La ópera prima del cineasta vasco Víctor Iriarte, Sobre todo de noche, aborda el terrible drama de los bebés robados durante la dictadura franquista en España, un oscuro capítulo que permanece aún rodeado de silencio e impunidad. Sin embargo, lejos de ser una película de denuncia al uso, Iriarte construye una propuesta profundamente original que funde el suspense y el misterio con reflexiones líricas sobre la memoria, la identidad y los lazos familiares.

Rodada entre Madrid, San Sebastián y Portugal, la cinta adopta inicialmente la forma de un thriller en el que Vera (Lola Dueñas), una madre a la que le arrebataron a su bebé recién nacido, emprende la búsqueda obsesiva de su hijo crecido. Pero el relato da un giro cuando Vera descubre que el joven fue adoptado legalmente por Cora (Ana Torrent) años atrás. Así, sin renunciar a su afán de justicia, los personajes se embarcan en un camino de revelaciones, reconciliación y sorpresivas alianzas.

Pese a inspirarse en graves violaciones de derechos humanos, Iriarte evita el maniqueísmo o la condena fácil. Por el contrario, construye personajes de gran complejidad emocional, víctimas y victimarios a la vez, atrapados en los legados del pasado o luchando por forjar nuevas identidades. De ahí emergen reflexiones de calado sobre el dolor, pero también sobre la resiliencia y la capacidad de amar a pesar de todo.

Formalmente, "Sobre todo de noche" bebe del cine negro clásico pero incorpora elementos de road movie, musical e incluso comedia en una fusión ecléctica de géneros que refleja los matices de la trama. La voz en off, la elipsis, las analepsis o la yuxtaposición de texturas visuales son recursos que dotan de dinamismo al relato y lo impregnan de ambigüedad y misterio.

Destacan las magnéticas interpretaciones de Dueñas y Torrent en dos papeles que subvierten los estereotipos maternales al encarnar a mujeres tenaces e inquebrantables pese a sus heridas. Junto a ellas, la banda sonora de sintetizadores lúgubres de la compositora Mursego genera la inquietante atmósfera propia del cine de intriga.

En definitiva, Sobre todo de noche es una mirada valiente y poética sobre el pasado reciente de España. Una película que interpela, emociona y maravilla por igual. Y que confirma el talento de Iriarte como cineasta singular y arriesgado, capaz de abordar asuntos espinosos sin perder frescura ni luminosidad en el empeño.