Bajo la aparente liviandad vocal de Silly subyace una introspección que nos sumerge en las profundidades de Miguela, su primer LP. Un título tan evocador como la historia que encierra: el nombre que su madre anhelaba ponerle. A través de él, Maria Bentes transita el sinuoso sendero en busca de su lugar en el mundo, compartiendo sus reflexiones más íntimas con total transparencia. Su trayectoria errante, desde las Azores a Lisboa pasando por Serpa, impregna la diversidad sónica del disco. Tras su EP previo Viver Sensivelmente, Silly desentraña en Miguela respuestas a interrogantes existenciales latentes en ella: ¿cuál es mi sitio?, ¿qué ruta he de seguir para alcanzarlo? El temor podría coartar esta exploración introspectiva, pero en su caso estimula aún más su inventiva. No os confundáis por su aparente pudor sobre el escenario: su devoción por la música convierte cualquier incógnita en materia prima para nuevas creaciones. Tal vez la solidez de esta carta de presentación radique en su empeño por aprender y conquistar autonomía creativa. Aunque los cimientos de su composición aniden en su formación clásica al piano y la guitarra, en temas como ‘Solitude’ asoma su gusto por el hip-hop, el jazz o la bossa nova tanto en los arreglos electrónicos como en el pulso. Pero rehúye encasillamientos estilísticos: encontramos reminiscencias al jazz en ‘Herança’ o a la bossa nova en la conmovedora ‘Vento Forte’. Entre procesos electrónicos y orquestales, Silly entrega un trabajo elaborado y genuino. En el proceso ha sido decisiva la estrecha colaboración del productor Fred Ferreira, tanto en el estudio como sobre las tablas. Aprovechando lo reciente de este lanzamiento y su actuación en la próxima edición del Primavera Sound de Porto, hemos tenido el placer de entrevistar a Maria.
Sin lugar a dudas ‘Miguela’ marca una interesante evolución tanto en lo musical como en lo lírico respecto a tu primer EP. ¿Qué elementos crees que han cambiado más notablemente en el enfoque de este primer LP?
El camino, el crecimiento y todas las cosas que aprendí. La forma de ver cómo se hacen las cosas y Fred, quien co-produjo el disco conmigo, fue la persona más importante en este proceso. Fue muy importante para mí ver de cerca cómo se construye un disco, el cuidado y el hecho de que no tuviera prisa en lo que hacía también fue un buen aliado en todo esto, y luego, por supuesto, las personas que colaboraron y con quienes pude aprender mucho también. Todo eso me ayudó a ganar más confianza y a minimizar mis inseguridades y a darme la fuerza necesaria para poner mi voz donde debería estar, mis letras afuera y la instrumentación en un lugar que me traduce muy bien.
El proyecto de Silly comenzó durante la pandemia, bajo unas circunstancias muy diferentes a las de la composición de este LP. ¿Sientes que quizás sin la introspección y el aislamiento propios de la pandemia este proyecto y este disco serían muy diferentes?
Todo me llevó al disco, claro. La introspección y esa voluntad de mirar hacia adentro, creo que es algo que siempre ha existido en mí. En la pandemia, cuando me vi obligada a hacer ese ejercicio de forma más intensa y aislada por motivos obvios, todo esto se agudiza aún más, sin duda.
A lo largo de este disco se intuye como en el corazón de estas canciones reside el poso clásico de las composiciones íntimas a piano y guitarra, pero alrededor de ellas revolotea el R&B, el hip hop e incluso el jazz. ¿Sientes que a la hora de componer tus canciones siempre piensas en términos más acústicos y posteriormente piensas como podrían expandirse?
Diría que no. Hay canciones en este disco que comenzaron exactamente por ahí, una guitarra o una idea al piano, como ‘Vento Forte’, por ejemplo, y terminaron quedándose en ese lugar, muchas otras comenzaron con instrumentación electrónica y fueron creciendo, nunca es fácil prever lo que va a suceder.
"La introspección y esa voluntad de mirar hacia adentro, creo que es algo que siempre ha existido en mí. En la pandemia, cuando me vi obligada a hacer ese ejercicio de forma más intensa y aislada por motivos obvios, todo esto se agudiza aún más."
