Entrevistamos a

Wild Pink

"Gran parte del disco es una exploración de cómo enfrentamos esos desafíos inevitables y, en lugar de resistirlos, encontrar una forma de estar bien con ellos y seguir adelante."



Por -

El nuevo álbum de Wild Pink, 'Dulling The Horns', es una clara reconfiguración del estilo de John Ross, el líder de la banda, quien se enfrenta a preguntas existenciales profundas mientras reinventa el sonido del grupo. Desde la primera pista, 'The Fences Of Stonehenge', Ross nos desafía con la pregunta: "Do you still believe it?". Es una cuestión que reverbera a lo largo del disco, poniendo en duda creencias antiguas y explorando lo que sucede cuando estas comienzan a desvanecerse. En medio de esta búsqueda, Ross no se rinde, sino que opta por un nuevo comienzo, tal como lo hizo tras superar un diagnóstico de cáncer que marcó su álbum anterior, 'ILYSM' (2022).'Dulling The Horns' surge del cansancio físico y emocional acumulado en los últimos años, pero también de una renovada energía creativa. Después de la producción pulida y expansiva de 'A Billion Little Lights' (2021), Ross decide prescindir de los adornos y se adentra en un sonido más crudo, grabado en directo con su banda en una sala de estudio. Esto da lugar a un álbum más visceral, donde la distorsión y la atmósfera densa sustituyen a las texturas limpias de anteriores trabajos. En su afán por capturar la intensidad de sus actuaciones en vivo, Ross deja de lado los detalles demasiado refinados y busca la autenticidad en la imperfección. "No quería pulir más las cosas", explica Ross, y así lo refleja cada una de las canciones.

El álbum ofrece una mezcla de canciones que parecen sacadas de momentos de introspección y de ráfagas de creatividad improvisada. Temas como 'Eating The Egg Whole' y 'Sprinter Brain' combinan reflexiones personales, con tintes humorísticos y recuerdos sobre su vida cotidiana. Las letras de Ross son, al igual que la música, desenfadadas y a menudo desordenadas, pero están impregnadas de una autenticidad que resuena profundamente. Este enfoque tan libre y despreocupado se siente como una forma de Ross de liberarse, de escapar del agotamiento mental acumulado y encontrar una nueva dirección creativa. A medida que el álbum avanza, se nota una sensación de renacimiento. 'Dulling The Horns' es un álbum que, en su desorden controlado, muestra a una banda que sigue avanzando. Ross no ha encontrado todas las respuestas, pero lo que ha descubierto es un camino claro: seguir creando, quemar lo viejo y continuar hacia adelante. Aprovechando lo inminente del lanzamiento del disco vía Fire Talk, hemos tenido el placer de entrevistar a su creador.

Siento que el sonido de este álbum es más áspero y crudo, lo que parece ser un cambio deliberado respecto a tus trabajos anteriores. ¿Qué técnicas o enfoques específicos usaste durante la grabación y producción para lograr esta calidad sonora más cruda y directa?

Decidí optar por una guitarra barítono para componer y grabar este disco, y fue una elección muy deliberada. El sonido que ofrece es muy particular y distintivo, totalmente diferente a cualquier cosa que hubiera utilizado en mis proyectos anteriores. Gracias a ella, pude explorar una paleta sonora mucho más rica en matices, logrando un tono más sucio, denso y pesado. Esta guitarra no solo aportó una nueva textura, sino que también me permitió crear una atmósfera más oscura y cruda en las canciones. Además, siento que la resonancia de la guitarra barítono, junto con ese toque sucio y áspero, contribuyó a que mi voz se integrara de una manera más natural y equilibrada en la mezcla, encontrando un espacio sonoro perfecto en este nuevo contexto musical.

 

A pesar de esto, en el álbum también hay elementos como sintetizadores, saxofón y pedal steel. ¿Cómo abordaste el desafío de equilibrar estos elementos más refinados con el sonido general más áspero que buscabas en ‘Dulling The Horns’?

Esos elementos forman parte esencial de mi proceso creativo, tanto que los considero casi evidentes en este proyecto. No puedo imaginarme haber hecho este disco solo con guitarras distorsionadas, ya que hubiera limitado mucho el rango de sonidos que quería explorar. Además, aunque los sintetizadores y el saxofón no aparecen de manera constante, su uso es lo suficientemente puntual y estratégico para que sobresalgan en los momentos precisos. No hizo falta incluir una gran cantidad de estos instrumentos para que se notaran y cumplieran su propósito. Adam Schatz, quien tocó el saxofón y contribuyó con muchos de los sintetizadores, fue clave en este proceso. Trabajar con él siempre es una experiencia enriquecedora, ya que aporta no solo su talento musical, sino también una energía creativa increíblemente divertida y espontánea que hace que el proceso de grabación sea mucho más dinámico y estimulante.

Describes las canciones del álbum como "collages de viñetas", mencionando que algunas ideas se conectan mientras que otras se dejan como elipsis. Este enfoque parece reflejar un estado mental particular durante la creación del álbum. ¿Cómo abordaste el proceso de escritura para crear estas narrativas fragmentadas pero cohesionadas?

No diría que fue una decisión completamente consciente; más bien, fue el resultado natural del proceso de escritura. A medida que avanzaba, las ideas se iban asentando por sí solas, y lo que escuchas en el disco es el reflejo de ese proceso. En lugar de sentarme a planearlo con un tema o concepto específico en mente, como quizás hice en álbumes anteriores, esta vez quise dejarme llevar más por la intuición y ver hacia dónde me conducían las ideas creativas. Fue una forma de liberarme de cualquier estructura preconcebida, permitiendo que las canciones surgieran de manera más espontánea y orgánica. Así que lo que terminó quedando fue menos intencional y más una consecuencia natural de fluir con el proceso creativo.

