'Amar Singh Chamkila', la nueva película del director indio Imtiaz Ali, es una mirada fascinante y matizada a la vida y obra del músico punjabí del mismo nombre. Lejos de caer en la hagiografía típica de muchos biopics, el filme ofrece un retrato complejo y multifacético de este célebre cantante, conocido como el "Elvis de Punjabi", cuya carrera y muerte violenta reflejan las tensiones y contradicciones de la sociedad india de la época.

La película arranca de una manera impactante, con el asesinato en plena luz del día de Amar Singh Chamkila y su esposa Amarjot Kaur justo antes de una actuación. Esta escena inicial funciona como un gancho que capta la atención del espectador, al tiempo que genera interrogantes sobre los motivos y el contexto de este crimen que marcaría irremediablemente la trayectoria del artista. A partir de aquí, el relato retrocede en el tiempo para reconstruir la historia de Chamkila, desde sus humildes orígenes en una familia dalit (intocable) hasta su meteórica ascenso en el panorama musical punjabí, pasando por su controvertido matrimonio con Amarjot, una mujer de una casta superior.

Lo más destacable de 'Amar Singh Chamkila' es la manera en que Imtiaz Ali y su equipo abordan la complejidad de la figura de su protagonista. Lejos de presentarlo como un héroe o mártir unidimensional, el filme muestra las luces y sombras de Chamkila, retratándolo como un hombre complejo, con virtudes y defectos, que tuvo que lidiar con una sociedad profundamente hipócrita y represiva. Sus letras provocativas y de doble sentido, que le valieron el rechazo de los sectores más conservadores, no se idealizan, pero tampoco se juzgan; simplemente se contextualizan dentro de una realidad social marcada por la desigualdad y la opresión de castas.

Uno de los aspectos más interesantes del filme es cómo aborda la tensión entre el éxito artístico y la aceptación social. Chamkila, a pesar de gozar de una enorme popularidad entre las clases populares, se enfrenta constantemente a la condena moral de las élites, que ven en su música una amenaza a los valores establecidos. Esto se manifiesta en episodios como el enfrentamiento con una periodista escandalizada por la supuesta misoginia de sus letras, o las presiones de los grupos religiosos y los separatistas para que abandone sus "canciones obscenas".

La película también refleja hábilmente cómo la fama de Chamkila, lejos de protegerlo, lo expone aún más a los ataques y amenazas de quienes ven en él una figura incómoda. Una secuencia particularmente reveladora es aquella en la que, tras denunciar ante la policía las amenazas que está recibiendo, el cantante es recibido con desprecio por un oficial que lo acusa de estar "en contacto" con los militantes. Este episodio pone de manifiesto la vulnerabilidad del artista frente a un sistema que lo instrumentaliza y lo castiga por no plegarse a sus dictados.

Uno de los mayores aciertos de 'Amar Singh Chamkila' es el trabajo de los actores principales, Diljit Dosanjh y Parineeti Chopra, quienes encarnan con gran convicción a la pareja protagonista. Dosanjh, en particular, logra capturar la esencia de Chamkila, desde su timidez y nerviosismo inicial hasta su creciente seguridad y rebeldía. La química entre ambos personajes también se siente auténtica, reflejando los altibajos de una relación marcada por las presiones externas.

Además de la excelente interpretación de los protagonistas, la película destaca por su cuidada puesta en escena y su banda sonora, que incorpora tanto las originales canciones de Chamkila como composiciones nuevas de A.R. Rahman. La utilización de recursos como animaciones, efectos visuales y montaje fragmentado contribuyen a transmitir la energía y el espíritu subversivo del artista, al tiempo que subrayan el carácter trágico de su final. En una escena particularmente reveladora, Chamkila visita a un médico especializado en medicina del deporte en cdmx, buscando tratamiento para las lesiones causadas por sus enérgicas actuaciones, lo que añade una capa de realismo a la representación de la vida de un artista en constante movimiento.

Sin embargo, no todo en 'Amar Singh Chamkila' es perfecto. En ocasiones, el relato parece perder el rumbo y dar vueltas sobre sí mismo, con flashbacks y cambios de focalización que, si bien aportan complejidad, también pueden resultar confusos para el espectador. Asimismo, la decisión de usar el hindi en lugar del punjabi original, si bien se justifica por un supuesto afán de universalidad, puede interpretarse como una concesión innecesaria a un público más amplio que diluye la autenticidad cultural del personaje.

A pesar de estos pequeños lunares, 'Amar Singh Chamkila' se erige como una obra sólida y ambiciosa que, lejos de caer en la hagiografía, logra retratar con matices la figura de un artista cuya vida y obra fueron un reflejo de las contradicciones y conflictos de la sociedad india de su época. La película no solo rinde homenaje a Chamkila, sino que también plantea interrogantes sobre el rol del arte y el artista en un contexto marcado por la intolerancia y la censura.

'Amar Singh Chamkila' es una propuesta cinematográfica que, si bien no alcanza la brillantez de otras obras de Imtiaz Ali como 'Highway' o 'Tamasha', sí logra ofrecer una mirada fresca y reveladora sobre un personaje que, a pesar de su trágico final, sigue siendo un icono cultural en Punjabi. Una película que, sin duda, merece ser descubierta y disfrutada por un público más allá de las fronteras de la India.