Hablando un poco más sobre todos los estilos musicales encerrados en este disco y lo bien homogeneizados que están, sin destacar ninguno por encima de otro, ¿sientes que nunca piensas en tu música en base a los estilos musicales que puede contener?
Para mí, es peligroso pensar siquiera en eso. La necesidad de querer etiquetar o categorizar las cosas me asusta, y por eso, no tengo ningún enfoque parecido en mis creaciones. Todos los universos sonoros de este disco son cosas que existen en mí y soy todas ellas, ya sea en un ‘Vento Forte’ más acústico o en un ‘Fora Do Meu Quarto’ más electrónico. Claro que tengo muchas influencias y que están en lugares asumidos, pero luego la forma en que traigo eso a la composición acaba siendo muy inconsciente y recreativa.
A lo largo del disco, se intuye como las canciones están conectadas no solo a través de su instrumentación, sino también en la forma de desarrollarse, buscando respuestas a preguntas existenciales importantes. Cuándo estabas creando este disco, ¿pensaste mucho en la relación que guardan unas canciones y como podían crear una historia más amplia en su conjunto?
No, las canciones nos fueron guiando. Hasta cierto punto, canciones como la "intro" y los "interludios" no existían y esas sí fueron pensadas para ayudarme a crear un pegamento entre todos los temas del disco y a escribir este medio libro con principio, medio y fin. El resto fueron las canciones que aparecieron libremente y que tenían sentido unas con otras, lo cual es muy bonito.
A lo largo de tu vida has residido en tres lugares bien diferenciados de tu país. ¿Sientes que este disco también supone una especie de recapitulación de estampas muy marcadas de estos lugares en los que se ha desarrollado tu vida?
Siento eso con mucha fuerza. El carácter nómada en mi vida está muy presente en el disco, en las cosas que escribo, en los sonidos que se escuchan en él y en general en todo.
Me gusta mucho el papel que poseen las dos canciones que sirven como interludio a lo largo del disco. ¿Desde el principio sentiste que estas dos canciones eran muy necesarias y que aportaban más carácter al disco?
Los interludios en este disco me ayudan a contar la historia. El primero que escuchamos son mis hermanos y yo en el patio de casa en una noche calurosa del verano pasado cantando el estribillo de ‘Herença’ y el segundo son audios recogidos de las cintas VHS antiguas en las que yo, de niña, inventaba e improvisaba canciones, inventaba letras y cantaba.
"La necesidad de querer etiquetar o categorizar las cosas me asusta, y por eso, no tengo ningún enfoque parecido en mis creaciones. Todos los universos sonoros de este disco son cosas que existen en mí y soy todas ellas."
A lo largo del disco, en canciones como ‘Herança’, planteas profundas reflexiones sobre los vínculos y lo infinito del amor. ¿Sientes que al componer estas canciones has alcanzado un grado de vulnerabilidad que antes no habrías logrado en tu música?
Creo que sí, ‘Herença’ en mi caso es incluso para mi familia, una especie de homenaje. Esta vez pude exponer un poco más y abrir la puerta a mi mundo.
En relación al profundo análisis y las temáticas que planteas a lo largo del disco, ¿sientes que la composición de estas canciones también te ha revelado alguna respuesta o de alguna forma te ha ayudado a conocerte mejor a ti misma?
Totalmente, muchas veces, es después de escribir y ver lo que siento materializado en el papel que pienso para mí "Hmm, entonces era esto lo que estaba sintiendo". Es muy mágica esa sensación. Sin duda, estas canciones me fueron acercando cada vez más a mí misma y a lugares escondidos y profundos a los que aún no había llegado dentro de mí.
Siento que 'Nunca' es una canción muy importante en el disco, ya que contiene diferentes etapas donde hablas de la búsqueda de identidad, la autoaceptación e incluso las luchas internas. ¿Percibes que esta canción recoge la mayoría de las preocupaciones que querías mostrar en este disco?
