El lenguaje de Olivia’s World en ‘Greedy & Gorgeous’ no busca la complacencia ni la armonía fácil, sino exponer con crudeza las contradicciones que atraviesan sus composiciones. En su primer LP, la banda se adentra en la tensión entre lo instintivo y lo calculado, entre la imagen que se construye y la que se rechaza. Sus canciones funcionan como instantáneas de un pensamiento en continua fricción, alternando entre lo tangible y lo ilusorio. Desde el filo cortante de ‘Porcupine Girl’ hasta la mirada distante de ‘Beauty Bar’, el álbum revela sin filtros la vulnerabilidad de su discurso. Las letras, marcadas por una sensación de extrañeza constante, se nutren de lo cotidiano sin adherirse a ninguna narrativa estable. Olivia’s World se mueven con agilidad entre el hastío de ‘Healthy & Wealthy’, donde la promesa del bienestar se desmorona bajo su propio peso, y la desconexión de ‘Chemlab’, donde la mente se convierte en un espacio de simulaciones sin centro. La ironía de ‘Empresário’ desvela dinámicas de poder disfrazadas de atracción, dejando entrever un trasfondo de control y distancia emocional. A nivel sonoro, el álbum se construye sobre contrastes abruptos. Olivia’s World saben jugar con la estructura, alternando entre melodías que sugieren orden y giros que desestabilizan cualquier expectativa. ‘Sourgum’ avanza con un ritmo inconstante que amenaza con colapsar, pero encuentra su propio equilibrio en la inercia. ‘Weird Guy’ refuerza su tensión a través de una repetición casi obsesiva, mientras ‘Oskar’ y ‘Beauty Bar’ clausuran el disco con un tono ambiguo, donde la distancia entre lo aspiracional y lo mundano se vuelve irreconocible. Aprovechando lo inminente de este lanzamiento, hemos tenido el placer de entrevistar a la australiana Alice Rezende, líder y vocalista del grupo.
El álbum parece girar en torno a la tensión entre la búsqueda del bienestar y la insatisfacción que a menudo la acompaña. En 'Healthy & Wealthy', cantáis, "They say to level up don’t drink to get a buzz / all the while the morale is seriously low." ¿Pensáis que la obsesión por la salud y la productividad nos distancia del placer genuino?
¡Sí! Por supuesto. Hace mucho tiempo que la gente no puede sentir un placer visceral sin estar atormentado por la culpa capitalista. Los músicos ya no podemos ir de fiesta como en 1979. Todo el mundo se va directamente a la cama cuando termina el concierto. El bar está vacío a medianoche. Yo estoy en el gimnasio a las 9 de la mañana un domingo. ¿¡Qué está pasando!?
'Greedy & Gorgeous' parece reflejar la ansiedad contemporánea sobre el bienestar, la imagen personal y la percepción pública. ¿Cómo trasladasteis esta idea a la instrumentación y a los arreglos del álbum?
La verdad es que no tengo mucha formación musical en general, así que no puedo decir que mis elecciones estén exactamente premeditadas… Creo que para el álbum he seguido adelante con los restos de musicalidad que tengo, que básicamente son eso: corazonadas. Los chicos sí que dominan más sus habilidades de composición a la hora de escribir sus partes, así que quizá el contraste entre mis pinceladas toscas y sus aportaciones melódicas ha dado lugar a buenas canciones.
'Porcupine Girl' juega con la idea de la adaptación y la individualidad, con frases como "How does the mind grow? You asked me slow." ¿Creéis que crecer inevitablemente implica dejar partes de uno mismo atrás para encajar?
¡No! Al contrario. La misión de mi vida es proteger a mi “yo” interior, ese bebé tonto que todos llevamos dentro. Quiero decir, por supuesto que eso es lo que el sistema quiere que hagas: que te olvides de quién eres y te conviertas en parte de una colmena. Pero tienes que mantener viva la llama, cariño. Esa línea de 'Porcupine Girl' habla más bien de la sabiduría y de cómo es algo cíclico: a veces la tienes y a veces no, y tienes que salir a dar un paseo para encontrarla.
"Hace mucho tiempo que la gente no puede sentir un placer visceral sin estar atormentado por la culpa capitalista. "
Vuestras letras tienen un sentido del humor particular, con juegos de palabras y referencias irónicas. ¿Veis la ironía como una forma de tomar distancia frente a temas incómodos o como una herramienta para abordarlos más directamente?
No diría que es ironía, porque la ironía conlleva una perspectiva un poco cansada de todo. Diría que se trata más bien de ser graciosa. Mucha gente se toma las letras de sus canciones demasiado en serio. Y luego hay mucha gente que escribe líneas divertidas. A mí simplemente me gusta escribir frases de humor slapstick.
Algunas canciones del álbum exploran la nostalgia y el recuerdo de ciertos momentos, pero sin caer en el sentimentalismo. ¿Os interesa plasmar la memoria como una imagen fija o como algo que sigue transformándose?
Me alegra mucho que digas que no cae en el sentimentalismo, porque para mí las canciones sí que se sienten a veces un poco indulgentes. Cuando las toco en directo, intento hacerlas más rock para que la gente no ponga los ojos en blanco. Para mí, la memoria es definitivamente un montón de imágenes que combinas y transformas en algo un poco más jugoso. Creo que algunos recuerdos tienen partes visuales muy vívidas. La canción 'Oskar', por ejemplo, describe una de las calles donde vivía en Vancouver con un grupo de chicos australianos. Ninguno de ellos quería ir conmigo a conciertos punk, y había un local DIY al final de nuestra calle, como a ocho manzanas. Yo me presentaba allí pasada de copas porque me ponía muy nerviosa ir sola, aunque conocía a gente allí, como mi colega Oskar.
