Entrevistamos a

Truth Club

"Muchas de mis experiencias muestran ese vaivén entre optimismo y pesimismo que capturan las letras. Definitivamente hubo mucha tensión y liberación que se refleja conscientemente en la música."



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El nuevo álbum del grupo estadounidense Truth Club, Running From the Chase, supone un importante paso adelante en su sonido, con unas canciones más enérgicas y caóticas que en trabajos anteriores. Grabado en parte durante un complicado periodo personal para su cantante y guitarrista Travis Harrington, en este disco la banda se pregunta cómo seguir adelante en medio de la incertidumbre. Tras su primer álbum, creció con la incorporación de la talentosa Yvonne Chazal como segunda guitarrista y vocalista. Este cambio les llevó a replantear su proceso creativo, buscando mayor aportación de todos los miembros. Como resultado, en Running From the Chase se equilibran intensos riffs de guitarra con delicadas armonías vocales. Las letras de Harrington reflejan frustración y desesperanza, pero también atisbos de esperanza. Musicalmente, combinan momentos abrasivos y densos con otros más luminosos. Destacan temas como la enérgica 'Blue Eternal' o 'Siphon' con sus contrastes entre distorsión y melodías de guitarra. Originarios de Carolina del Norte, Truth Club llevan varios años labrándose un nombre en la escena independiente gracias a sus explosivas actuaciones en directo. Han compartido escenario con grupos como Wednesday o Indigo De Souza, con quienes mantienen una estrecha amistad. Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a los miembros de Truth Club para hablar sobre este excelente nuevo álbum.

‘It's Time’ parece que marcó una nueva era para la banda, siendo la primera canción que escribisteis los cuatro juntos. ¿Cómo fue el proceso creativo de este tema y de que forma definió un nuevo camino para el sonido del grupo?

Travis: La escribimos un poco antes de la pandemia. Debido a las necesarias precauciones de cuarentena, no estábamos tocando mucha música juntos durante bastante tiempo. Esa fue la primera canción a la que volvimos cuando empezamos a tocar juntos de nuevo. A pesar de que la sacamos a principios de este año, y parecía fresca y nueva, en realidad la habíamos estado trabajando durante un tiempo. Fue genial darle tiempo, no tocarla durante un período y luego volver a ella y terminarla años después. Fue la primera canción en la que los cuatro nos involucramos mucho en escribirla juntos. Fue muy colaborativa, a diferencia de canciones anteriores que fueron más mi trabajo individual, aunque los demás también contribuyeron.

Yvonne: Estoy de acuerdo. Fue la primera canción en la que realmente pude contribuir. Todas las demás fueron algo así como que estaba aprendiendo a encajar en canciones ya escritas en presentaciones en vivo. Esta fue la primera en la que pude contribuir desde el principio.

 

Siento que en este disco, respecto al anterior ‘Not An Exit’, habéis logrado un sonido más caótico y enérgico, sobre todo en canciones como ‘Blue Eternal’. ¿Desde un primer momento en este disco sentisteis que las canciones que estabais componiendo os pedían una mayor intensidad y distorsiones guitarreras?

Travis: Sí, empecé a escuchar más música rock cargada de muchas texturas densas y con arreglos de guitarra más pesados. El álbum suena muy enérgico e intenso, especialmente por las guitarras y el tempo. Es gracioso, porque después de tanto tiempo tocando las canciones, te dejas de preocupar de lo pesadas que son. Siento que muchas de las canciones son más delicadas y emotivas de lo que realmente suenan con la distorsión y capas de guitarra. Diría que la intensidad vino tanto de las influencias que había estado escuchando yo al componerlas como de lo que hemos estado escuchando como banda.

Yvonne: Estoy de acuerdo. Trabajar con Alex en nuestro trabajo en solitario ayudó también, él es muy bueno haciendo que las guitarras suenen enormes e intensas. Había canciones que no sabía que iban a terminar sonando tan intensas hasta que Alex las trabajó en el estudio.

Las temáticas del disco también guardan relación con la salud mental y la lucha constante por tratar de que las cosas funcionan bien. ¿Sentís que también toda la energía volcada en las canciones de este disco conecta con ese espíritu de lucha relacionado con intentar sobreponerse a las adversidades?

Travis: Componer muchas de estas canciones fue un proceso extraño, intentando escribir estando tan decaído y desmotivado que no tenía energía para hacer nada. Comencé las canciones cuando estaba en un lugar peor mentalmente, luego volví a ellas cuando las cosas se sentían más estables, tratando de recoger el hilo de ese estado de ánimo y escribir de manera más reflexiva. Honestamente, si todavía hubiera estado en un lugar tan bajo, no creo que hubiera podido terminar las canciones. Definitivamente fue un ejercicio interesante tratar de reflejar un lugar menos cómodo. Profundizar en estos detalles y reflexionar fue muy gratificante, un momento de reflexión personal y de entender cómo quería orientarme a mí mismo.

