Fallen Leaves es la nueva película del aclamado director finlandés Aki Kaurismäki, quien vuelve al ruedo después de varios años sin filmar. Se trata de una conmovedora y minimalista historia de amor entre dos personajes solitarios que viven al margen de la sociedad en la Helsinki actual.

La trama gira en torno a Ansa y Holappa, dos personas sencillas que trabajan en empleos precarios y luchan por salir adelante en un entorno urbano inhóspito y deprimente. Ansa es una cajera de supermercado que es despedida injustamente por dar comida caducada a un indigente hambriento. Holappa es un obrero de la construcción con serios problemas de alcoholismo, que va saltando de un trabajo a otro sin conseguir estabilidad.

El azar hace que sus caminos se crucen una noche en un oscuro bar de karaoke frecuentado por gente trabajadora. Aunque al principio no se atreven a hablarse, finalmente surge una conexión especial entre ellos y tienen una primera e inolvidable cita para ir al cine. La química es evidente desde el primer momento, pero una serie de casualidades desafortunadas, como un número de teléfono perdido, hacen que se distancien temporalmente.

Kaurismäki retrata la capital finlandesa de forma cruda y poco idealizada, alejándose de postal turística y adentrándose en las zonas más anodinas y grises. Captura el día a día de la gente común que sobrevive como puede en un entorno hostil. Abundan la melancolía, la soledad y la desesperanza. Pero el director introduce sutiles pinceladas de humor absurdo en las interacciones cotidianas de los personajes.

Las magníficas interpretaciones de los actores Alma Pöysti y Jussi Vatanen son sobrias y minimalistas, transmitiendo con pocas palabras ese estilo inimitable finlandés tan característico del cine de Kaurismäki. Sus miradas lo dicen todo.

A pesar de las dificultades económicas, burocráticas y existenciales que enfrentan, Ansa y Holappa están decididos a conectar y se apoyan mutuamente para salir de la rutina alienante y deprimente de sus vidas. La película muestra que incluso en los ambientes menos propicios, puede surgir la ilusión de cambiar el destino cuando dos personas se encuentran y se aferran a esa posibilidad.

Hay una búsqueda de la belleza en medio de tanta desolación. Kaurismäki rinde homenaje al cine clásico con referencias visuales a un estilo fílmico del pasado. La fotografía en blanco y negro con toques de color, la narrativa elíptica y minimalista y la banda sonora con piezas melancólicas refuerzan el tono poético de esta sutil historia de amor y supervivencia.

Fallen Leaves es una película entrañable que demuestra que Kaurismäki sigue siendo un maestro capaz de cautivar al público sin efectismos, solo apoyándose en miradas, silencios y pequeños instantes. Su madura visión artística está más viva que nunca en este relato sencillo pero profundo sobre la capacidad del afecto sincero para transformar nuestras vidas. Una joya que los amantes del buen cine no deberían dejar pasar.

'Fallen Leaves' ha sido proyectada en la más reciente edición de Rizoma Festival.