Desde Chile no paran de salir bandas de pop mayúsculo. El último gran descubrimiento llega de la mano de Planeta No, un joven grupo al que se le da tan bien partir tanto del synth pop como de una instrumentación más aferrada a las guitarras. Su primer LP Odio, publicado el año pasado, está cargado de canciones con un mensaje que va más allá de la historia planteada en los temas. Sonidos suaves, moderadamente bailables y que huyen de todo tipo de repetición, poniendo los sintetizadores al servicio de las melodías y no al revés. A través de temas tan impecables como ‘64’ o su nuevo single ‘El Campo’, vamos a poder comprobar el encanto por recrearse en las cosas sencillas, poniendo la estampa perfecta a los buenos y malos momentos de nuestro día a día. Aprovechando que el grupo está estos días de gira por nuestro país con parada destacada en el Primavera Sound, entrevistamos a Gonzalo (voz y guitarra) dejándonos unas líneas magníficas sobre determinados conceptos musicales, la situación de la música en Chile y un montón de entresijos de sus temas.
Comencemos. Vuestra música en muchas ocasiones está cargada de un gran vitalismo y por momentos un mensaje positivo. ¿Hacer canciones tiene para vosotros un componente terapéutico para superar malos momentos?
Puede que lo tenga pero no lo había pensado. Creo que es más un escape de las cosas que me duele afrontar directamente. Creo que hacer una canción abre un espacio temporal para pensar las cosas de nuevas maneras y de ahí afrontar las cosas de las que escapo en general, tensiones sociales y problemas sicológicos que tengo como cualquiera.

He leído que en vuestros inicios como banda estudiabais en la Escuela Moderna de Música. ¿Cómo funciona ese sitio y qué influencia tuvo en vuestros primeros años como grupo?
En Chile hay institutos privados que cobran lo mismo que se cobra por enseñar medicina o leyes, pero por enseñar disciplinas técnicas y artísticas que dan muy poco dinero al titulado. Además no hay alternativas estatales para aprender muchas de estas disciplinas, en nuestro caso, música popular. Yo estudié en una escuela para pobres llamada Arcis, del Partido Comunista. JP y Camilo en esa escuela para ricos llamada Escuela Moderna de Laureate Int. Universities, la diferencia de cobro entre ambas es muy reducida, de hecho mi familia tiene más plata que la familia de ellos. En ambos casos la estafa funciona igual; somos un país sin educación musical básica, tenemos poquísima producción cultural propia y fomento a la misma, entonces estos institutos venden que pueden hacer de un joven de 18 años un músico profesional en 4 años y las familias se tragan esa mentira, en Arcis la plata se la robó el PC (y ya quebró la universidad) y en la Escuela Moderna se la roba Laureate, ambos por la vía de arriendo a inmobiliarias que son de ellos mismos. Enseñan muy bien un montón de cosas técnicas que en realidad son útiles y año a año ingresan muchos chicos bien endeudados (el estado fomenta que las familias se endeuden para caer en estas estafas), que tocan bien pero no saben casi nada de música y menos de sociedad. Algunos encuentran trabajo y saben complicados acordes para toda la vida.
"Creo que hacer una canción abre un espacio temporal para pensar las cosas de nuevas maneras y de ahí afrontar las cosas de las que escapo en general, tensiones sociales y problemas sicológicos que tengo como cualquiera."
De una forma u otra habéis estado en contacto con músicos muy importantes de la escena chilena como Gepe, Astro o Fernando Milagros. ¿Creéis que existe una especie de inspiración mutua entre los artistas de Santiago más allá de las diferencias estilísticas entre vuestros proyectos?
Sí. Dudo que los que mencionas se influencien de nosotros pero nosotros sí de ellos. Lo importante es guardar las proporciones y entender que la sociedad cambia muy rápido, el modelo de crecimiento que funciona para uno no siempre funciona para otro.
A parte de Planeta No, también habéis estado en bandas tan reconocidas como los Ases Falsos o los Dënver. ¿El bagaje adquirido en estas formaciones ha sido fundamental para poder llevar a cabo Planeta No?
