La nueva película de la directora catalana Elena Martín Gimeno, 'Creatura', supone una profunda inmersión en la complejidad del deseo sexual femenino y su desarrollo a lo largo de la vida. La cinta se centra en Mila, una mujer de unos 30 años que se muda con su pareja Marcel a la casa de veraneo de su infancia. Allí comienzan a surgir problemas en la relación, ya que Mila siente que Marcel no puede satisfacer sus necesidades sexuales. Esto desata en ella una urticaria nerviosa que la lleva a bucear en su pasado para intentar comprender el origen de sus bloqueos actuales.
La película está estructurada en capítulos que intercalan el presente de Mila con flashbacks a su adolescencia y niñez. Vemos a una Mila de 15 años explorando por primera vez su sexualidad, presionada por estereotipos de género que celebran la promiscuidad masculina pero recriminan cualquier atisbo de deseo femenino. Una escena clave muestra a la joven iniciándose en los chats eróticos, donde el deseo de la protagonista choca con la mirada reprobatoria de los hombres.
Más adelante, el relato retrocede a los 5 años de Mila, cuando comienza a sentir una fuerte atracción física hacia su padre. Le pide que le acaricie las nalgas para dormir, en un intento inocente por calmar sus primeros impulsos sexuales. Sin embargo, el padre reacciona con rechazo y enfado, generando en la pequeña Mila esa misma urticaria que la aqueja en la edad adulta.
A través de estos flashbacks, la directora traza un retrato profundo y sensible de cómo la represión del deseo femenino en ciertos entornos familiares y sociales puede provocar frustraciones e inhibiciones que perduran en la vida adulta. Lejos de culpabilizar a ningún personaje, la película busca comprender las raíces de un problema que atañe a muchas mujeres.
En su doble rol como directora y actriz protagonista, Elena Martín Gimeno construye una narración valiente que no elude momentos de fuerte intimidad, tanto física como emocional. Sin recurrir a falsos sensacionalismos, la cinta captura instantes de la excitación femenina de un modo crudo pero poético. La puesta en escena alterna pasajes oníricos y evocadores con escenas de una cotidianidad cautivadora.
'Creatura' conecta así con el espectador no solo desde la empatía, sino también desde una estética elegante donde la belleza de los cuerpos interactúa con la turbulencia de las emociones. Una banda sonora etérea y envolvente realza el tono introspectivo de la narración. Aunque en ocasiones recurra a cierta simbología, el guion logra un equilibrio entre la concreción narrativa y el misterio inherente al deseo.
En definitiva, Elena Martín Gimeno firma con 'Creatura' un relato valiente y sincero sobre la sexualidad, que trasciende etiquetas de género para adentrarse en territorios íntimos y universales. Una exploración fascinante de cómo la represión puede anidar en nuestra piel y nuestra mente, y un alegato poético sobre la necesidad de aceptar nuestro derecho al placer.
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