No sé si eso fue una preocupación mía, sinceramente, una búsqueda siquiera. El disco se fue construyendo sin grandes ponderaciones de lo que debería abordar o no, excepto mi voluntad de contar mi historia, mi crecimiento, compartir mi vida. ‘Nunca’ es sin duda una canción importante y valiente para mí, porque esa exposición se vuelve un poco más literal y asumida.
Este disco también llega acompañado de contenido audiovisual tanto en tu página web como en forma de los videoclips que has grabado para algunas canciones del disco. ¿Qué importancia crees que tiene este material adicional en la experiencia auditiva de tu álbum para tus oyentes?
Todos los videos que usé son grabaciones antiguas mías y de mi familia, tenemos muchas horas de película grabadas en VHS y pasé algún tiempo viéndolas y emocionándome con ellas. Sentí que esas imágenes podrían ayudarme a contar mejor toda la historia de ‘Miguela’ y darle más forma. Creo bonita la forma en que las cosas se fueron juntando orgánicamente y me condujeron en esa dirección.
"El carácter nómada en mi vida está muy presente en el disco, en las cosas que escribo, en los sonidos que se escuchan en él y en general en todo."
David Jacinto accedió a colaborar rápidamente en ‘Disforma’ después de descubrir que formabas parte de un video enviado a la banda TV Rural donde aparecía una familia de siete personas cantando a todo pulmón una de sus canciones. ¿Tienes muchos recuerdos de este estilo compartiendo ratos musicales con tu familia?
Muchos. Sí, somos una familia grande, soy la mayor de seis hermanos. Recuerdo crecer escuchando los vinilos de José Mário Branco, Sérgio Godinho y Elis Regina en la sala de estar, y los viajes largos con todos en el coche cantando a todo pulmón TV Rural, mis hermanos, mis padres y yo, todos súper fans y disfrutando las canciones al unísono en el camino. Son recuerdos muy bonitos y fue realmente un gran privilegio y muy significativo para mí que David Jacinto aceptara mi invitación y la de Fred para cantar en ‘Disforma’.
A lo largo del disco los artistas con los que has colaborado resultan de lo más diversos. A nivel personal, ¿también sientes que los diversos colaboradores también han dejado huella en tu forma de ver tu propia música?
Sí, sin duda, y hay mucha gente involucrada en este disco de forma más o menos directa. Aprendí mucho, fue un gran viaje, un camino largo y muy importante para mí. Desde Alexandre Soares (GNR, Três Tristes Tigres) que se unió a nosotros en el estudio durante dos días para componer, y su forma de ver la estructura de una canción, hasta la forma en que Marcelo Camelo (Los Hermanos, Banda do Mar) construye una canción. Aldina Duarte también fue una colaboración importante y una ayuda en mi dicción y en "encontrar mi voz". Me siento muy afortunada de haberme cruzado en el proceso creativo con estos y tantos otros artistas y músicos que me hicieron sentir muy pequeña y me enseñaron mucho, mucho.
Pensando ahora en los potenciales oyentes de este disco, ¿qué temas o mensajes importantes esperas que los oyentes capturen de tu álbum ‘Miguela’?
Verdaderamente nunca pensé mucho en eso, solo me gustaría que tomaran las canciones como suyas. El mostrarse frágil es algo bonito, tal vez eso es lo que destaco y me gustaría que lo encontrasen, subrayaran y que resonara de alguna manera dentro de cada uno.
En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para la siguiente banda a entrevistar. ¿Cuál es la tuya?
¿Qué tan difícil es para ti dar nombre a las canciones? ¿Cómo sueles llegar allí?
Del mismo modo tengo una para ti a cargo de Andrew de MGMT: ¿Alguna vez has tenido una melodía que te vino inspirada por un sonido que has escuchado en la naturaleza al estilo de un canto de pájaro o maquinaria?
El proceso creativo siempre acaba siendo muy inconsciente, me gusta creer en eso, pero sí, ha habido sonidos, especialmente el viento golpeando con fuerza en las hojas verdes y el sonido del mar que escuchaba mientras hacía un sendero solo en Azores, que fueron los primeros pasos para mi canción ‘Água Doce’. Tengo ese recuerdo muy presente.

Fotografías por Dani K. Monteiro