La artista argentina afincada en Inglaterra acaba de publicar hoy su segundo trabajo La Yarará a través de Yucatan Records. En esta nueva referencia, Malena Zavala sigue explorando todas las posibilidades que le proporciona el dream pop más místico, pero también ganando enorme presencia la confluencia de las diversas músicas latinas asociadas a su lugar de procedencia. Solo así es posible obtener un disco tan variado y repleto de matices que apuntan hacia estados de ánimo muy concretos. Reflejando de la mejor forma posible todo el mestizaje cultural que posee, la mayoría de estos temas se enredan un apartado nocturno de lo más embriagador, moviéndose en una línea que separa lo onírico de lo real. Toda una declaración de intenciones con la que lograr un disco exuberante en todos los aspectos. Aprovechando lo reciente de este lanzamiento, entrevistamos a la artista.
Hola Malena, ¿qué tal estás llevando la cuarentena?
¡Hola! todo bien en realidad. Estoy avanzando con mis proyectos, hablando con amigos y haciendo ejercicio. Estoy ocupada.
Comenzamos. Aunque la influencia de los sonidos latinos estaba ya presente en tu primer trabajo Aliso, en esta nueva referencia sin lugar a dudas tienen mucho más protagonismo. ¿Crees que en esta ocasión has profundizado mucho más en toda aquella música latina que te ha marcado a lo largo de tu vida?
Sí, mucho. Con este disco quería trabajar los problemas que tenía con mi identidad. Toda mi vida me sentí como que no pertenecía a ningún lugar. Ni Argentina ni Inglaterra. Entonces decidí investigar los estilos y ritmos latinoamericanos para acercarme más hacia mis raíces. Y dentro de la música decidí mezclar esos ritmos con sonidos más ingleses o norte americanos y así realmente expresar mi identidad mezclada.
Por otro lado, me encanta como en tus composiciones también están muy relacionadas con el influjo dream pop de tintes más cálidos y ambientales desarrollado por artistas como Hope Sandoval. ¿Sientes que estos sonidos son familiares para ti y que te encuentras muy cómoda desarrollándolos en tus temas?
Bueno, crecí escuchando mucha música inglesa de dream pop, indie, acústica… que siempre tenía este sentimiento de calma. Yo soy una persona tranquila, entonces tenía sentido. Me sale muy naturalmente.
La alternancia entre el castellano y el inglés a lo largo del trabajo es algo que se percibe con toda la naturalidad del mundo. A la hora de componer un tema, ¿sueles darle bastantes vueltas al idioma en el que será interpretada?
No mucho, la manera en que yo compongo es muy intuitiva y fluye naturalmente. Si compongo una cumbia va ser en español. Si escribo un bolero con sonidos de guitarra eléctrica me salen las letras en inglés. Siempre yo le pregunto a la canción que quiere y ellas me dicen lo que quieren.
"Si compongo una cumbia va ser en español. Si escribo un bolero con sonidos de guitarra eléctrica me salen las letras en inglés. Siempre yo le pregunto a la canción que quiere y ellas me dicen lo que quieren. "
Desde muy joven te mudaste a Inglaterra. ¿Sientes que desde un primer momento la cultura musical anglosajona te fascinó o más bien siempre la has visto desde una cierta distancia?
Creo que lo vi desde una distancia. Yo crecí en una casa de cultura argentina. Escuche mucha cumbia, chamamé, salsa, a BuenaVista Social Club… por lo tanto no escuchaba lo mismo que lo que escuchaban los niños ingleses. Tal vez escuche los Beatles y Pink Floyd pero creo que todo el mundo lo escuchaba. No sé, tenía diferentes influencias y así salí.
La instrumentación encerrada en este segundo trabajo resulta de lo más abundante y exuberante. ¿Desde un principio tenías claro que sonidos querías introducir en los temas o más bien todo fue surgiendo por el camino?
