En un mundo donde la constante conexión digital nos permite acceder a la información de cualquier persona con solo unos clics, 'La Isla Perdida' nos transporta a un lugar y un tiempo donde los secretos aún pueden permanecer ocultos. Esta película nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de las apariencias y cómo el pasado, por muy enterrado que esté, siempre encuentra la manera de emerger a la superficie, como las olas que incesantemente golpean las costas de una isla aparentemente idílica.
Fernando Trueba, en su decimonoveno largometraje, nos sumerge en un thriller romántico ambientado en una remota isla griega. La historia se desarrolla en 2001, una elección temporal que, aunque pudiera parecer arbitraria, sirve para situar a los personajes en un limbo tecnológico donde la información no fluye con la facilidad actual, permitiendo que los misterios se cocinen a fuego lento.
La trama sigue a Alex (Aida Folch), una joven española que llega a la isla para trabajar como camarera en el restaurante regentado por Max (Matt Dillon), un enigmático estadounidense. A medida que su relación evoluciona de lo profesional a lo romántico, se van desvelando inquietantes pistas sobre el oscuro pasado de Max.
Trueba estructura la narración en tres actos que coinciden con las estaciones del año: verano, otoño e invierno. Este recurso, que evoca al cine de Éric Rohmer, pretende establecer un paralelismo entre el cambio estacional y la evolución de la relación entre los protagonistas. Sin embargo, esta división explícita, anunciada desde el inicio, resta sutileza a la narración y anticipa en cierta medida el arco dramático.
La fotografía de Sergio Iván Castaño captura magistralmente la luz mediterránea, creando un contraste visual que acompaña el tono cambiante de la historia. Desde la luminosidad veraniega hasta la oscuridad invernal, la paleta cromática evoluciona en sintonía con la trama, contribuyendo a la atmósfera de creciente inquietud.
Matt Dillon ofrece una interpretación contenida como Max, logrando transmitir la complejidad de un hombre atormentado por su pasado sin caer en excesos histriónicos. No obstante, su presencia en pantalla, con ecos de roles anteriores, puede resultar un arma de doble filo, haciendo previsible el desarrollo de su personaje para el espectador avezado.
Aida Folch, por su parte, se enfrenta al reto de dar vida a Alex, un personaje cuya ingenuidad roza por momentos lo inverosímil. La evolución de Alex desde la inocencia inicial hasta la confrontación con la verdad no siempre resulta convincente, dejando entrever ciertas inconsistencias en la construcción del personaje.
El guion, coescrito por Trueba y Rylend Grant, intenta rendir homenaje a los maestros del suspense, en particular a Alfred Hitchcock y Patricia Highsmith. Sin embargo, en su afán por recrear la atmósfera de las obras clásicas del género, cae en ocasiones en clichés que restan originalidad a la propuesta. La trama, aunque mantiene cierto nivel de intriga, se desarrolla de manera previsible, sin ofrecer los giros sorprendentes que cabría esperar de un thriller de estas características.
La película aborda temas como el amor, el arrepentimiento y el perdón, pero lo hace de manera superficial, sin profundizar realmente en las complejidades psicológicas de los personajes. La relación entre Alex y Max, eje central de la historia, carece de la tensión y la química necesarias para sostener el peso dramático que se le pretende dar.
Es notable el esfuerzo por crear una atmósfera de suspense, especialmente en el último tercio de la película, donde la acción se intensifica y el ritmo se acelera. Sin embargo, este cambio de tono llega demasiado tarde para compensar la lentitud de los dos primeros actos, donde la narración se estanca en la recreación de la vida idílica en la isla.
La banda sonora de Zbigniew Preisner contribuye a generar el ambiente de misterio y tensión, aunque por momentos resulta demasiado explicativa, subrayando emociones que deberían transmitirse a través de la actuación y la puesta en escena.
'La Isla Perdida' plantea interrogantes interesantes sobre la posibilidad de escapar del pasado y reinventarse, pero no llega a explorarlos en profundidad. La película se queda en la superficie de estos temas, optando por una resolución que prioriza el suspense sobre la reflexión.
En cuanto a la dirección, Trueba demuestra su oficio en la composición de planos y en la creación de atmósferas, pero su enfoque resulta en ocasiones anticuado, especialmente en la representación de los personajes femeninos, que tienden a ser retratados de manera estereotipada.
El ritmo desigual de la película es quizás su mayor debilidad. El primer acto, excesivamente largo, se recrea en la presentación del entorno y el desarrollo de la relación entre Alex y Max, pero lo hace a costa de la tensión narrativa. Cuando finalmente la trama se acelera en el último tercio, el cambio resulta abrupto y no logra compensar la parsimonia inicial.
En conclusión, 'La Isla Perdida' es un intento de Fernando Trueba por adentrarse en el territorio del thriller romántico que, si bien logra momentos de interés, no consigue destacar en un género tan explotado. La película ofrece una experiencia visual agradable gracias a su cuidada fotografía y su atractiva localización, pero su narrativa previsible y su desarrollo desigual impiden que alcance las alturas a las que aspira.
A pesar de contar con un reparto solvente y una premisa potencialmente intrigante, el filme no logra explotar plenamente sus posibilidades. Queda como un ejercicio de estilo que, aunque competente en su ejecución técnica, no consigue aportar una visión fresca o provocadora al género del suspense romántico.
'La Isla Perdida' puede satisfacer a los seguidores de Trueba y a los amantes del cine de suspense clásico, pero difícilmente dejará una huella duradera en el panorama cinematográfico actual. Es un recordatorio de que, incluso con todos los elementos aparentemente en su lugar, la magia del cine requiere algo más que la suma de sus partes para verdaderamente cautivar y perdurar en la memoria del espectador.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.