En un futuro no tan lejano, la balanza de la justicia podría inclinarse ante el peso de los códigos binarios. 'Justicia Artificial', la nueva propuesta cinematográfica de Simón Casal, nos sumerge en un escenario donde la eficiencia tecnológica amenaza con desplazar el juicio humano en los tribunales españoles.

La película nos sitúa en vísperas de un referéndum que decidirá si implementar un sistema de inteligencia artificial para automatizar y, supuestamente, despolitizar los procesos judiciales. En este contexto, la jueza Carmen Costa, interpretada por Verónica Echegui, se encuentra en el epicentro de un conflicto que trasciende lo meramente legal para adentrarse en cuestiones éticas y filosóficas.

Casal, conocido por su trabajo en documentales como 'O Reino Suevo de Galicia', demuestra su habilidad para trasladar la investigación al terreno de la ficción. Su experiencia previa con el documental 'Justicia Artificial' se refleja en la profundidad con la que aborda las implicaciones de la tecnología en el ámbito judicial.

La narrativa se desenvuelve como un thriller político con tintes de cine negro, aunque a veces el ritmo se resiente por la ambición de explorar múltiples aristas del debate. La trama se bifurca entre la investigación de la muerte de Alicia Kóvack, creadora del sistema de IA en cuestión, y el dilema moral al que se enfrenta la jueza Costa.

Echegui ofrece una interpretación sólida que ancla la película, dotando a su personaje de la complejidad necesaria para transmitir las dudas y conflictos internos que surgen ante la posibilidad de que la justicia sea impartida por algoritmos. Su actuación contrasta con algunas interpretaciones secundarias que no alcanzan el mismo nivel de profundidad, lo que ocasionalmente resta credibilidad a ciertos momentos de la trama.

La dirección de arte y el diseño sonoro merecen un reconocimiento especial. Casal y su equipo han creado una atmósfera que fusiona elementos familiares del presente con toques futuristas sutiles pero efectivos. La fotografía de Diego Cabezas aprovecha los escenarios de A Coruña para construir un telón de fondo que equilibra lo tradicional con lo moderno.

'Justicia Artificial' destaca por su planteamiento de cuestiones éticas relevantes en la era digital. El filme explora la tensión entre la eficiencia prometida por la IA y la importancia de la empatía y el juicio humano en la administración de justicia. Sin embargo, en su afán por mantener una postura neutral, a veces cae en la reiteración de argumentos sin llegar a conclusiones satisfactorias.

La película se beneficia de una secuencia de apertura impactante que establece el tono visual y temático de la obra. El uso de planos cenitales capturados por drones no solo es estéticamente atractivo, sino que también sirve como metáfora de la mirada omnisciente y deshumanizada que podría representar un sistema judicial automatizado.

A pesar de sus aciertos, 'Justicia Artificial' no está exenta de tropiezos. El ritmo decae en su último tercio, cuando la acumulación de debates y situaciones repetitivas comienza a diluir el interés inicial. Además, algunos personajes secundarios caen en estereotipos que contrastan con la complejidad que se busca en el planteamiento general.

El guion, coescrito por Casal y Víctor Sierra, logra tejer una narrativa que va más allá de la simple dicotomía entre tecnología y humanidad. Sin embargo, su intento de abarcar múltiples perspectivas a veces resulta en una falta de profundidad en ciertos aspectos cruciales del debate.

'Justicia Artificial' se presenta como una obra oportuna que invita a la reflexión sobre el papel de la tecnología en uno de los pilares fundamentales de la democracia. Aunque no ofrece respuestas definitivas, su mérito radica en plantear preguntas pertinentes y estimular el debate sobre un futuro que ya está llamando a nuestras puertas.

La película de Casal se suma a una creciente corriente de obras que exploran las implicaciones éticas de la inteligencia artificial en diversos ámbitos de la sociedad. Su enfoque en el sistema judicial ofrece un ángulo fresco y relevante que resonará con el público en un momento en que la IA está en el centro del debate público.

En última instancia, 'Justicia Artificial' es un ejercicio de anticipación que, si bien no alcanza la excelencia en todos sus aspectos, logra su cometido principal: provocar una reflexión necesaria sobre el futuro de la justicia en la era digital. La película nos recuerda que, en la búsqueda de la eficiencia, no debemos perder de vista los valores humanos que fundamentan nuestro sistema judicial.