MGMT se encuentran a las puertas de publicar Loss Of Life, su primer álbum de estudio en más de cinco años, estando ante una referencia con la que comprender una vez más lo inquieto de su espíritu creativo. Sintiendo como son una banda que con cada disco logran alejarse de lo que se espera de ellos, dando rienda suelta a una forma de hacer canciones tan extravagante como reconfortante en fondo y forma, esta nueva entrega nos deja al dúo yendo más directos al grano que nunca. Sin enrevesarse en las producciones más densas y repletas de múltiples elementos del pasado, precisamente en esta ocasión la vía de experimentación adoptada consiste en simplificar su propuesta para sugerir lo máximo con el número mínimo de elementos posibles. Temas como ‘Nothing To Declare’, ‘People in The Streets’ o ‘I Wish I Was Joking’ logran con una pasmosa sencillez aumentar nuestro ritmo cardiaco sin hacer uso de texturas inmersivas. Apostando por el instinto melódico siempre certero a lo largo de los casi veinte años de su trayectoria, este disco destapa de nuevo a un grupo realmente especial, conocedor de una forma precisa de conducirnos por estados de ánimo que resultan de lo más realistas.
Con un trasfondo donde la oscuridad que subyace en su discografía está de nuevo presente, pero apostando más que nunca por ser conocedores de esas sombras para mimetizarse de ellas y así encontrar una mayor serenidad, este Loss Of Life no es para nada una obra que recoge un relato apocalíptico y devastador. Realizando el mayor ejercicio de consciencia, no solo sobre su música, sino también sobre el panorama global, MGMT encuentran la belleza en sus canciones a base de fijar su vista y pensamientos en lo que tenemos, no en lo que anhelamos. Bajo este principio, canciones como la propia ‘Loss of Life’ que cierra el disco, dejan ese poso profundo de reflexionar en como el amor lo atraviesa todo de forma intrínseca, incluso los momentos más críticos. Detalles que convierten esta obra en la que seguramente sea la más completa de Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser hasta la fecha. Aprovechando todo lo interesante que esconde esta referencia, esta es la entrevista que mantuvimos con ellos.
Siento que cada uno de vuestros trabajos es una pequeña reinvención personal, buscando siempre hacer cosas nuevas y no aferraros a ninguna etapa anterior de vuestra carrera. ¿Sentís que a la hora de poneros a componer un nuevo disco siempre pensáis mucho en lo que habéis hecho hasta el momento para tratar huir de ello?
Ben: quizás no se trata tanto de alejarse de algo, sino más bien que creo que es parte de nuestro ADN. Siempre solemos tener intereses muy variados y nos gusta probar todas las novedades que surgen en nuestras cabezas. Creo que cuando llega el momento de componer un nuevo disco, este mecanismo se activa de forma automática y por eso no repetimos las cosas a como las hemos hecho en el pasado.
Escuchando en profundidad este nuevo disco, siento que de alguna forma es el disco en el que más os habéis aproximado a un formato de canción pop más clásico y melódico, logrando que la mayoría de los temas resulten muy tarareables. ¿Creéis que en esta ocasión habéis sentido que el núcleo de las canciones que componíais queríais que fuese más directo y sencillo?
Andrew: Diría que definitivamente sí, siendo un gran desafío artístico para nosotros hacer eso. Muchas veces a lo largo de los años, hemos experimentado con cosas abrumadoras, como capas múltiples y efectos sonoros muy alucinados para crear momentos que eran abrasivos con los que líricamente poder sugerir cosas que eran muy misteriosas. Con un simbolismo muy poderoso. Creo que eso sigue siendo una gran parte de nosotros y del ADN con el que pensamos los temas. Por otro lado, para este álbum, queríamos hacer algo que nos desafiara a hacer algo más directo, más simple y más crudo en muchos aspectos.
Algo que pienso es que en este disco también habéis alcanzado una nueva cota experimental precisamente atreviéndoos a probar estructuras más convencionales en vuestra música como ese final tan bonito, melódico y cinematográfico de ‘Nothing Changes’. ¿Desde dentro sentís que la parte experimental de este disco ha sido precisamente probar como funcionaban cosas alejadas de lo enrevesado?
