King Hannah, el dúo formado por Hannah Merrick y Craig Whittle, ha esculpido un espacio único en la escena musical contemporánea con su propuesta que oscila entre lo atmosférico y lo visceral. En su segundo LP, ‘Big Swimmer’, disco que presentarán en nuestro país después de ser lanzado la pasada primavera, la banda demuestra no solo un dominio técnico y emocional de su arte, sino también una capacidad inigualable para fusionar influencias del pasado con una sensibilidad profundamente moderna. Este álbum, inspirado por experiencias tanto personales como creativas durante su gira por Estados Unidos, lleva al oyente a un viaje cargado de texturas, emociones y narrativas cautivadoras.
Desde su debut con I’m Not Sorry, I Was Just Being Me (2022), King Hannah ha mostrado un interés particular en explorar las tensiones entre lo íntimo y lo expansivo. La voz de Merrick, etérea pero cargada de fuerza emocional, y la guitarra de Whittle, que fluctúa entre lo delicado y lo explosivo, han sido el núcleo de su propuesta sonora. En ‘Big Swimmer’, este binomio alcanza un nuevo nivel de madurez, incorporando elementos del dream pop, el folk indie y el rock alternativo de los años 90, todo ello con un enfoque fresco y emocionante.
La gira por Estados Unidos no solo marcó el contexto geográfico del disco, sino que también impregnó su espíritu. Las vastas carreteras, los paisajes desérticos y las ciudades vibrantes del país sirvieron de telón de fondo para una serie de composiciones que capturan tanto la majestuosidad como los contrastes de esas experiencias. Canciones como ‘Somewhere Near El Paso’ evocan el desierto con su energía pausada pero intensa, mientras que ‘Milk Boy (I Love You)’ transporta al oyente a las calles de Filadelfia con un relato crudo y absorbente.
King Hannah ha demostrado ser un grupo con una habilidad especial para reinterpretar las influencias de sus héroes musicales. La sombra de artistas como Sonic Youth, Mazzy Star, y Portishead se percibe a lo largo del álbum, pero siempre bajo el prisma de su estilo único. Esto es evidente en temas como ‘The Mattress’, donde la voz de Merrick coquetea con la sensualidad oscura de Beth Gibbons, mientras que Whittle despliega un arsenal de distorsiones que recuerdan a Neil Young.
Una colaboración destacada en el álbum es la de Sharon Van Etten, cuyas contribuciones en canciones como ‘Big Swimmer’ y ‘This Wasn’t Intentional’ añaden una profundidad vocal y emocional que complementa perfectamente la propuesta del dúo. Van Etten, con su característico estilo melancólico, aporta un contraste fascinante a la voz de Merrick, ayudando a elevar el impacto de estas composiciones.
Lo que realmente distingue a ‘Big Swimmer’ es su capacidad para contar historias de manera cinematográfica. Las letras, escritas principalmente por Merrick, mezclan observaciones mundanas con una profundidad poética que permite múltiples interpretaciones. ‘Suddenly, Your Hand’ y ‘John Prine On The Radio’ son ejemplos brillantes de esta habilidad, con imágenes líricas que oscilan entre lo profundamente personal y lo universal.
El disco también se caracteriza por su juego con los contrastes: entre la luz y la oscuridad, el romance y la melancolía, lo abstracto y lo tangible. Esta dualidad es intencional y esencial para King Hannah, quienes se esfuerzan por mantener un equilibrio que evite cualquier exceso emocional o conceptual. Según Merrick, “nuestro objetivo es mostrar los dos lados de la vida; todo tiene su peso y su ligereza, y queremos que nuestra música lo refleje”.
El tema que da título al álbum es una declaración de intenciones. Con su mezcla de acordes acústicos iniciales y un crescendo eléctrico, ‘Big Swimmer’ encapsula el espíritu del disco: la lucha constante por avanzar, por encontrar belleza en el caos y por no rendirse ante las adversidades. La metáfora del nadador se convierte en un leitmotiv que une las diferentes historias y emociones exploradas a lo largo del álbum.
En canciones como ‘Davey Says’, King Hannah adopta un enfoque más ligero y enérgico, explorando territorios del pop guitarrero con una vitalidad contagiosa. Por otro lado, piezas como ‘Lily Pad’ y ‘This Wasn’t Intentional’ nos sumergen en un paisaje sonoro más introspectivo y experimental, donde las guitarras de Whittle y la voz de Merrick alcanzan momentos de pura catarsis.
La inminente gira de King Hannah por España en noviembre de 2024 promete ser una oportunidad única para experimentar la intensidad y la autenticidad de su música en vivo. Con su enfoque en capturar la energía de sus actuaciones en el estudio, el dúo ha logrado que ‘Big Swimmer’ suene como un concierto íntimo y electrizante. Desde los momentos de calma reflexiva hasta los estallidos de ruido crudo, cada canción parece diseñada para resonar profundamente con el público.
King Hannah no es solo una banda que evoca nostalgia; es un proyecto que redefine esas influencias para hablar de temas y emociones actuales. En ‘Big Swimmer’, el dúo ha creado un álbum que no solo refuerza su identidad artística, sino que también invita al oyente a sumergirse en un viaje de descubrimiento, conexión y trascendencia.
