Christina Rosenvinge cerraba la gira correspondiente a la presentación de su más reciente trabajo Un Hombre Rubio, llenando la Joy Eslava para ofrecernos uno de esos directos con los que mirar hacia el pasado y hacia el presente de la forma más evolutiva posible. Arropada por la banda más versátil que se recuerda dentro de sus últimas giras, la madrileña derrochó entrega y poderío, transformando las canciones en armas arrojadizas con las que revivir al máximo los motivos de su composición. En definitiva, un bonito repaso de su trayectoria que capturamos como viene siendo habitual a través de la lente de Joaquín Gómez Ruiz.
Fotografías a cargo de Joaquín G