Ben: somos una banda que se siente muy cómoda jugando con estructuras y haciendo juntos cosas de formas menos convencionales, supongo. Sin embargo, de alguna forma queríamos desafiarnos a nosotros mismos a ser más selectivos con lo que incluir en este disco. Siempre generamos mucho material y muchas pistas, por lo que en esta ocasión buscamos quitar cosas. Algo parecido a tallar una escultura de un bloque de piedra con la máxima definición posible. Creo que esta filosofía nunca la habíamos aplicado. Así que supongo que para nosotros fue un poco un experimento, pero creo que realmente ayudó a enfocarnos más en el objetivo de transmitir lo que queríamos. Ser más directos y más emocionales, buscando que los pasajes instrumentales o las partes que no nos encajaban con los sentimientos que queríamos transmitir, debían de desaparecer.
"En este disco buscamos ser más directos y más emocionales, tratando que los pasajes instrumentales o las partes que no nos encajaban con los sentimientos que queríamos transmitir desapareciesen."
Viendo tan solo el título del disco se podría pensar desde fuera que el disco va a ser muy oscuro y que continuaría con la temática de algunas canciones de vuestro anterior disco. Sin embargo, luego lo escuchas y siento que más que refugiarse en la oscuridad, trata de escapar de ella. ¿Desde dentro sentís que este disco tiene más esperanza de la que parece?
Andrew: Creo que sí, es un título que mucha gente vería y sacaría esa conclusión de que sería más oscuro y menos esperanzador, incluso dentro de nuestro último álbum. Pero creo que es solo una cuestión de perspectiva. La muerte o el final de algo también es, de la misma manera, el comienzo de algo nuevo y hay una gran lección de vida en poder aceptar que algo se ha ido, incluso si es una parte de ti mismo que realmente apreciabas, o si era otra vida. A nivel de contenido creo que este disco es muy reflexivo, tratando de que la gente que lo escuche se sienta esperanzada y reconfortada.
Ben: tanto en términos de comodidad en el sentido de creo que va a estar todo bien y apacible. Creo que es más como encontrar consuelo dándote cuenta precisamente de que nunca nada estará bien, siendo conscientes de ello con total serenidad. Siento que plantear ese ejercicio es realmente importante, como del mismo modo es no es como esconderse de la verdad o de las partes más aterradoras de la realidad que nos rodea. Lo que buscamos en este disco es precisamente descubrir cómo encontrar paz en eso, hasta alcanzar esa situación en la que podemos seguir viviendo y que nuestras vidas tengan mucho sentido, aunque realmente sabemos que estamos condenados de alguna manera.
El final del disco con la canción ‘Loss Of Life’ me gusta un montón, sonando muy grandilocuente y con esa especie de apocalipsis sonoro que encaja a la perfección con la letra. ¿Sentisteis que fue complicado encontrar ese final a nivel sonoro que encajase también con lo que sugiere la letra?
Andrew: Fue un desafío, aunque en este disco teníamos claro que había varios arcos emocionales y sonoros que teníamos que establecer desde un primer momento. Dentro de todo esto sabíamos que ‘Loss Of Life’ tenía que cerrar el disco y ejercer de algún modo como de pista destacada. Es un poco similar a lo que hicimos hace un tiempo con ‘Congratulations’. Nos gusta lograr una experiencia de escucha de álbum que te lleve por un viaje emocional. Y así que sí, el desafío con la última canción fue hacer algo que resumiera toda la montaña rusa de emociones del disco, pero también que estableciera un mensaje o tono final. Es una canción que no tiene batería y es bastante escasa en muchas secciones. Así que las voces y las letras están un poco desnudas. Pusimos especial cuidado en escribir sobre el amor cuando todo alrededor resulta agobiante y apocalíptico. Eso fue definitivamente un desafío porque quieres que suene efectivo y auténtico, pero quieres evitar los clichés y evitar temáticas manidas de letras que tratan sobre el amor.
Hablando de la segunda parte de la canción ‘Loss Of Life’, con la que precisamente se da inicio al disco, aparece un discurso acompañado de una melodía apaciguadora, logrando un gran contraste entre lo que sugiere el discurso y la música. ¿Tuvisteis muy claro desde un primer momento que el disco tenía que empezar de esta forma?
