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Okay Kaya: una artista que canta sobre la vida tal y como la sentimos



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¿Qué pasaría si la música fuera el refugio que encuentras cuando todo lo demás parece colapsar? Para Okay Kaya, quién estará de gira próximamente en nuestro país, ese lugar existe, y lo ha construido con letras afiladas, llenas de humor y vulnerabilidad, en canciones que te hacen sentir como si estuvieras en la mente de alguien justo antes de quedarse dormido, cuando las ideas flotan libres, pero también pesadas. ¿Alguna vez has escuchado una canción sobre una infección vaginal que, de alguna manera, te hace reflexionar sobre la naturaleza de la existencia? Bueno, con Okay Kaya, ese tipo de sorpresas no son la excepción, sino más bien la norma.

La música de Kaya Wilkins, el verdadero nombre detrás del enigmático alias, es un reflejo de su manera de moverse por el mundo: con pasos tranquilos pero firmes, enfrentándose a los temas más oscuros de la vida con una sonrisa torcida y un guiño sutil. Su sonido es como si alguien hubiera capturado el silencio de una habitación vacía y lo hubiera puesto en bucle, añadiendo sintetizadores y guitarras suaves. Pero no te equivoques, no es música para pasar desapercibida. A lo largo de su carrera, ha logrado lo que muchos artistas solo sueñan: contar historias que resuenan en lo más profundo, sin dejar de ser extrañamente accesibles.

El despegue con 'Both'

Kaya se lanzó al mundo de la música en 2018 con ‘Both’, un álbum que no parece un debut al uso. Desde el principio, sus letras fueron descaradamente honestas y a veces incómodas. ¿Cómo podría no serlo cuando una de las canciones más destacadas, ‘Dance Like U’, habla de enamorarse con una ligereza que casi asusta? Es como si Kaya siempre hubiera tenido claro que en la vida, el amor no es solo de color rosa; a veces es gris, y otras veces ni siquiera tiene forma definida. Con este álbum, Kaya demostró que no le teme a los temas difíciles, ni a las estructuras poco convencionales. Su música es tanto una invitación a sentir como a pensar, y ese equilibrio la hizo destacar desde el principio.

Humor, pánico y un poco de Netflix

El segundo álbum de Kaya, ‘Watch This Liquid Pour Itself’ (2020), dio un paso más allá en su exploración artística. Aquí, la artista no solo hablaba de sus experiencias personales, sino que empezó a jugar con una especie de alter ego que le permitió observar sus emociones desde un ángulo diferente. ¿A quién más se le ocurre mezclar una confesión sobre ataques de pánico con un comentario sobre Netflix en la misma canción? Esa mezcla de lo trivial con lo profundo es lo que hace su música tan impredecible y adictiva.

Hay algo crudo y a la vez humorístico en su enfoque, como si nos dejara espiar dentro de su mente mientras encuentra la manera de procesar su propia vulnerabilidad. La forma en que utiliza la música para ordenar sus emociones, para luego darnos solo los fragmentos que ha decidido compartir, convierte cada álbum en una especie de diario secreto que no deberíamos estar leyendo, pero que no podemos dejar de espiar.

Más allá de lo ordinario

Kaya no se detiene ahí. Entre mixtapes como ‘Surviving Is the New Living’ (2020) y ‘The Incompatible Okay Kaya’ (2021), explora versiones acústicas y versiones en vivo de su trabajo, mostrando una faceta más desnuda de su música. El aislamiento durante la pandemia, en lugar de paralizarla, la llevó a buscar nuevas formas de conectarse con su audiencia, aunque fuese desde su propia habitación. Fue un recordatorio de que, a veces, menos es más, y de que la autenticidad siempre encuentra una manera de brillar, incluso en los momentos más oscuros.

En ‘SAP’ (2022), Kaya fue aún más lejos, creando una obra que parecía más un experimento de consciencia que un álbum tradicional. Las canciones fluyen como pensamientos en un estado de semisueño, a veces desvaneciéndose antes de que realmente puedas aferrarte a ellas. Es un disco que te deja flotando, desorientado, pero con ganas de volver a escucharlo para intentar desentrañar lo que acabas de vivir. ‘SAP’ es un viaje al interior de la mente de Kaya, donde lo onírico y lo real se entremezclan sin que podamos distinguirlos del todo.

La soledad creativa y ‘Oh My God – That’s So Me’

Después de trasladarse a una isla remota en Noruega, Kaya regresó en 2024 con ‘Oh My God – That’s So Me’, su álbum más introspectivo hasta la fecha. Aislada del resto del mundo, la artista encontró en la soledad un nuevo impulso creativo, componiendo un álbum que navega por la relación entre la naturaleza y el ser humano. Las canciones, como ‘The Groke’ y ‘Den Samme Jodlen’, son una mezcla de paisajes sonoros inquietantes y letras cargadas de imágenes poderosas. Aquí, Kaya juega con la mitología y el folclore nórdico, utilizando estos recursos para hablar de temas contemporáneos como el cambio climático y el aislamiento emocional.

El álbum es una reflexión sobre cómo el ser humano se enfrenta a fuerzas que están fuera de su control, ya sean naturales o emocionales. Es un trabajo que demuestra que Kaya sigue evolucionando, explorando nuevas formas de contar historias y de conectar con su público. La producción minimalista, donde los violines y las voces superpuestas crean un ambiente etéreo, refuerza la sensación de que este álbum es más un estado de ánimo que un conjunto de canciones.

Lo cotidiano convertido en poesía

A lo largo de su carrera, Kaya ha demostrado que puede hacer poesía de lo más cotidiano. Sus letras no tienen miedo de enfrentarse a temas como la salud mental, el cuerpo, el sexo y la comida, todo con una honestidad brutal que rara vez vemos en la música. Su capacidad para hacer que lo mundano sea significativo es una de sus mayores fortalezas, y en cada álbum, logra encontrar nuevas formas de explorar esos rincones oscuros que todos tenemos, pero que pocos se atreven a iluminar.

Okay Kaya ha recorrido un largo camino desde que empezó a grabar canciones en su habitación. Su música es un recordatorio de que la vida es extraña, desordenada y a veces incómoda, pero también es hermosa en su caos. Con ‘Oh My God – That’s So Me’, Kaya no solo reafirma su lugar en la música pop global, sino que nos invita a mirar más de cerca nuestras propias vidas, a encontrar significado en los detalles más pequeños y a no tener miedo de enfrentarnos a las partes más incómodas de nosotros mismos.


Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.