La incorporación de nuevos miembros aportó una energía diferente a la banda, sobre todo en las presentaciones en directo. ¿Cómo trabajasteis para capturar esa energía en la grabación del álbum?
Nuestro nuevo batería Daan y el guitarrista Jordan son más punks duros. Les gustan Sepultura y Metallica. Pero también les gusta la música de chicas, así que fue una tensión interesante. Jordan tocaba antes en TV Colours (entre otras bandas) y es uno de los mejores guitarristas que he conocido en mi vida. Compuso sus partes muy rápido, lo cual ayudó porque no tuvimos mucho tiempo para preparar el último conjunto de canciones. Daan también es un batería muy enérgico y potente. Creo que tuvo que contenerse bastante en algunas canciones más estables y tranquilas, algo que fue nuevo y quizá un pequeño desafío para él, pero esa energía se siente incluso cuando se contiene, y eso beneficia a los temas.
El álbum mantiene todavía una fuerte conexión con el indie twee, pero al mismo tiempo, parece ampliar el sonido de la banda. ¿Cuál fue el proceso para evolucionar vuestro sonido en este álbum?
Joe y yo tenemos un interior muy suave, pero por fuera estamos llenos de rabia contra el sistema. Mis influencias musicales principales son bandas twee y riot grrrl. El problema con la historia del twee es que se ha simplificado en exceso. En realidad, es un proto-género muy amplio que dio lugar a un montón de bandas new wave y de post-punk minimalista. Heavenly, The Pastels, The Go-Betweens, Dick Diver, Beat Happening, The Softies, The Pains of Being Pure at Heart, todos ellos son twee. Creo que para 'Greedy & Gorgeous' nos permitimos atiborrarnos un poco más de guitarras más pesadas y ruidosas, algo que no habíamos hecho antes. Pero sigue habiendo un montón de sencillez.
"Para mí, la memoria es definitivamente un montón de imágenes que combinas y transformas en algo un poco más jugoso. "
Hay momentos en el álbum que se sienten muy crudos, como en 'Sourgum', y otros que parecen más calculados, como en 'Beauty Bar'. ¿Cómo decidisteis qué canciones necesitaban una producción más espontánea y cuáles requerían un enfoque más refinado?
Como buena Libra, me encanta el equilibrio. 'Sourgum' se compuso de manera muy espontánea y rápida, y así se percibe. 'Beauty Bar' era mi homenaje a las Girly-Sound Tapes de Liz Phair, que fueron demos que grabó con una Tascam 464, creo. Estaba escuchando un podcast que explicaba que vivía en una casa compartida cuando grabó esas demos en 1991, y que, como las grababa de noche, cantaba todo súper bajito para no molestar a sus compañeros de piso. Yo grabé la demo de 'Beauty Bar' de noche en mi Tascam DP-008 Pocket Studio, y quería mantener muchas de las pausas raras que tenía la demo, como la intro larga. ¡Pero nunca fue mi intención refinarla demasiado!
Aunque 'Greedy & Gorgeous' no es un álbum conceptual en el sentido tradicional, sí que parece haber una narrativa recurrente de exploración personal y de contradicción entre la racionalidad y el instinto. ¿Concibisteis el disco como una historia con un hilo conductor o cada canción se desarrolló por separado?
Definitivamente, cuando empezamos a escribir y recopilar las canciones, no hubo en ningún momento una intención consciente de crear un hilo conductor que uniera todas las piezas del álbum. Al final, lo que emergió fue un relato bastante claro y coherente sobre mi propio proceso de crecimiento y cambio a lo largo del tiempo. Es la historia de mi ego madurando y enfrentándose a nuevas realidades
En 'Porcupine Girl', hay un juego interesante entre la forma de frasear y la métrica vocal. ¿Cómo abordasteis la relación entre melodías vocales y ritmo instrumental en este álbum?
Siempre me ha parecido divertido jugar un poco con el ritmo y despistar al batería retrasando ligeramente la entrega de una línea. Es un pequeño truco que añade un toque de dinamismo a la canción sin romper el flujo general.
El álbum tiene una cualidad casi cinematográfica en la forma en que transporta al oyente a distintos estados de ánimo. ¿Os inspiró alguna película u obra literaria durante el proceso de composición?
¡La verdad es que no! Suena un poco ignorante, lo sé. De las nueve canciones, siete hablan de experiencias reales de la vida, momentos que viví y que de alguna manera se quedaron conmigo. Las otras dos son totalmente inventadas y salieron de sueños, aunque al final, incluso esas terminan sintiéndose cercanas, como si también formaran parte de mi historia.
Si alguien descubriera 'Greedy & Gorgeous' dentro de 50 años, ¿qué os gustaría que entendiera sobre la época en la que fue creado?
Que era un infierno capitalista donde la gente tenía que preocuparse por el dinero todo el tiempo, incluso cuando solo querían disfrutar de cosas simples y cotidianas.
"Al final, lo que emergió fue un relato bastante claro y coherente sobre mi propio proceso de crecimiento y cambio a lo largo del tiempo. Es la historia de mi ego madurando y enfrentándose a nuevas realidades"
En todas nuestras entrevistas, nos gusta que cada artista deje una pregunta para la siguiente persona con la que hablamos. ¿Cuál sería la vuestra?
¿Cuál es el mejor videoclip musical de todos los tiempos?
Del mismo modo, tengo una pregunta para vosotros de Noah Lennox de Panda Bear. Dice así: ¿Creéis que hacer música debería tener un propósito?
Sí: el propósito es evitar que todos nos volvamos locos.