Ben: Teníamos la parte instrumental con la que habíamos estado trabajando por un tiempo y pensábamos que iba a ser una especie de introducción al álbum, y teníamos la idea de que el álbum iba a terminar con ‘Loss of Life’. Luego, no sé, mientras trabajábamos en ello, creo que sentimos que necesitaba de algún otro elemento y Andrew contactó a nuestro amigo cuyo padre grabó muchas grabaciones de él mismo leyendo poesía. Esta grabación en particular coincidió perfectamente con la duración de la pista que teníamos y encajaba en todos los momentos correctos. Fue bastante increíble lo bien que se sincronizó sin que nosotros tuviéramos que hacer nada realmente, así que simplemente parecía un momento de serendipia.
‘Mother Nature’ fue el primer single que sacasteis del disco, siendo una canción que funciona a la perfección como single, pero además de ello, ¿sentís que el contenido de esta canción puede representar muy bien el tono general del disco y que eso también os ayudó a sacarla como su carta de presentación?
Ben: Bueno, supongo que hay que decir que hubo mucha influencia de Elden Ring en ese momento (risas). Podría ser una razón por la que hay algunos elementos fantásticos. Pero creo que tienes razón en que intenta establecer el tono del álbum y hacer que la gente sepa que los estamos animando a dejar ir y sentirse libres de participar en la fantasía del álbum y, ya saben, perderse tanto como sea posible. Pero creo que también, para mí, las letras encapsulan nuestra relación como amigos y banda a lo largo de los años, mostrando ese tira y afloja creativo cuando estamos empezando a hacer un nuevo álbum, donde nos sentimos como si estuviéramos tratando de averiguar cómo hacer que él otro suba al barco del otro. Creo que las letras se adentran se adentran en ese sentimiento constante.
"Las letras de ‘Mother Nature’ encapsulan nuestra relación como amigos y banda a lo largo de los años, mostrando ese tira y afloja creativo cuando estamos empezando a hacer un nuevo álbum."
‘People In the Streets’ para mí es una de esas canciones que suena a clásico inmediato y que sugiere imágenes muy potentes, teniéndolo todo para ser una de esas canciones que perduran en la memoria a largo plazo. ¿Estáis especialmente orgullosos de esta canción y sentís que es bastante importante en el conjunto del disco?
Andrew: fue una de las primeras canciones que terminamos y, de alguna manera, una de las primeras canciones que comenzamos, además es una de las que contiene ideas más antiguas junto a ‘I Wish I Was Joking’. Quizás gracias a ‘People in the Streets’ sentimos de lleno que lo que estábamos creando estaba cuajando bien y tenía sentido. Fue de hecho la primera de la que tuvimos una versión bastante completa de la letra y todo. Creo que es bastante representativa del álbum y del tipo de paleta emocional. También posee una cualidad políticamente vaga en ella, pero es más existencial que políticamente explícita.
‘Phradie’s Song’ es la canción más íntima y delicada del disco, sonando casi como una nana. ¿Esta canción tiene alguna inspiración en la difunta cantante de ópera Phradie A. Wells o no tiene nada que ver con ella?
Andrew: Sí, es un poco una canción de cuna. Phradie Wells es mi tatarabuela y siempre me ha gustado mucho su nombre. No la conocí realmente. Pero hace unos años, me enviaron su obituario, y contaba toda su historia sobre cómo comenzó en un pequeño pueblo en Kansas City o cerca en algún lugar de Missouri y luego, años después, se convirtió en una especie de soprano exitosa y algo famosa en el Metropolitan Opera de Nueva York, en la década de 1920. Pero en este obituario, se puede ver cómo ella misma nunca tomó en serio realmente lo que hacía y toda esta historia simplemente resonó conmigo. No solo por ser un miembro de la familia sino también, en cierto modo, el camino que ha tomado mi vida con MGMT y cómo siempre he sentido esa falta de seriedad con lo que hago. Me refiero, frente al hecho de lograr una música que siempre se perciba como real, auténtica y profunda, siempre creo que he tomado un camino diferente con este grupo.