Sabía que quería poner mucha energía en el ritmo y la percusión. Porque eso es muy importante en la música latina. Después de eso todos los sonidos aparecieron en el camino. Más que nada me apetecía mucho incluir el ronroco, que es un instrumento sudamericano.
En la introducción de este segundo trabajo, mencionabas que querías pararte a explorar y superar tus problemas de identidad, de no saber a dónde perteneces. ¿Sientes que a través de escribir canciones como ‘Identity’ te ha ayudado a avanzar en este aspecto?
Sí, mucho. Y ahora me siento muy libre. Algo así como saber que se fueron las nubes de confusión y ya me acepté quien soy yo como individua.
Me gusta mucho como a lo largo del disco vas explorando diferentes estados de ánimo en tus temas, desde la melancolía de ‘Memories Gone’ hasta un mayor espíritu festivo propio de ‘En la noche’. ¿Piensas a menudo en tus canciones como estados de ánimo o es algo que no te lo planteas?
Con este disco sí que lo he pensado mucho. Era algo muy importante para mí. Más que nada quería más canciones para bailar, porque pensé que quería conciertos muy alegres y divertidos. También sabía que no quería saturar el disco con mucha energía por si el que lo escucha se cansa. Entonces puse canciones más melancólicas para equilibrarlo todo.
"Con este disco me siento muy libre. Algo así como saber que se fueron las nubes de confusión y ya me acepté quien soy yo como individua. "
En ‘I’m Leaving Home’ incluyes ciertas grabaciones de conversaciones en castellano. ¿De dónde proceden y que querías transmitir con ellas?
Le pedí a mi abuela que me escribiese una poesía de lo que significa ser mujer en el Chaco (mi provincia en Argentina). Y después a ella se le ocurrió la idea de ir a las tribus del Chaco (Wichi y Toba Qom) para pedirles a las mujeres que tradujeran la poesía. Y ahí en el medio de la canción salen esas mujeres hablando. También después de la canción está mi mamá contándome cosas de la tribu Diaguita en Catamarca, Argentina (en los andes argentinos). La abuela materna de mi abuelo materno (o sea una tatarabuela) era diaguita y quería tener que se reflejasen sus orígenes también en el tema. Toda la canción trata de ver las distintas maneras de un hogar.
‘La Yaralá’, el tema que da título al trabajo, posee un potente mensaje relacionado con que las mujeres puedan alzar su voz. ¿Ves esta canción cómo la más reivindicativa del disco o sientes que a lo largo del trabajo también hay más mensajes orientados en esta dirección?
Creo que "reivindicativa" no es la palabra para usar acá. En La Yarará solo muestro la frustración y grito para que me escuchen. No quiero más que eso. Es fuerte y algo que nunca hice antes. Normalmente hago canciones lindas e inofensivas. Acá no me importaba y muestro que puedo con la emoción sin filtrar nada. Por ahí creo que es la única canción en el disco que es así, porque la mayoría del tiempo estoy feliz e investigando como combinar confusión con curiosidad.
‘Naturaleza’, el tema que cierra el disco, me llama la atención por su carácter místico y al mismo tiempo el sentimiento reconfortante que posee. ¿En esta canción querías explorar en cierto sentido tu contacto con el mundo natural?
Sí, está canción está influenciada por la música folklórica argentina. Usan instrumentos de madera y acústicos. Sonidos graves que te llevan hacia la tierra. En esta canción estoy llorando el estado del cambio climático en el mundo. La tierra llora con dolor y yo lloro por ella.
Además creo que el videoclip que acompaña al tema resulta de lo más acertado. ¿Tenías muy clara la estética del videoclip desde el principio?
En estos videoclip yo colaboré con directores y equipos con mucha innovación y creatividad. Yo sabía que quería de los videoclips fuesen más “latinos”, es decir, con más energía, más emoción, más bailables.
En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para la siguiente banda a entrevistar. ¿Cuál es la tuya?
¿Qué cosa o personas son las que más te empujan a desarrollar tu proyecto? ¿Qué te hace pensar profundo y preguntarte si puedes hacer más?

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