Cine y series

Devuélveme la vida - Primera Temporada

Mónica Botero

2024



Por -

Como los túneles de hormigas extienden bajo la tierra, entrelazándose con los cimientos de una sociedad, las historias del pasado siguen nutriendo y dando forma a nuestro presente. 'Devuélveme la vida', la nueva propuesta de Caracol Televisión dirigida por Mónica Botero y estrenada recientemente en Netflix, busca excavar en esas raíces para exponer las tensiones sociales, raciales y de clase que aún hoy dividen a muchas sociedades latinoamericanas.

Ambientada entre los años 50 y 70 en los campos algodoneros del Valle del Cauca colombiano, la serie nos sumerge en un mundo de contrastes marcados por la opulencia de las haciendas y la precariedad de los jornaleros. En este escenario, florece el amor prohibido entre Mariana Azcárate, heredera de la hacienda La Victoria, y Joaquín Mosquera, un trabajador afrodescendiente. Su relación desencadena una tormenta de prejuicios y violencia que pone de manifiesto las profundas grietas de una sociedad anclada en valores arcaicos.

La producción destaca por su cuidada ambientación y fotografía, que logran transportar al espectador a la época retratada. Los extensos campos de algodón, las imponentes haciendas y el vestuario meticulosamente seleccionado crean una atmósfera envolvente que sirve de telón de fondo para el drama que se desarrolla. Sin embargo, en ocasiones esta belleza visual contrasta con cierta superficialidad en el tratamiento de los temas más complejos.

El guion, si bien aborda cuestiones relevantes como el racismo, la lucha de clases y los cambios sociales de la época, a menudo cae en lugares comunes del melodrama. Las motivaciones de los personajes, especialmente de los antagonistas, tienden a ser unidimensionales, perdiendo la oportunidad de explorar las complejidades psicológicas que podrían enriquecer la narrativa. El personaje de Alfredo Azcárate, el patriarca opositor a la relación de su hija, se presenta como un villano arquetípico cuyas acciones, aunque reprobables, carecen de la profundidad necesaria para comprender plenamente las raíces de su prejuicio.

Por otro lado, el desarrollo de la relación entre Mariana y Joaquín, interpretados con convicción por María José Camacho y Sergio Herrera respectivamente, logra momentos de genuina emoción. La química entre los actores es palpable y sus interpretaciones consiguen transmitir la intensidad de un amor que desafía las convenciones sociales. No obstante, la trama a menudo recurre a giros melodramáticos que pueden resultar previsibles para el espectador habituado a este tipo de narrativas.

La serie intenta abordar temas complejos como la discriminación racial y la desigualdad social, pero su tratamiento a veces resulta superficial. Si bien se muestran las injusticias y abusos de la época, falta una exploración más profunda de las estructuras sociales y económicas que sustentaban estos sistemas de opresión. La oportunidad de ofrecer una crítica incisiva a estas dinámicas se diluye en favor de la trama romántica y los conflictos interpersonales.

Un aspecto destacable es la representación de Mariana como una mujer adelantada a su tiempo, que cuestiona las normas sociales y lucha por su autonomía. Su evolución a lo largo de la serie refleja los cambios sociales que experimentaron muchas mujeres durante esas décadas. Sin embargo, este potencial feminista se ve a veces socavado por decisiones argumentales que la relegan a un papel más pasivo.

La producción también aborda, aunque de manera tangencial, los cambios políticos y económicos que experimentó Colombia durante ese periodo. Las menciones a conflictos internos y transformaciones en la industria algodonera proporcionan un contexto histórico interesante, pero estas líneas argumentales no se desarrollan con la profundidad que merecerían.

El reparto secundario ofrece interpretaciones sólidas que dan vida a una galería de personajes que representan diferentes estratos y perspectivas de la sociedad colombiana de la época. Destaca especialmente la actuación de Modesto Lacen como Graciliano Mosquera, que aporta matices y dignidad a su personaje, evitando caer en estereotipos.

La dirección de Mónica Botero y Johnny Hendrix Hinestroza logra un ritmo narrativo fluido y una puesta en escena que aprovecha las locaciones naturales para crear un marco visual impactante. Sin embargo, en ocasiones la realización cae en clichés visuales propios del género telenovelesco, lo que puede restar credibilidad a las escenas más dramáticas.

La banda sonora, aunque acorde con la época y el tono de la historia, no logra destacar particularmente ni aportar una identidad musical distintiva a la producción. Se echa en falta un uso más creativo de la música para potenciar la atmósfera emocional de las escenas clave.

'Devuélveme la vida' representa un intento loable de conjugar el entretenimiento con la reflexión social e histórica. Su mayor mérito reside en poner sobre la mesa temas que, aunque ambientados en el pasado, siguen siendo relevantes en la actualidad. La discriminación racial, la desigualdad económica y la lucha por la autonomía personal son cuestiones que continúan resonando en nuestras sociedades.

Sin embargo, la serie no logra profundizar en estos temas con la agudeza que se podría esperar. El peso del formato telenovelesco y la necesidad de mantener el ritmo dramático a menudo socavan las posibilidades de un análisis más incisivo de las estructuras sociales y los conflictos presentados.

En última instancia, 'Devuélveme la vida' se presenta como un producto de entretenimiento que, si bien no alcanza las alturas de una crítica social penetrante, sí logra plantear cuestiones importantes de manera accesible para un público amplio. Su valor reside más en su capacidad para generar conversaciones sobre temas complejos que en ofrecer un análisis profundo de los mismos.

La serie invita a reflexionar sobre cómo las dinámicas del pasado siguen influyendo en nuestro presente, y cómo los prejuicios y las estructuras de poder pueden persistir a lo largo del tiempo. En este sentido, cumple una función importante al recordarnos que las luchas por la igualdad y la justicia social son procesos continuos que requieren un examen constante de nuestras actitudes y sistemas sociales.

En conclusión, 'Devuélveme la vida' es una producción que, a pesar de sus limitaciones, logra capturar un periodo histórico crucial y plantear interrogantes relevantes sobre la sociedad colombiana y, por extensión, latinoamericana. Si bien no alcanza la profundidad que el tema merece, su capacidad para entretener mientras aborda cuestiones complejas la convierte en una propuesta digna de atención para quienes busquen una aproximación accesible a estos temas a través de la ficción televisiva.

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