"Comencé las canciones cuando estaba en un lugar peor mentalmente, luego volví a ellas cuando las cosas se sentían más estables, tratando de recoger el hilo de ese estado de ánimo y escribir de manera más reflexiva. "

A lo largo del disco algunas letras hablan de oscuridad, pero el disco parece tener también momentos más luminosos y de esperanza. ¿Podrías contarme más sobre esa dualidad que captura el álbum?

Travis: Tal vez no hay tanto una clara diferencia como si hubiese una especie de lado A y una especie de lado B, pero sí, el marco emocional general desde el que estaba escribiendo viene de constantes cambios entre perspectivas más esperanzadoras y más bajas. Muchas de mis experiencias muestran ese vaivén entre optimismo y pesimismo que capturan las letras. Definitivamente hubo mucha tensión y liberación que se refleja conscientemente en la música, con mucho subir y bajar, volver a subir y volver a bajar. La música captura ese constante flujo emocional entre momentos de esperanza y momentos más difíciles.

Siento que el título del disco conecta muy bien con todos esos momentos en los que uno trata de huir de toda la presión y expectativas que las personas ejercen entre sí. ¿Desde dentro sentís que el título del disco captura una idea muy clara que buscáis transmitir a lo largo de las canciones?

Travis: Es divertido, porque a menudo escribo letras empezando con falsos sinsentidos mientras canto una melodía vocal, solo como relleno entre palabras reales. ‘Running From The Chase’ fue una frase tipo relleno que terminó quedando en la zona gris entre sinsentido y sentido. Me pareció un giro de frase interesante para potencialmente nombrar el álbum. Aunque empezó sin un significado concreto o solo con significado subconsciente, fue interesante tomarlo como ejercicio para pensar qué podría significar esa imagen en relación a los temas surgiendo en las otras canciones. Al final, se volvió muy intencional. Así que en parte surgió orgánicamente de frases sin sentido, pero luego tomó un significado más concreto que encaja con los temas del álbum.

 

‘Exit Cycle’ es una canción que me gusta mucho porque según se va desarrollando parece que pasa de un apartado muy solitario hasta encontrar una mayor fortaleza y verlo todo de una forma diferente. ¿Sientes que esta canción encaja muy bien con la narrativa general del disco?

Travis: Esa canción fue interesante, porque la escribí cuando estaba en un lugar muy decaído. Volver a trabajar en ella cuando me sentía mejor fue un desafío, tratando de honrar ese difícil estado emocional anterior y reflexionar sobre él, lo cual fue incómodo. La primera mitad de la canción es probablemente la parte más lenta y triste del disco. Pero por contraste, cuando llegué al final, me di cuenta que necesitaba un giro, un cambio. Fue un esfuerzo consciente hacerla representativa de esas energías opuestas. No me di cuenta hasta que el disco estuvo secuenciado cómo esa canción resume el equilibrio entre esos dos estados emocionales. Empieza en un lugar decaído, pero luego tiene ese contraste y cambio, lo cual creo que refleja el balance en el álbum en general.

Me encanta como el disco se cierra con ‘Is This Working?’, una canción que también contiene un final muy desgarrador y vocalmente muy potente. ¿Desde un primer momento sentisteis que este tema encajaba muy bien como cierre?

Travis: Es gracioso, porque todos inmediatamente pensamos que esa canción debería ser la última del álbum. Fue algo indiscutible y unánime cuando la terminamos de grabar.

Elise: Cierto, aunque creo que en algún momento alguien había sugerido que debería abrir el disco. Pero sí, estuvimos de acuerdo en que debería cerrarlo.

Travis: Exacto, recuerdo que fue un sentimiento definitivo de que debería ser la última pista. Igual que cuando la tocamos en vivo, siempre es la última del set porque de alguna manera no puede ser seguida por nada más en el álbum o el concierto. Fue un momento y sensación bastante definitivos y unánimes.

"Como grupo que tiene que ser vulnerable, inevitablemente hay desacuerdos, pero eso no se limita al periodo de la grabación. Siento que como banda seguimos madurando y aprendiendo juntos, eso ocurre antes, durante y después del álbum."

Alex Farrar, el productor del disco, parece que supo crear el ambiente perfecto en el estudio para que se sintieran cómodos experimentando. ¿Cómo fue trabajar con él? ¿Influyó de alguna manera clara en el sonido final del álbum?