Sí, también los contactos. Somos todos tan idiotas a veces, que validamos a alguien por trabajar en un proyecto bueno y le abrimos o cerramos la puerta antes de escuchar su música. En este caso jugó a nuestro favor y podemos meter nuestra música muy mala en instancias muy buenas.
Creo que en vuestras canciones hay de forma consciente o inconsciente, un reflejo y denuncia de ciertas situaciones sociales como es el caso de ‘Maricón Zara’ o ‘Ami el niño de las estrellas’. ¿Creéis que los músicos deberían de posicionarse para mostrar las desigualdades existentes?
Lo que creamos que los músicos deban hacer no nos gusta predicarlo porque sería súper engreído. Pero lo llevamos a cabo sobre nosotros mismos, nuestros actos y decisiones reflejan nuestros valores, defectos e incoherencias.
"Lo importante es guardar las proporciones y entender que la sociedad cambia muy rápido, el modelo de crecimiento que funciona para uno no siempre funciona para otro."
Al mismo tiempo, vuestras letras podríamos decir que giran casi de forma constante al tema amoroso. ¿Creéis que es un sentimiento que resulta siempre inagotable a la hora de escribir canciones?
No le he encontrado agote pero a mí me parece más bien una excusa para describir el mundo. Una novia o un novio es un barrio, una familia distinta a la mía, una historia. Quizás todo gira en torno al sexo, como dicen el psicoanálisis y Jorge Drexler, rebeldes pensadores. Bajo la rueda de la historia habría otro engranaje, el de las faldas y los amoríos. Yo le llamaría el de la opresión de géneros.
Hablemos un poco de Odio, vuestro primer LP. Me gusta mucho como el título del trabajo no está enfocado como el odio hacia otra persona, sino entendido como aborrecer ciertas cosas de uno mismo tal como aparece en la canción que da título al tema. ¿Por qué escogisteis este título para el trabajo? ¿Creéis que puede dar a equívoco con lo que el oyente puede encontrar en él?
¿Así como el White Album no nos entrega canciones blancas al escucharlo? El nombre lo escogimos en forma natural, nos costó un poco pero vimos que se imponía cuando juntamos las canciones y hablaban todas de lo que describes. De hecho la canción "Odio" se llamaba "canción que no se trata de nada", no sabía de lo que estaba hablando cuando la escribí. Después un músico de mayor experiencia nos recomendó llamarle Odio y luego quedó así el disco.

A lo largo del trabajo mostráis una relación cambiante con los sintetizadores, sin llegarles a dar todo el protagonismo salvo en ‘Sol a Sol’. ¿Habéis tratado de limitar el uso de los sintes o simplemente creéis que la mayoría de los temas no necesitaban tanta carga de ellos?
No sé, nos da igual en realidad. Soy consciente de que los timbres de un instrumento u otro tienen una connotación cultural, pero en nuestro contexto no estoy de acuerdo con ello y creo que la mejor manera es no dejar que eso influya nuestras decisiones. La increíble banda chilena "El Cómodo Silencio de los que Hablan Poco" es tan pero tan buena, que siempre les falla un instrumento o un amplificador o un micrófono y Vladimir, el vocalista, termina gritando su canción al público, no necesita en realidad nada más, solo gritar. La música se ve muy bien con ciertas ropas, una guitarra o un sinte, pero en rigor no necesita nada.
"Quizás todo gira en torno al sexo, como dicen el psicoanálisis y Jorge Drexler, rebeldes pensadores. Bajo la rueda de la historia habría otro engranaje, el de las faldas y los amoríos. Yo le llamaría el de la opresión de géneros."
Me llama mucho la atención vuestro tema ‘64’. Se sale bastante de vuestra línea, dejando bastante de lado la parte más electrónica. ¿Creéis que es el tema más duro que habéis compuesto?
Pues me da vergüenza auto analizarme al punto de hacer una jerarquía de dureza de nuestro trabajo, no creo que lo valga. A mí me gusta esa canción, más que varias otras. La pusimos en un EP con guitarra de palo y en el disco con sintes y banda. Me gusta más con guitarra de palo.
