Cine y series

El ministerio de la Guerra Sucia

Guy Ritchie

2024



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'El ministerio de la Guerra Sucia' representa el regreso de Guy Ritchie a un terreno más familiar tras su incursión en el drama bélico con 'The Covenant'. En esta ocasión, el director británico nos presenta una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial que combina acción, humor y espionaje en una mezcla que resulta reconocible para los seguidores de su filmografía.

La película se inspira libremente en hechos reales, basándose en documentos desclasificados del Departamento de Guerra británico que relatan las operaciones de una unidad militar secreta creada por Winston Churchill. Sin embargo, Ritchie y sus coguionistas se toman considerables libertades creativas para transformar este material histórico en un relato de ficción que se ajusta más a los gustos del público actual y al estilo característico del director.

La trama sigue a un grupo de agentes especiales liderados por Gus March-Phillipps, interpretado por Henry Cavill, en una misión encubierta para sabotear los suministros de los submarinos alemanes en el Atlántico Norte. El equipo, compuesto por personajes extravagantes y habilidosos, debe infiltrarse en una isla española frente a la costa de África Occidental para hundir un barco italiano que abastece a la flota submarina nazi.

Ritchie imprime su sello personal al film, dotándolo de un ritmo ágil y un tono irreverente que recuerda a algunas de sus obras anteriores. Sin embargo, la necesidad de mantenerse dentro de ciertos límites históricos parece haber restringido en cierta medida el despliegue habitual de diálogos ingeniosos y situaciones frenéticas que caracterizan sus producciones más celebradas.

El reparto coral funciona como uno de los principales atractivos de la película. Henry Cavill lidera el elenco con carisma, dando vida a un personaje que se presenta como una de las inspiraciones para la creación de James Bond. Alan Ritchson destaca especialmente como Anders Lassen, un soldado danés con una peculiar afición por las armas blancas y los métodos de combate poco ortodoxos. Eiza González aporta el toque de glamour y seducción como una agente encubierta, aunque su trama resulta algo predecible y tópica.

La película alterna entre dos líneas argumentales principales: por un lado, las operaciones del equipo de March-Phillipps, y por otro, las maniobras de los agentes infiltrados en la isla. Esta estructura narrativa, si bien permite mostrar diferentes aspectos de la misión, también diluye en cierta medida la tensión y el ritmo de la historia principal.

Visualmente, 'El ministerio de la Guerra Sucia' ofrece una estética pulcra y estilizada que contrasta con la brutalidad de algunas de sus escenas de acción. Ritchie aprovecha los escenarios naturales de Turquía, donde se rodó la película, para recrear de manera convincente los diversos entornos en los que se desarrolla la trama.

Las secuencias de acción constituyen uno de los puntos fuertes del film. Ritchie despliega su habitual maestría para coreografiar enfrentamientos dinámicos y espectaculares, aunque en ocasiones la violencia gráfica puede resultar excesiva para algunos espectadores. El director no escatima en mostrar la brutalidad de los métodos empleados por los protagonistas, lo que contribuye a subrayar la naturaleza poco convencional de esta unidad militar.

El tono de la película oscila entre el thriller de espionaje y la comedia de acción, sin terminar de decantarse completamente por ninguno de los dos géneros. Esta indefinición puede generar cierta confusión en cuanto a las expectativas del espectador, ya que por momentos parece querer abordar con seriedad los horrores de la guerra, mientras que en otros se inclina hacia un humor más desenfadado y casi paródico.

La banda sonora de Chris Benstead acompaña eficazmente la acción en pantalla, aunque en ocasiones su estilo jazzístico puede resultar anacrónico para el periodo histórico representado. No obstante, contribuye a reforzar el tono desenfadado que Ritchie busca imprimir a la narración.

Una de las principales críticas que se pueden hacer a 'El ministerio de la Guerra Sucia' es su tendencia a simplificar excesivamente el conflicto histórico en el que se enmarca. Los nazis son presentados de manera casi caricaturesca, como villanos unidimensionales que ofrecen poca resistencia a los héroes británicos. Esta aproximación, si bien puede funcionar en el contexto de una película de entretenimiento, resta profundidad y complejidad a la representación del periodo bélico.

Asimismo, el desarrollo de los personajes secundarios es limitado, centrándose principalmente en sus habilidades específicas para la misión más que en ofrecer una caracterización compleja. Esto puede hacer que algunos miembros del equipo resulten prescindibles o intercambiables, desaprovechando el potencial de un reparto tan notable.

La película hace guiños a otras producciones del género bélico y de espionaje, desde 'Inglourious Basterds' hasta las aventuras de James Bond. Sin embargo, no llega a alcanzar la agudeza satírica de la primera ni la sofisticación de las segundas, quedando en una especie de terreno intermedio que puede resultar insatisfactorio para los aficionados más exigentes de ambos géneros.

En cuanto a su fidelidad histórica, 'El ministerio de la Guerra Sucia' toma considerables libertades creativas. Si bien se basa en eventos y personajes reales, la película prioriza el entretenimiento sobre la precisión histórica. Esto puede generar debates entre los espectadores más interesados en los hechos verídicos de la Segunda Guerra Mundial.

En conclusión, 'El ministerio de la Guerra Sucia' se presenta como un entretenimiento bélico que combina acción, humor y espionaje con resultados dispares. Guy Ritchie demuestra su habilidad para crear secuencias de acción dinámicas y mantener un ritmo ágil, pero la película no logra explotar plenamente el potencial de su premisa histórica. El carisma del reparto y el estilo visual característico del director son sus principales bazas, aunque la falta de profundidad en el tratamiento del contexto histórico y en el desarrollo de los personajes puede dejar a algunos espectadores con la sensación de haber visto una oportunidad parcialmente desaprovechada.

La película puede satisfacer a los seguidores del cine de acción y a los fans de Guy Ritchie, pero quizás no logre convencer a quienes busquen una representación más matizada y reflexiva del conflicto bélico. En última instancia, 'El ministerio de la Guerra Sucia' se posiciona como un pasatiempo entretenido que, sin llegar a destacar especialmente, cumple su función como propuesta de acción y aventuras ambientada en la Segunda Guerra Mundial.

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