En este disco traté de liberarme de cualquier estructura preconcebida, permitiendo que las canciones surgieran de manera más espontánea y orgánica.

En ‘The Fences of Stonehenge’, la canción que abre el álbum, planteas una pregunta intrigante: “Do you still believe it?”. Esta frase parece resonar a lo largo del álbum, sugiriendo una profunda interrogación. En este contexto, ¿podrías profundizar en el significado de esta pregunta para ti y cómo se relaciona con el tema general del álbum 'Dulling The Horns’?

La intención es que sea bastante vaga, pero creo que, en esa canción en particular, toco un poco los viejos tópicos del rock and roll. Me encuentro cuestionándome: "¿Todavía creo en estas cosas?" Cosas sobre las que artistas como Bruce Springsteen han cantado durante años, como esas imágenes de "el trueno recorriendo la vía" y otras ideas similares. Es un reflejo de esos símbolos clásicos que forman parte de la mitología del rock, pero que ahora me hacen pensar y replanteármelos.

En la canción ‘Eating The Egg Whole’, mezclas referencias aparentemente dispares como documentales de Michael Jordan y reflexiones sobre la mortalidad. Esta combinación inusual parece ser característica del álbum. ¿Cómo surgió esta idea de mezclar elementos tan diversos y qué querías transmitir con este enfoque?

Combinar dos ideas líricas completamente diferentes es una forma muy divertida de escribir una canción, y realmente disfruté haciéndolo en este disco. Me permitió jugar con contrastes y unir elementos que, en principio, no tendrían mucho en común. El resultado fue una mezcla interesante y, en esta canción en particular, terminó generando una combinación bastante entretenida. Fue un proceso creativo que aportó frescura y me dio nuevas perspectivas sobre cómo abordar la composición.

 

En ‘Catholic Dracula’, haces una conexión intrigante y algo humorística entre Drácula y el catolicismo. Esta canción parece ejemplificar el enfoque más libre y experimental del álbum. ¿Qué te llevó a explorar esta idea en particular y cómo crees que se relaciona con los temas más amplios que abordas en 'Dulling The Horns’?

Siempre he sentido una gran fascinación por Drácula; no hay ningún personaje como él. Lo interesante es que fue un verdadero cruzado en la Edad Media, un hombre histórico que luego tuvo una segunda vida en la ficción como un monstruo legendario. Esa dualidad lo hace único. Además, es divertido imaginarlo como un niño, aburrido en una iglesia, antes de convertirse en la figura oscura y mítica que todos conocemos. Es una imagen curiosa y casi surrealista si pensamos en lo que llegaría a representar más tarde.

‘Rung Cold’ fue la primera canción en la que comenzaste a trabajar para el álbum y casi se convierte en la canción que le da título. Dado que el proceso creativo parece haber sido bastante exploratorio, ¿cómo evolucionó tu visión del álbum desde ese punto inicial hasta el producto final que es 'Dulling The Horns’?

Creo que mi visión para el álbum se mantuvo bastante consistente a lo largo del proceso de escritura, que fue simplemente seguir con lo que me parecía correcto en ese momento. Creo que ‘Rung Cold’ es una especie de microcosmos del álbum porque está por todas partes. Tiene varias secciones diferentes y líricamente es bastante densa. Representa lo que estaba buscando con este disco.

"El tema central del disco tiene que ver con crecer y aprender a aceptar las cosas difíciles de la vida, y llegar a estar verdaderamente en paz con ello."

En ‘Rung Cold’ mencionas la frase “And if you can't get along with it/ You gotta just get on with it”. Esta frase parece tener un peso significativo. ¿Qué representa para ti en el contexto de tu vida personal y este álbum en particular?

El tema central tiene que ver con crecer y aprender a aceptar las cosas difíciles de la vida, y llegar a estar verdaderamente en paz con ello. Gran parte de las letras del álbum se originan a partir de esa idea. Es una exploración de cómo enfrentamos esos desafíos inevitables y, en lugar de resistirlos, encontrar una forma de estar bien con ellos y seguir adelante.

Siento que, en cierto modo, este álbum es una reinvención de Wild Pink, alcanzando un nuevo pico. En este proceso de reinvención, ¿qué aspectos de tu música anterior has decidido mantener y qué aspectos has dejado deliberadamente atrás en este álbum?

Creo que este álbum toma cosas de los cuatro discos anteriores, pero sigue siendo algo nuevo para mí. Definitivamente es mi disco favorito de Wild Pink hasta ahora. Creo que la composición es mucho menos "preciosa" en muchos aspectos, pero al mismo tiempo, las canciones son más auténticas y concentradas. Siempre estoy rebotando entre escribir canciones muy simples con estructuras convencionales con coros y estribillos y escribir canciones largas sin secciones repetitivas. Eso está en todos los discos de Wild Pink, incluido este.

En todas nuestras entrevistas nos gusta que el entrevistado deje una pregunta para la próxima banda que entrevistemos. ¿Cuál sería la tuya?

¿Has visto alguna vez un fantasma?

De igual manera, tengo una para ti de Sam de Quivers: ¿cuál es la historia más tonta o divertida que os ha pasado de gira?

Cada vez que nos toca conducir tarde por la noche después de un concierto, estamos tan agotados y medio dormidos que cualquier cosa, por más simple o absurda que sea, nos parece increíblemente graciosa. Es como si el cansancio nos pusiera en un estado donde todo lo que normalmente pasaría desapercibido se vuelve motivo de risa.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.