'Las Jaurías', el primer largometraje del director marroquí Kamal Lazraq, nos sumerge en los bajos fondos de Casablanca a través de una intensa odisea nocturna. La película sigue a Hassan y su hijo Issam, interpretados por actores no profesionales, mientras se ven envueltos en una espiral de acontecimientos desafortunados tras aceptar un trabajo aparentemente sencillo que sale terriblemente mal.

El filme se desarrolla en el transcurso de 24 horas, comenzando con una brutal pelea de perros que establece el tono crudo y violento que permeará toda la narrativa. Hassan e Issam, apremiados por la necesidad económica, aceptan secuestrar a un hombre por encargo de un mafioso local. Sin embargo, la situación se complica cuando la víctima muere accidentalmente, obligando al dúo padre-hijo a embarcarse en una frenética carrera contrarreloj para deshacerse del cadáver.

Lazraq, graduado de la prestigiosa escuela de cine francesa La Fémis, demuestra un dominio impresionante de la tensión y el ritmo narrativo para ser su ópera prima. La cámara sigue de cerca a los protagonistas en su desesperada búsqueda de una solución, creando una atmósfera claustrofóbica y angustiante que mantiene al espectador en vilo. El director logra transmitir eficazmente la sensación de urgencia y peligro constante que experimentan los personajes.

La fotografía de Amine Berrada juega un papel fundamental en la construcción del ambiente opresivo y sórdido de la película. El uso de la iluminación natural y artificial crea un juego de luces y sombras que realza la tensión dramática y contribuye a sumergir al espectador en los rincones más oscuros de Casablanca. Los espacios marginales y desolados por los que deambulan Hassan e Issam se convierten en personajes por derecho propio, reflejando la desesperación y el desamparo de sus habitantes.

El guion de Lazraq explora temas universales como la lucha por la supervivencia, los lazos familiares y los dilemas morales, pero lo hace desde una perspectiva específicamente marroquí. La película ofrece una mirada descarnada a la realidad social y económica de los estratos más bajos de la sociedad casablanquesa, donde la línea entre la legalidad y el crimen se desdibuja ante la necesidad imperiosa de subsistir.

La relación entre Hassan e Issam se encuentra en el corazón de la narrativa. A medida que padre e hijo se enfrentan a situaciones cada vez más peligrosas y moralmente ambiguas, sus lazos se ponen a prueba y se revelan las complejidades de su dinámica familiar. El contraste entre la impulsividad y desesperación de Hassan y la pragmática determinación de Issam genera una tensión constante que impulsa la trama hacia adelante.

Uno de los aspectos más interesantes de 'Las Jaurías' es su exploración de la dualidad entre la ética religiosa y la realidad brutal de la vida en los márgenes. Hassan, a pesar de estar involucrado en actividades delictivas, insiste en realizar los rituales islámicos de lavado y envoltorio del cadáver antes de deshacerse de él. Esta yuxtaposición entre la espiritualidad y la criminalidad añade una capa de complejidad a los personajes y plantea preguntas sobre la naturaleza de la moralidad en circunstancias extremas.

El uso de actores no profesionales aporta un nivel adicional de autenticidad a la película. Abdellatif Masstouri y Ayoub Elaid, en los papeles de Hassan e Issam respectivamente, ofrecen interpretaciones crudas y viscerales que contribuyen a la sensación de realismo que impregna todo el filme. Sus rostros curtidos y expresiones naturales transmiten de manera convincente la desesperación y el miedo de sus personajes.

La estructura narrativa de 'Las Jaurías' se asemeja a la de un thriller clásico, pero Lazraq subvierte las expectativas del género al infundir la historia con elementos de comedia negra y drama social. La película oscila entre momentos de tensión extrema y situaciones absurdas que rozan lo tragicómico, creando un tono único que mantiene al espectador en un estado de inquietud constante.

El ritmo de la película es implacable, con cada nuevo obstáculo que enfrentan Hassan e Issam elevando las apuestas y complicando aún más su ya precaria situación. Sin embargo, hay momentos en los que la narrativa parece estancarse, especialmente hacia el final del segundo acto, donde la repetición de situaciones similares puede resultar algo tediosa.

La banda sonora, compuesta por Pauline Rambeau de Baralon, complementa eficazmente la atmósfera tensa y opresiva del filme. Los sonidos ambientales de la ciudad se mezclan con la música para crear un paisaje sonoro inquietante que realza la sensación de peligro inminente.

'Las Jaurías' no se limita a ser un simple thriller de género, sino que utiliza su premisa para explorar temas más amplios sobre la sociedad marroquí contemporánea. La película ofrece una crítica mordaz de las desigualdades económicas, la corrupción sistémica y la falta de oportunidades que empujan a personas como Hassan e Issam a situaciones desesperadas.

El tratamiento que hace Lazraq de la violencia merece mención especial. Aunque la película contiene momentos de brutalidad gráfica, estos nunca se sienten gratuitos o sensacionalistas. La violencia se presenta como una consecuencia inevitable de las circunstancias desesperadas en las que se encuentran los personajes, lo que la hace aún más impactante y perturbadora.

El final de la película, sin entrar en detalles específicos, evita resoluciones fáciles o moralejas simplistas. Lazraq opta por un cierre ambiguo que invita a la reflexión y deja al espectador con más preguntas que respuestas sobre el destino de sus protagonistas y las implicaciones más amplias de su historia.

En conclusión, 'Las Jaurías' se presenta como un debut cinematográfico sólido y prometedor de Kamal Lazraq. La película combina elementos de thriller, drama social y comedia negra para ofrecer una mirada cruda y sin concesiones a la realidad de los márgenes de la sociedad marroquí. Aunque no exenta de imperfecciones, especialmente en cuanto al ritmo en algunos tramos, la obra demuestra una visión cinematográfica madura y una capacidad notable para crear tensión y atmósfera.

La autenticidad de sus interpretaciones, la fuerza de su ambientación y la profundidad de sus temas hacen de 'Las Jaurías' una adición valiosa al cine marroquí contemporáneo y una muestra del talento emergente en la región. Lazraq se revela como un director a seguir, capaz de abordar temas complejos y universales a través de una lente culturalmente específica, prometiendo un futuro interesante para el cine norteafricano.