El cuarto trabajo de Tropical Fuck Storm se mueve en un terreno donde lo onírico choca con lo visceral. 'Fairyland Codex' no es solo una colección de canciones, sino un mapa de ruinas contemporáneas, trazado con guitarras que chirrían, bajos que palpitan y letras que escarban en las grietas de un mundo al borde del colapso. Desde el primer compás de 'Irukandji Syndrome', la banda australiana sumerge al oyente en un torbellino de imágenes surrealistas y ritmos que se tambalean entre lo hipnótico y lo agresivo. La temática del proyecto oscila entre la sátira ácida y la confesión desgarrada. En 'Goon Show', la lírica apunta a la paranoia colectiva con frases como "Cause if they lose they win / And all they need’s the wind", mientras la instrumentación recrea una atmósfera de feria distorsionada. Es un disco que habla de engaños, de banderas que se convierten en trampas, pero también de pequeños rescoldos de esperanza, como en 'Stepping On A Rake', donde las voces de Fiona Kitschin y Erica Dunn flotan sobre un arpegio melancólico: "I’m still your island when you’re washed away".

Musicalmente, Tropical Fuck Storm sigue rompiendo moldes sin perder coherencia. 'Teeth Marché' introduce un groove cercano al new wave, mientras que 'Joe Meek Will Inherit The Earth' juega con repeticiones que generan claustrofobia antes de estallar en un caos de teclados desafinados. El tema que da título al álbum es quizá el momento más ambicioso: ocho minutos de paisajes sonoros que van desde el folk oscuro hasta crescendos cercanos al post-rock, siempre con esa sensación de inminente derrumbe. Aunque el tono general es áspero, hay espacio para la belleza en los detalles. La producción, deliberadamente granulosa, permite descubrir capas con cada escucha: coros que emergen como susurros, percusiones que se arrastran bajo los riffs, sintetizadores que simulan insectos electrónicos. Es en esos matices donde 'Fairyland Codex' revela su verdadera fuerza: no es un grito en el vacío, sino un mosaico de voces que, incluso en la distorsión, encuentran manera de resonar. Aprovechando su inminente gira por nuestro país, hemos tenido el placer de preguntarle a Gareth Liddiard por sus temas imprescindibles.

Una canción ideal para el verano

Suena como estar colocado y borracho en la playa.

Una canción para pasarte horas viajando en coche

29 minutos de un guitarrista metido en coca, heroína y Jack Daniels a la vez.

Una canción para una boda

No puedes casarte sin estar seguro.

Una canción para un domingo de resaca

Pienso en esa resaca que te pone ansioso.

Una canción que nunca adptarías

¿Cómo podría alguien superar esto?

Una canción para pasar un día en el campo

Ojalá la hubiera escrito yo.

Una canción ideal para una película de terror

Buena suerte haciendo una película que dé tanto miedo como esta canción.

Una canción romántica

Timothée Chalamet no sabía quién era Bob Dylan antes de que le ofrecieran el papel.

Una canción para motivarte antes de salir al escenario

El minuto 2 me dan ganas de invadir el país vecino a caballo.

Una canción que representa la felicidad

Si consigues que una guitarra suene mejor que esto, me suicido.

Fotografía de portada a cargo de: Jamie Wdziekonski