Travis: Creo que a nivel sonoro, la mayor influencia de Alex fue en dar forma a la pesadez y el poderío, él tiene un buen oído para eso. Si hubiéramos grabado con otra persona, no creo que hubiese tenido el mismo enfoque en los graves y la intensidad. A nivel creativo, su mayor influencia fue ser tan hospitalario y tranquilo, lo que nos permitió ser nosotros mismos y seguir nuestros deseos en el estudio. Nos alentó a probar diferentes instrumentos y sonidos, y siempre estuvo abierto a nuestras ideas, sin imponer las suyas.

Elise: Estoy de acuerdo. Alex sabía cuándo alentarnos a intentar algo nuevamente de forma constructiva, y cuándo decirnos que una toma ya estaba bien para no perder tiempo de más. Nos ayudó a confiar en partes que inicialmente nos sentíamos inseguros.

Kameron: Sí, tiene talento para sacar tu mejor versión y ayudarte a alcanzarla.

A mayores del reto musical que ha supuesto grabar este disco, ¿sentís que todo lo intenso de todo el proceso os ha permitido también forjar unos lazos de amistad más fuertes entre vosotros y aprenderos a comunicar de una mejor forma?

Travis: Claro que hubo desafíos en la grabación de este disco, pero no los vimos muy diferentes a otros que hemos enfrentado en el pasado. Personalmente, el proceso de escribir y ensayar previo a la grabación fue cuando tuvimos que trabajar más en nuestra comunicación y cercanía. Cuando estábamos en el estudio, nos sentíamos muy fluidos porque ya habíamos resuelto esas dificultades.

Yvonne: Estoy de acuerdo. Como grupo que tiene que ser vulnerable, inevitablemente hay desacuerdos, pero eso no se limita al periodo de la grabación. Siento que como banda seguimos madurando y aprendiendo juntos, eso ocurre antes, durante y después del álbum.

Travis: Sí, es un proceso continuo de crecimiento.

Elise: Un factor que ayudó en el estudio fue quedarnos juntos en un apartamento ahí. Eso nos puso en una buena mentalidad para enfocarnos por completo en el álbum, sin distracciones. Estar todos física y mentalmente inmersos en ese espacio fue muy beneficioso.

 

Habéis colaborado y compartido escenario con otros artistas emblemáticos de la escena musical de Carolina del Norte como Indigo De Souza y Wednesday. ¿Sentís que en la escena local de Carolina del Norte hay de alguna forma una influencia mutua entre vosotros y estas bandas?

Elise: En cuanto a Wednesday especialmente, son una banda con la que hemos sido amigos durante mucho tiempo. Hemos tocado juntos en locales pequeños durante años, y encontramos un terreno común al entusiasmarnos con la música del otro. Así que, aunque quizás no una influencia directa de sonido, definitivamente una emoción compartida en torno a lo que estaba haciendo cada uno.

Travis: Estoy de acuerdo, tanto Wednesday como Indigo son amigas que conocemos desde hace mucho, y empezamos a tocar música más o menos al mismo tiempo en la misma escena local. Aunque hay diferencias estilísticas entre nosotros, creo que lo más constante es esa pasión compartida y el surgir de los mismos espacios y recursos colectivos. Eso te orienta en cierta dirección común. Si no fuéramos de Carolina del Norte, quizás no tendríamos esta conexión. Pero al compartir las mismas comunidades, eso crea asociaciones.

Yvonne: Más que influencia, yo diría que ha sido apoyo. Wednesday e Indigo nos han apoyado, hemos estado de gira juntos. Nos ayudaron a conectarnos con Alex. Ese apoyo mutuo es lo más significativo.

Tenéis un vínculo especial con Mike Caridi de Double Double Whammy por haber ofrecido vuestro segundo concierto abriendo para su anterior banda LVL UP. ¿Cómo recordáis aquel concierto?

Travis: Fue genial tocar con LVL UP y Palm en ese directo, aunque realmente no hablamos mucho con ellos. Como jóvenes universitarios, LVL UP tenía mucho cache cultural para nosotros, eran muy cool. Definitivamente estaba demasiado nervioso para hablar con Mike. Los recuerdo como una gran banda, parecían agradables. Pero en ese show, no llegamos a conocerlos ni hablar mucho, solo hicimos nuestra parte y luego vimos el resto del espectáculo como fans. Fue una gran coincidencia y oportunidad simplemente compartir el escenario con una banda que admirábamos tanto en ese momento, a pesar de que no tuvimos mucha interacción directa con ellos.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

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