El misterioso Sean Henry, conocido por su peculiar acto de publicar su propio obituario, nos sumerge en su último trabajo discográfico, 'HEAD'. Esta obra representa un viaje emocional que oscila entre las sombras de la desesperación y los destellos de optimismo, plasmando una metamorfosis personal profunda y conmovedora. 'HEAD' es el resultado de una intensa dedicación creativa que se extendió por dos años, naciendo de experiencias que rozaron la muerte y llevaron a Henry a un profundo cuestionamiento existencial. Sorprendentemente, lo que se inició como una exploración de los abismos mentales, floreció en una inesperada celebración de la vida. Musicalmente, el álbum se presenta como un audaz mosaico sonoro que entreteje hábilmente elementos del rock despreocupado, el grunge melancólico y las texturas del trip-hop. La colaboración con Brian Antonucci en la producción ha dado como fruto una mezcla magistral de guitarras acústicas distorsionadas, eléctricas saturadas y samples manipulados, creando un paisaje sonoro único y cautivador. Las composiciones de Henry se adentran en territorios como el aislamiento, la desconexión y la dualidad entre el mundo interior y exterior. Su enfoque se centra en transmitir estados emocionales más que narrativas lineales, resultando en canciones que funcionan como fotografías sonoras de sus vivencias recientes.
El disco fluctúa entre momentos de introspección susurrada y explosiones de energía descarnada, reflejando la tensión vital entre el bullicio de Nueva York y la serenidad de Connecticut. Esta dualidad geográfica ha sido fundamental en la formación de la identidad artística de Henry, nutriendo su creatividad con contrastes pronunciados. Entre las pistas destacadas se encuentra 'Jamproof', con su hipnótico ritmo de bajo y un estribillo inquietante, así como 'Burn It Out', una colaboración con Olivia O. de Lowertown que añade un toque de country alternativo al conjunto. El álbum concluye con una versión de 'In Heaven', extraída de la película 'Eraserhead', un guiño cinematográfico que encapsula perfectamente la atmósfera del disco: un mundo sombrío con destellos de luz. 'HEAD' se erige como un testimonio de la resiliencia de Sean Henry. A pesar de los contratiempos personales, incluyendo un incendio en su apartamento justo antes del lanzamiento, el artista ha logrado crear una obra que trasciende la adversidad, ofreciendo un viaje sonoro fascinante a través de los rincones más recónditos de su psique. Aprovechando la inminente salida del álbum a través del sello Double Double Whammy, hemos tenido la oportunidad de conversar en profundidad con el artista, explorando los entresijos de este proyecto tan personal y significativo.
Me fascina la historia de anunciarte como Sean Henry con un obituario en el periódico local. ¿Cómo influyó este acto simbólico en tu enfoque artístico?
Definitivamente fue una anécdota curiosa (risas). Representaba la muerte de mi antiguo yo, esa versión de mí que ya había cumplido su ciclo, y el nacimiento de alguien nuevo. Sentí que era un momento clave, una especie de renacimiento, donde dejaba atrás todo lo que ya no me servía y me abría a nuevas posibilidades.
Tu música parece estar profundamente arraigada en tus vivencias personales. En este contexto, ¿cómo crees que tus experiencias han influido en el sonido y las letras de 'HEAD'?
Este álbum documenta toda mi vida reciente. Es el resultado de un proceso muy personal y significativo para mí. Podría decir que es una especie de instantánea de los últimos años, capturando no solo los momentos que viví, sino también las emociones, los desafíos y las lecciones que aprendí en ese tiempo.
En muchas de tus canciones, se percibe una línea difusa entre la realidad y los sueños, como si estuvieras navegando entre dos mundos. Considerando esto, ¿qué papel juega esta dualidad en tu proceso creativo?
A veces, realmente me pregunto qué es real, y es algo que me sucede con más frecuencia de lo que podría admitir. No siempre estoy seguro de lo que es genuino y lo que no lo es, y ese sentimiento me acompaña en distintos momentos de mi vida. Intento capturar esos momentos de incertidumbre, esa sensación de estar en un espacio entre lo real y lo imaginado.
"Este álbum documenta toda mi vida reciente. Es el resultado de un proceso muy personal y significativo para mí."
Has mencionado haber tenido experiencias cercanas a la muerte, lo cual puede ser profundamente transformador. Desde esta perspectiva, ¿cómo crees que estos eventos han cambiado tu visión sobre la vida y la música?
