Junto a él, otro personaje clave es Joseph, un conductor vienés que se ve envuelto en el robo de una valiosa moneda. Ambos deberán huir a través de Alemania, Austria y Francia para escapar de los peligrosos clanes que los persiguen.
La serie, compuesta por ocho episodios de entre 40 minutos y una hora de duración, presenta una trama de gran complejidad que involucra a diversas organizaciones criminales de Europa central y meridional. Desde el violento clan Al-Walid de Berlín, pasando por la mafia marsellesa y la familia Bachofner de Viena, 'Maleantes' retrata un intrincado entramado de intereses encontrados y traiciones que pone a prueba la supervivencia de sus protagonistas.
Uno de los mayores aciertos de la serie es su elenco coral, conformado por actores como Frederick Lau, Christoph Krutzler, Kida Khodr Ramadan y Svenja Jung, quienes logran transmitir de manera convincente la desesperación y el conflicto interno de sus personajes. El director Marvin Kren, quien también funge como showrunner, ha sabido sacar el máximo provecho de este conjunto de intérpretes, logrando escenas de gran intensidad dramática.
Sin embargo, la complejidad de la trama y la abundancia de subtramas terminan por ser la principal debilidad de 'Maleantes'. Si bien en un inicio el relato mantiene un ritmo frenético y una clara dirección, a medida que avanza la serie este se vuelve cada vez más enmarañado, con idas y venidas que parecen responder más a la necesidad de generar giros inesperados que a una progresión lógica de la historia. Esto, sumado a la decisión de incluir demasiados personajes, termina por restarle coherencia al conjunto y generando momentos de confusión para el espectador.
Otro aspecto controversial de la serie es su estilo visual, que oscila entre momentos de gran pulcritud y secuencias caóticas que parecen priorizar el impacto por sobre la claridad narrativa. Las escenas de acción, si bien bien coreografiadas, a menudo se vuelven tan vertiginosas que dificultan seguir con precisión el devenir de los acontecimientos. Asimismo, el uso recurrente de efectos de cámara y montaje estridentes, si bien aportan energía a la propuesta, pueden llegar a resultar agobiantes para el espectador.
No obstante, hay que destacar el cuidado puesto en la recreación de los diferentes escenarios urbanos que sirven de telón de fondo a la trama. Berlín, Viena y Marsella cobran vida a través de una fotografía que resalta tanto sus bellezas arquitectónicas como sus rincones más sombríos, aportando una dimensión verosímil al mundo criminal retratado.
En definitiva, 'Maleantes' se presenta como una serie ambiciosa que intenta abarcar demasiado, cayendo en ocasiones en una complejidad innecesaria que termina por minar la solidez de su planteamiento inicial. Si bien cuenta con momentos de gran intensidad y algunos personajes memorables, su tendencia a la sobreactuación y a los giros inesperados puede llegar a resultar agotadora para el espectador. Una propuesta irregular, pero que logra mantener el interés gracias a su ritmo vertiginoso y a la calidad de sus principales intérpretes.

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