Recientemente habéis editado vuestro nuevo single titulado ‘El Campo’, donde volvéis a lograr otro gran estribillo pop. ¿Teníais muy claro que esta canción debía de ser single?
Sí. Fuimos unos malévolos, fríos y calculadores y le cambiamos el coro el día antes de la grabación, para que fuera más emocionante en un sentido positivo y expresivo, ya que el que tenía era emocionante en un sentido depresivo e introspectivo. Lo usaremos en otro momento quizás.
"Soy consciente de que los timbres de un instrumento u otro tienen una connotación cultural, pero en nuestro contexto no estoy de acuerdo con ello y creo que la mejor manera es no dejar que eso influya nuestras decisiones. "
Me ha llamado mucho la atención del videoclip que habéis creado para este tema. ¿Nos podríais explicar un poco el concepto detrás de él y el motivo de las letras rusas?
Fue hecho con apuro, todo lo que programamos salió mal y lo que no programamos salió bien. Quisimos hablar de internet y la falsa conexión entre personas que creemos vivir gracias a esta tecnología, pero si un trabajo hay que explicarlo pues ya no se vale. Las letras rusas eran para empujar no-sutilmente la comprensión del relato como una pieza de retrofuturismo soviético. A mí me da mucha risa leer libros o historietas antiguos que describen los autos voladores que habrán en 1990 y todas esas cosas.
Yo creo que lo mejor del vídeo es que nuestra protagonista original tuvo que viajar a bailar con Javiera Mena a USA y nosotros nos retrasamos con la grabación, entonces escogimos a Dani, que es su amiga y se le parece, le pusimos una capucha color verde-croma para después reemplazar su cabeza con la protagonista original, una ambiciosa y mala idea que después culminó en que en varias escenas nuestra protagonista aparece sin cabeza, me gusta mucho.
Cuando me enteré de que vivíais en Santiago, en seguida pensé en el Santiago Popfest y claro, vosotros ya habéis participado en él. ¿Crees que este festival es un gran escaparate para dar a conocer el pop chileno?
No es un gran escaparate, es un pequeño y humilde escaparate para conocer el pop indie chileno y lo prefiero así. Lo organizan Javiera y Daniel, que se han portado increíble con nosotros varias veces. Ojalá se puedan hacer más ediciones.
Aquí tenemos también el Madrid Popfest. ¿Os veis participando en él dentro de poco?
No me acordaba de que existía. Me entero más de Sergio Ramos, así de brutos somos acá. Ojalá toquemos pos, ojalá vaya Sergio Ramos y me haga una zancadilla.
"Me da vergüenza auto analizarme al punto de hacer una jerarquía de dureza de nuestro trabajo, no creo que lo valga"
Dentro de muy poco os estrenaréis con Planeta No en el Primavera Sound de Barcelona. ¿Qué expectativas tenéis puestas en el mastodóntico festival?
Qué buena palabra, ¡mastodóntico! No esperamos nada mastodóntico sí, sólo hacer muy bien nuestro trabajo y eso creo que es más sudoroso y certero, que grande y peludo.
No sé si habéis tenido tiempo de echar un vistazo al cartel. ¿Qué bandas os gustaría ver?
En chile nos reímos mucho con Radiohead, el concepto de superbandamundial que ellos implican (De hecho, hicimos un concierto para juntar plata para viajar al Primavera, y los asistentes me firmaron una polera con un mensaje para Thom Yorke). Me gusta Sigur Rós y la vida me dará el regalo de ser un súper vanguardista por un rato y conocer otras bandas nuevas, extrañas y gringas, pero si el festival es muy cuico, me voy. No me gustan los cuicos.
En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para el siguiente grupo a entrevistar. ¿Cuál es la tuya?
¿Cataluña está en España? o ¿España queda al lado de Catalunya?
Del mismo modo tenemos una para ti a cargo de Jack Cooper de Ultimate Painting, dice así: ¿Quienes son mejores? ¿Los perros o los gatos?
Googlié Ultimate Painting, me gustaron mucho así que deben ser una banda de gatos. De lo contrario saldrán perdiendo cuando hagamos la Primera Gran Purga. Temed.

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