Cine y series

La Última Familia Ninja

Dave Boyle

2024



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En el panorama de las series actuales, plagado de propuestas tan diversas como arriesgadas, Netflix ha sabido encontrar un filón cautivador con su más reciente estreno, La Última Familia Ninja. Esta ambiciosa producción, gestada por el talentoso director Dave Boyle, promete sumergir a los espectadores en un mundo donde la antigua tradición de los shinobi, más conocidos como ninjas, se entremezcla con la vida cotidiana de una familia aparentemente corriente.

A primera vista, la premisa puede parecer un tanto descabellada: un clan de ninjas intenta llevar una vida normal en la Tokio actual, lejos de las sombras y el sigilo que antaño definían su existencia. Sin embargo, es precisamente esta dualidad la que confiere a La Última Familia Ninja un atractivo singular, entretejiendo de forma magistral la acción trepidante propia del género con un profundo drama familiar que explora las complejidades de las relaciones interpersonales.

La serie gira en torno a los Tawara, una familia cuyos miembros descienden directamente del legendario Hattori Hanzo, un nombre que resonará en los oídos de los aficionados al folclore japonés. Antaño, esta estirpe formaba parte de una élite de guerreros shinobi que trabajaban en las sombras para el Buró de Gestión Ninja (BNM), un organismo gubernamental encargado de velar por la seguridad nacional de Japón. No obstante, la tragedia golpeó al clan cuando Gaku, el primogénito, perdió la vida durante una misión hace seis años. Desde entonces, los Tawara han intentado llevar una vida convencional, aunque cada uno de ellos lidia a su manera con las secuelas del fatídico suceso.

En el centro de esta vorágine emocional se encuentra Haru (interpretado de manera sobresaliente por Kento Kaku), el hermano menor de Gaku y principal protagonista de la historia. Atormentado por la culpa y la incertidumbre, Haru se resiste a seguir los pasos de su padre, Soichi (Yosuke Eguchi), quien anhela que su hijo se haga cargo del negocio familiar de sake. En cambio, Haru prefiere dedicarse a trabajos humildes, como reponer las máquinas expendedoras de la ciudad, al tiempo que cultiva una naciente relación con Karen Ito (Riho Yoshioka), una periodista que, sin saberlo, se adentra peligrosamente en el mundo de los shinobi.

Mientras tanto, el resto de la familia tampoco ha logrado adaptarse por completo a la vida cotidiana. La madre, Yoko (Tae Kimura), recurre al hurto menor como válvula de escape para sus habilidades ninja, mientras que la hija adolescente, Nagi (Aju Makita), se ha convertido en una ladrona de arte conocida como la "Ladrona Roba y Devuelve", robando artefactos históricos sólo para devolverlos días después. Incluso la abuela Taki (Nobuko Miyamoto) y el pequeño Riku (Tenta Banka) esconden secretos relacionados con su legado ninja.

Esta intrincada trama familiar se ve sacudida cuando un incidente de envenenamiento masivo apunta a la reaparición de un antiguo enemigo: el clan Fuma, rivales acérrimos de los Tawara en el mundo de los shinobi. Ante esta amenaza, el BNM se ve obligado a recurrir nuevamente a los servicios de la familia, desencadenando una espiral de eventos que pondrá a prueba los lazos que los unen y los obligará a enfrentarse a sus demonios internos.

Lo que sigue es un viaje vertiginoso que combina de manera magistral secuencias de acción impresionantes con momentos de profunda introspección emocional. Las coreografías de lucha, ejecutadas con una destreza impecable, son auténticas obras de arte visuales, capturando la esencia del ninjutsu con una autenticidad pocas veces vista en la pantalla. Cada movimiento, cada golpe y cada destello de la hoja de un shuriken se entretejen con una narrativa cautivadora que explora los dilemas morales, las lealtades divididas y los sacrificios inherentes a la vida de un shinobi.

Es aquí donde el talento del elenco brilla con particular intensidad. Kento Kaku, en el papel protagónico de Haru, cautiva con una actuación cargada de conflicto interno, transmitiendo a la perfección la lucha de un hombre atrapado entre su deber y sus deseos más íntimos. Su química con Riho Yoshioka, quien interpreta a la intrépida periodista Karen, inyecta una dosis de romance a la trama, añadiendo una capa adicional de complejidad a las decisiones que Haru deberá tomar.

No obstante, el verdadero corazón de La Última Familia Ninja reside en el vínculo inquebrantable que une a los Tawara. Yosuke Eguchi y Tae Kimura encarnan de manera magistral a los padres, atrapados entre el deseo de proteger a su familia y la necesidad de honrar su legado ninja. Aju Makita, por su parte, brilla como la rebelde Nagi, cuya aparente despreocupación oculta un profundo anhelo de pertenencia. Y Nobuko Miyamoto, en el papel de la abuela Taki, aporta momentos de humor y sabiduría ancestral que equilibran a la perfección los momentos más tensos de la serie.

Pero La Última Familia Ninja no se contenta con ser simplemente un espectáculo visual y emocional cautivador. Detrás de las máscaras y los kunais, late un corazón filosófico que explora temas profundos como la identidad, la lealtad y el precio de la redención. A medida que la trama avanza, los espectadores se verán inmersos en un laberinto de intrigas y revelaciones que cuestionan los límites de la moral y la justicia, desafiando nuestras nociones preconcebidas sobre el bien y el mal.

En este sentido, la serie no se limita a presentar a los shinobi como héroes infalibles o villanos despiadados. En su lugar, los retrata como seres humanos complejos, atrapados en un mundo de grises donde las decisiones tienen consecuencias profundas y donde la línea que separa la justicia de la venganza se vuelve cada vez más borrosa.

Sin embargo, La Última Familia Ninja no se limita a ser un homenaje al folclore japonés. También aborda temas universales como la familia, la lealtad y la redención, convirtiéndose en un lienzo donde se exploran las complejidades de la condición humana. A través de las vivencias de los Tawara, los espectadores se verán reflejados en las luchas internas, los dilemas morales y los lazos inquebrantables que definen a esta peculiar familia.

La Última Familia Ninja es una serie que trasciende las expectativas convencionales del género de acción. Con una narrativa cautivadora, actuaciones sobresalientes y una dirección visionaria, esta producción de Netflix se consolida como una de las propuestas más emocionantes y originales del panorama actual. Más que una simple serie de ninjas, es un viaje profundo y emocionante que explora los límites de la lealtad, la identidad y la redención, envuelto en un manto de acción trepidante y misterio cautivador.

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