Al ver la muerte de cerca o incluso al reflexionar sobre ella, surge una sensación de urgencia que es imposible ignorar. Es como si, de repente, te das cuenta de lo limitado que es el tiempo, y eso despierta una desesperación por crear, por dejar una huella y poner cosas en el mundo antes de que sea demasiado tarde.
Has descrito tu proceso de escritura y grabación de este disco como una "obsesión". ¿Cómo afecta esta intensidad creativa al resultado final de tu música?
No siempre es así con todos mis proyectos, pero con ‘HEAD’ ha sido diferente, un proceso increíblemente meticuloso, casi hasta un punto enfermizo, si soy honesto. He puesto una atención al detalle que no había experimentado antes, y eso me ha llevado a desarrollar mi oficio a un nivel completamente nuevo, especialmente trabajando con mi principal colaborador, Brian Antonucci. Juntos, hemos explorado y perfeccionado nuevas técnicas, desafiándonos constantemente para superar nuestros propios límites. A veces, incluso he tenido que replantear por completo lo que significa para mí hacer una canción, cuestionando todo lo que sabía y buscando formas de crear algo que realmente sonara nuevo para mí. Fue un desafío que, en muchas ocasiones, parecía una tarea imposible, pero esa dificultad lo hizo aún más emocionante.
Tus letras a menudo abordan temas de alienación y desconexión, pero también hay destellos de esperanza. En este sentido, ¿cómo equilibras estos temas aparentemente contradictorios en tu música?
Me propuse hacer un álbum que reflejara mi espiral descendente, un proyecto que inicialmente tenía la intención de capturar esos momentos oscuros y difíciles por los que estaba pasando. Sin embargo, en el proceso de creación, algo inesperado sucedió: encontré más esperanza de la que jamás podría haber imaginado. Fue como si, a medida que avanzaba en este viaje, esa esperanza se fuera revelando poco a poco, casi de manera natural, sin que yo la buscara activamente. Lo curioso es que ni siquiera fue a propósito; simplemente sucedió. Esa esperanza emergió de manera orgánica, transformando el álbum en algo mucho más complejo y positivo de lo que había planeado originalmente. Otras veces me siento como un fantasma y nadie puede verme. A veces no puedo conectar con nada. Intento escribir sobre eso para ver si alguien más conoce ese sentimiento.
En tus letras también, a menudo juegas con conceptos como la identidad y el olvido. Profundizando en esto, ¿qué buscas explorar a través de estos temas?
Todavía estoy tratando de entenderme a mí mismo, y es un proceso continuo que no parece tener un final claro. He llegado a aceptar que sé algunas cosas sobre mí, y una de ellas es que soy un escapista, lo cual reconozco como mi mayor vicio. A menudo, me encuentro deseando escapar de la realidad, prefiriendo no estar presente en ciertos momentos de mi vida. Es como si esa tendencia a evadir fuera una parte intrínseca de quién soy. No sé si mi música es una resolución a ese conflicto interno, porque no creo que haya llegado a resolverlo del todo.
"Todavía estoy tratando de entenderme a mí mismo, y es un proceso continuo que no parece tener un final claro. He llegado a aceptar que sé algunas cosas sobre mí, y una de ellas es que soy un escapista."
Siempre he pensado, tanto en este disco, como en los anteriores, que tu música está muy relacionada con transmitir también ciertos estados de ánimo. ¿Sientes que en muchas ocasiones buscar transmitir más bien como te encuentras más que contar una historia bien definida?
Eso tiene mucho sentido para mí, porque soy una persona extremadamente emocional. Las emociones no solo me afectan, sino que me dominan de una manera que a veces resulta abrumadora. A menudo, mis sentimientos son tan intensos que se convierten en la fuerza motriz detrás de todo lo que hago. Por eso, aunque reconozco que las historias tienen su importancia y su lugar, muchas veces me encuentro siendo demasiado vago para dedicarme a ellas por completo.
Mencionaste que viviste en una "casa punk" donde "la música nunca se detenía antes de las 2 AM". ¿Cómo influyó esta experiencia en tu proceso creativo para ‘HEAD’?
