Cine y series

Miércoles - temporada 2

Alfred Gough

2025



Por -

Desde sus primeros compases, la segunda temporada de ‘Miércoles’ dirigida por Alfred Gough sitúa a la protagonista en un territorio más enrarecido y cargado de tensiones internas. La historia ya no se centra en su llegada a la Academia Nevermore, sino en su adaptación a un entorno en el que su figura se ha convertido en el centro de atención. Este cambio de posición narrativa ofrece un terreno fértil para examinar dinámicas de poder, relaciones familiares y un misterio que impregna cada rincón del relato.

Jenna Ortega encarna a una Miércoles que, lejos de sentirse cómoda bajo el escrutinio constante, despliega una resistencia que marca el pulso de toda la temporada. Su relación con Pugsley, ahora presente en Nevermore, introduce un contrapunto entre la dureza calculada de la protagonista y el vínculo fraternal que aflora de manera inesperada. Este elemento permite observar a Miércoles desde ángulos menos previsibles, enriqueciendo su carácter sin atenuar su esencia.

La irrupción de Morticia y Gómez en la vida académica de su hija añade una capa de conflicto que no solo funciona en clave familiar, sino que también revela cómo Nevermore se convierte en un escenario donde cada personaje mide sus fuerzas. Morticia, interpretada por Catherine Zeta-Jones, participa de forma activa en la gestión del colegio, invitando a una confrontación de estilos entre tradición y cambio. Luis Guzmán, como Gómez, aporta una presencia más desenfadada que equilibra los excesos de solemnidad. Esta convivencia entre generaciones incrementa la tensión narrativa y evita cualquier estancamiento.

El nuevo director de Nevermore, interpretado por Steve Buscemi, aporta un aire de incertidumbre. Su estilo de liderazgo transforma el colegio en un terreno donde alianzas y estrategias se suceden con agilidad. En paralelo, la doctora Fairburn, personaje encarnado por Thandiwe Newton y responsable del hospital psiquiátrico Willow Hill, introduce una dimensión externa que amplía el alcance de la historia. Este nuevo espacio no solo sirve de contrapunto físico a Nevermore, sino que actúa como metáfora de las estructuras de control que rodean a los personajes.

La trama avanza sin recurrir a resoluciones inmediatas. En su lugar, construye una red de situaciones que afectan tanto a los protagonistas como a las figuras secundarias. El regreso de Tyler, confinado bajo la supervisión de la doctora Fairburn, aporta un eco de las amenazas de la primera temporada, mientras que la aparición de la abuela Hester, interpretada por Joanna Lumley, refuerza el componente familiar de la narrativa y multiplica los choques entre personalidades.

Gough despliega un lenguaje visual cargado de atmósfera, pero su dirección se apoya sobre todo en el ritmo sostenido de los diálogos. Este recurso otorga a la temporada un tono casi teatral, donde cada palabra tiene un peso específico y los enfrentamientos verbales funcionan como motor dramático. La serie, en esta nueva entrega, avanza con una cadencia meditada que no sacrifica tensión.

La construcción de Nevermore y sus alrededores adquiere una relevancia mayor. Los pasillos del colegio, los bosques cercanos y los pasadizos ocultos sirven como extensiones de los personajes, lugares donde se reflejan sus deseos, temores y ambiciones. La inclusión de Willow Hill, con su arquitectura cerrada y opresiva, refuerza esta sensación de encierro constante que acompaña a Miércoles en cada paso.

En lo temático, la temporada plantea una mirada crítica sobre las estructuras de vigilancia, la presión social y la necesidad de mantener el control dentro de entornos jerárquicos. La serie no se limita a los códigos del género fantástico, sino que inserta estos elementos en situaciones reconocibles. El resultado se traduce en una narración que combina tensión sobrenatural y lectura sociopolítica, lo que le otorga densidad sin convertirla en un ejercicio excesivamente teórico.

Los secundarios adquieren una importancia estratégica. El tío Fétido, interpretado por Fred Armisen, actúa como catalizador cómico dentro de un marco sombrío, mientras que los nuevos personajes, desde alumnos hasta autoridades del colegio, enriquecen el entramado de relaciones. Cada interacción suma capas de conflicto que fortalecen la estructura de la temporada y alimentan el magnetismo de su protagonista.

Resulta especialmente destacable cómo Alfred Gough maneja el crecimiento de Miércoles sin diluir su esencia. El guion sitúa a la protagonista frente a dilemas que obligan a afinar su ingenio y a mantener su carácter imperturbable. El contraste entre la rigidez de Miércoles y las situaciones que amenazan con alterar su aparente seguridad funciona como eje narrativo constante, reforzando la coherencia de su evolución.

La combinación de intriga, sátira y drama familiar se mantiene equilibrada en todo momento. Cada episodio introduce piezas que se conectan con precisión, evitando desvíos innecesarios. La tensión se administra con inteligencia, alternando escenas de enfrentamiento directo con secuencias que amplían el misterio general sin dispersar el interés.

La dirección de Alfred Gough en esta segunda temporada de ‘Miércoles’ consolida la serie como una obra que se apoya en la solidez de su protagonista, la riqueza de su entorno y una galería de personajes que orbitan alrededor de un eje narrativo bien definido. Netflix ofrece con esta entrega una historia que combina atmósfera sombría, diálogos afilados y un retrato familiar cargado de matices. Cada elemento se integra de forma calculada, generando una sensación de cohesión que mantiene el interés hasta el último episodio disponible.

MindiesCine

Buscando acercarte todo lo que ocurre en las salas de cine y el panorama televisivo.