Cine y series

Juego de espías: La ciudad eterna

Peter Segal

2024



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'Juego de espías: La ciudad eterna' es la secuela de 'Juego de espías', estrenada en 2020. La película, dirigida nuevamente por Peter Segal, retoma la historia cuatro años después de los eventos del primer filme. Dave Bautista regresa como JJ, el agente de la CIA convertido ahora en figura paterna, mientras que Chloe Coleman repite su papel como Sophie, la joven que ha pasado de ser una niña precoz a una adolescente de 14 años.

La trama nos lleva a Roma, donde Sophie y su coro escolar realizan un viaje para cantar en la cumbre del G7. JJ, en un intento por reconectar con su hijastra, se ofrece como acompañante. Sin embargo, lo que debería ser un viaje cultural se convierte rápidamente en una misión de espionaje cuando el hijo del jefe de JJ en la CIA es secuestrado. Este giro argumental fuerza a JJ y Sophie a trabajar juntos, poniendo a prueba su relación y sus habilidades como espías.

El cambio de escenario a la Ciudad Eterna proporciona un telón de fondo visualmente atractivo para la acción. Las persecuciones en coche por las calles de Roma y las escenas en lugares emblemáticos como el Vaticano añaden un toque de glamour internacional a la película. Sin embargo, la utilización de estos escenarios a menudo se queda en lo superficial, sin aprovechar realmente el potencial que ofrece la rica historia y cultura de la ciudad.

Una de las principales diferencias con respecto a la primera entrega es el tono. Mientras que 'Juego de espías' mantenía un equilibrio entre la comedia familiar y la acción ligera, esta secuela adopta un enfoque más oscuro y violento en algunos momentos. Hay escenas de peleas y persecuciones que pueden resultar demasiado intensas para el público más joven, y algunas bromas de contenido sexual que parecen fuera de lugar en una película que en teoría está dirigida a toda la familia.

La dinámica entre JJ y Sophie, que fue el corazón de la primera película, sufre algunos cambios. La adorable niña de nueve años se ha convertido en una adolescente con todas las características típicas: rebeldía, sarcasmo y un constante desafío a la autoridad paterna. Aunque esto refleja de manera realista los cambios que se producen en la adolescencia, a veces hace que Sophie resulte menos simpática como personaje.

Bautista mantiene su carisma como JJ, aunque su personaje parece haber perdido parte de su edge. El ex agente de la CIA ahora se dedica a hornear scones y trata desesperadamente de ser un "padre cool", lo que a veces resulta en situaciones forzadas y poco creíbles. Coleman, por su parte, demuestra su crecimiento como actriz, manejando bien la transición de su personaje a la adolescencia.

El reparto de apoyo incluye a Kristen Schaal, quien regresa como Bobbi, la compañera tecnológica de JJ. Su humor peculiar sigue siendo un punto destacado, aunque algunas de sus bromas rozan lo inapropiado para una película familiar. Ken Jeong también vuelve como el jefe de la CIA, aportando su característico estilo cómico, aunque su papel se siente algo desaprovechado.

Las nuevas incorporaciones al elenco incluyen a Anna Faris como una villana oligarca y Flula Borg como un exsoldado convertido en antagonista. Ambos actores hacen lo que pueden con sus personajes, pero estos no están lo suficientemente desarrollados como para ser memorables.

La película intenta abordar temas como la dinámica familiar en la adolescencia, la confianza y el crecimiento personal, pero estos elementos a menudo se pierden en medio de la acción y las bromas. El guion, coescrito por Segal junto a Jon y Erich Hoeber, parece indeciso sobre si quiere ser una comedia familiar, una película de acción para adolescentes o un thriller de espionaje ligero, resultando en una mezcla que no termina de cuajar.

Las secuencias de acción son competentes, con algunas escenas destacables como una persecución en el Popemóvil. Sin embargo, el uso excesivo de CGI en algunas secuencias (como un enjambre de pájaros asesinos) resta credibilidad y se siente fuera de lugar en una película que pretende ser relativamente realista.

El humor es inconsistente. Mientras que algunas bromas funcionan bien, otras caen en lo predecible o lo vulgar. La película parece luchar por encontrar el equilibrio entre el humor para niños y el humor para adultos, resultando en chistes que o bien son demasiado maduros para los más jóvenes o demasiado infantiles para los adultos.

En cuanto a los aspectos técnicos, la película presenta una cinematografía competente que aprovecha bien los escenarios romanos. La banda sonora, aunque funcional, no destaca particularmente. El ritmo de la película es ágil, pero a veces se siente apresurado, saltando de una escena de acción a otra sin dar tiempo suficiente para el desarrollo de los personajes o la trama.

Un aspecto positivo es cómo la película aborda el crecimiento de Sophie. Aunque a veces su comportamiento puede resultar irritante, refleja de manera realista los desafíos de la adolescencia y cómo esto afecta las relaciones familiares. La evolución de su relación con JJ, aunque no siempre bien manejada, ofrece momentos de genuina emoción.

'Juego de espías: La ciudad eterna' intenta expandir el universo establecido en la primera película, pero en el proceso pierde parte del encanto que hizo que su predecesora fuera un éxito sorpresa. La decisión de adoptar un tono más maduro y aumentar la acción no siempre funciona, y la película a menudo parece insegura de su identidad y su público objetivo.

En conclusión, 'Juego de espías: La ciudad eterna' es una secuela que ofrece momentos de entretenimiento, pero que no logra superar a su predecesora. Los fans de la primera película encontrarán familiar la dinámica entre Bautista y Coleman, pero pueden sentirse desconcertados por los cambios de tono y la intensificación de la acción. Como película de espías para familias, tiene sus momentos, pero la falta de coherencia en el tono y el guion impiden que sea totalmente satisfactoria tanto para niños como para adultos.

La película plantea preguntas interesantes sobre el crecimiento, la confianza y las relaciones familiares en circunstancias extraordinarias, pero no profundiza lo suficiente en estos temas como para que tengan un impacto real. Al final, 'Juego de espías: La ciudad eterna' se queda en un territorio intermedio, ni lo suficientemente madura para ser un thriller de espionaje convincente, ni lo suficientemente ligera para ser una comedia familiar despreocupada.

A pesar de sus defectos, la película ofrece un entretenimiento pasajero, especialmente para aquellos que disfrutaron de la primera entrega y están dispuestos a aceptar los cambios en el tono y la dinámica de los personajes. Sin embargo, es difícil no sentir que había potencial para algo más coherente y satisfactorio. 'Juego de espías: La ciudad eterna' puede servir como una distracción momentánea, pero es poco probable que deje una impresión duradera o genere un gran deseo de más secuelas en esta franquicia.

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