Viví en un local bastante peculiar cuando estaba trabajando en un álbum anterior, y esa experiencia fue bastante única. Era una especie de casa punk glorificada, un lugar lleno de carácter y energía cruda. La situación era tan inusual que, en vez de tener una configuración tradicional, alguien vivía literalmente debajo de mi mesa de la cocina. Era un espacio poco convencional, pero tenía su propio encanto. A pesar de las condiciones peculiares, una de las grandes ventajas era que podía hacer música ruidosa en mi habitación sin preocuparme demasiado por molestar a los vecinos. Esa sensación de pertenencia fue increíblemente importante para mí, porque es precisamente lo que siempre he querido: sentirme conectado y ser parte de algo significativo.
La soledad es un tema que parece resonar en muchas de tus canciones. En este contexto, ¿qué papel juega la soledad en tu proceso creativo y cómo se manifiesta en tus canciones?
Estoy solo la mayor parte del tiempo, y aunque la soledad puede ser difícil, también me proporciona el tiempo y el espacio necesarios para crear. Esa soledad, con todo su peso, me da la oportunidad de sumergirme en mi trabajo y explorar mis pensamientos y emociones más profundos. A menudo, es en esos momentos de aislamiento cuando encuentro la inspiración que necesito, y el dolor que siento se convierte en una fuente poderosa de creatividad. Sin embargo, a pesar de todo lo que he logrado gracias a esa soledad, ahora me doy cuenta de que ya no quiero estar solo.
En tus canciones, se percibe una constante tensión entre lo interno y lo externo, entre el yo y el mundo. Teniendo esto en cuenta, ¿cómo reflejas esta dualidad en tu música?
Soy una persona que, a menudo, está atrapada en mi cabeza, inmersa en un mundo interno que me resulta fascinante y estimulante. Es allí donde me siento más libre para explorar ideas, emociones y conceptos. Mi mente es como un espacio de juego infinito, donde puedo crear y experimentar sin límites. Sin embargo, también soy consciente de que, según lo que se espera de nosotros, todos debemos existir y participar en el mundo real.
Tu cover de ‘In Heaven’ de la banda sonora original de ‘Eraserhead’ cierra el álbum. ¿Qué te llevó a incluir esta canción y cómo crees que se relaciona con el resto de ‘HEAD’?
Me pareció apropiado que esta canción fuera el final de este proyecto, como una especie de conclusión que cerrara el ciclo de lo que quería expresar. Resulta que alguien que me gustaba la tenía en una lista de reproducción que estaba escuchando en ese momento. Entonces, decidí hacer una canción inspirada en la conexión de esa persona. De alguna manera, la canción se convirtió en una manera de expresar esos sentimientos a través de la música. Lo irónico es que, al final, esa persona nunca llegó a escucharla.
"Soy una persona que, a menudo, está atrapada en mi cabeza, inmersa en un mundo interno que me resulta fascinante y estimulante. Es allí donde me siento más libre para explorar ideas"
El título de tu nuevo álbum, 'HEAD', parece tener un significado especial. Considerando todo el proceso de creación, ¿qué significa para ti este título y cómo crees que representa el álbum en su conjunto?
En realidad, no significa nada en particular. La verdad es que simplemente me gusta cómo suena cuando lo digo y cómo se ve escrito. Hay algo en la forma en que se pronuncia o se presenta visualmente que me resulta atractivo, y eso es lo que me atrae.
Tu carrera ha oscilado entre Nueva York y Connecticut, dos lugares muy distintos. Teniendo en cuenta estos contrastes, ¿de qué manera crees que tu relación con estas ciudades ha moldeado tu identidad como artista?
Me pone en tensión. Nunca me siento del todo en casa. Nunca me siento cómodo. Nunca tengo tiempo suficiente para conectar realmente con la mayoría de la gente. Siempre ha sido un ir y venir. Nueva York siempre ha sido el lugar más emocionante y sorprendente para mí, desde que era niño. Ha cambiado para siempre mi música y nunca deja de inspirarme. Y Connecticut es mi origen. Pero es tan anticuado y extraño a veces, que su absurdidad también me impulsa a crear. Nueva York lo tiene todo y Connecticut tiene paz. Obtengo lo mejor de ambos mundos.
En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para la siguiente banda a entrevistar. ¿Cuál es la tuya?
¿Cuál es tu lanzamiento musical favorito del año hasta ahora?
Del mismo modo tengo una para ti del grupo Blood. Dice así: ¿quieres tener hijos?
Creo que sí.