El vídeo que pusisteis para ‘Bubblegum Dog’ me resultó de lo más divertido con ese momento del slime rosa como el broche final al caos que contiene. ¿Sentís que durante su grabación hubo muchas escenas espontáneas que se acabaron incluyendo debido a lo bien que lo tuvisteis que pasar haciéndolo?
Ben: Sí, absolutamente. Nunca hemos tenido ese tipo de experiencia haciendo un video donde simplemente lo sintiésemos como un flujo constante de buenas ideas que seguían llegando y probando cosas nuevas. Tom y Julia, que dirigieron ese video, creo que fueron increíblemente buenos tanto en mantener el enfoque en el panorama general y lograrlo, pero también estaban muy abiertos a lo que sucediera en el camino. Por lo tanto se fueron dando situaciones más caóticas como las del vídeo y no dudaron en sacarlas adelante.
Este es el primer disco de estudio que publicáis fuera de Columbia, fichando por un sello independiente como es Mom+Pop. ¿Desde dentro sentís que este cambio dejando una multinacional ha sido importante en vuestra forma de trabajar y desarrollar este disco, centrándoos solo en la parte musical?
Ben: Sí, siento que de alguna forma se ha basado en eso. Bueno, supongo que, para empezar, creo que nuestro enfoque fue diferente al hacer este álbum, simplemente estando fuera de cualquier cosa relacionada con el negocio de la música, y no tener que pensar en plazos y demás cosas relacionadas con ello. Simplemente abordar el álbum desde el principio, estando en una larga pausa debido al COVID, no queríamos lidiar con nada relacionado con los sellos discográficos en absoluto. Enfocamos todo el disco teniendo esta idea en mente. Y no fue hasta que todo el álbum estaba mezclado y masterizado que comenzamos a buscar un lugar para lanzarlo. Esta es la primera vez que realmente nos sucedió eso. Así que fue una experiencia bastante única. Y fue algo que realmente disfrutamos.
"Como nunca diferenciamos entre lo que hacemos como banda de lo que hacemos como amigos, siento que al final todo el tiempo las cosas que hacemos juntos repercuten también en el grupo. "
El 11 de noviembre del 2022 publicasteis 11-11-11, un disco en directo que grabasteis por aquel entonces hace 10 años con motivo de una exposición de Maurizio Cattelan en el Guggenheim de Nueva York. Después de tantos años, ¿cómo percibís esa grabación y que sentís que os aportó como banda?
Andrew: Creo que fue una buena experiencia para nosotros volver a visitarlo y escucharlo y mezclarlo con Dave Friedman, después de todos esos años. Porque creo que lo importante de hacer eso, mientras estábamos haciendo este nuevo álbum, es que queríamos preservarlo como un documento. No le dimos muchas vueltas a la edición, así que es bastante fiel a la actuación real. Y hay muchas cosas que considero como errores o que haría de manera diferente, o ideas que añadiría, pero terminamos pensando que se tenía que parecer al máximo a la actuación de su momento, queriéndolo lanzar de esta forma. Creo que dejar de lado la necesidad de que sea perfecto es la misma energía que estábamos trayendo a nuestro nuevo álbum con las colaboraciones y cosas así. Simplemente disfrutar de la libertad de tener nuestro propio sello discográfico y poder volver y lanzar algo que es más como una leyenda profunda para los fans. No lo lanzamos esperando a meterlo en las listas de éxitos o algo así. Es muy divertido tener el control sobre todo lo que haces.
Siendo un dúo con tantos años de amistad y carrera a vuestras espaldas, ¿sentís que tanto el poder tener una carrera artística tan interesante y fascinante viene precisamente de saber cómo separar vuestra relación de amistad de vuestra relación profesional?
Ben: No, al revés. Creo que proviene de tener nuestra relación profesional basada puramente en la amistad. Como nunca diferenciamos entre lo que hacemos como banda de lo que hacemos como amigos, siento que al final todo el tiempo las cosas que hacemos juntos repercuten también en el grupo. Siento que esa es la clave para que MGMT esté durando tanto tiempo. No lo puedo concebir de otra forma diferente.
En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para la siguiente banda a entrevistar. ¿Cuál es la vuestra?
Andrew: ¿Alguna vez has tenido una melodía que te vino inspirada por un sonido que has escuchado en la naturaleza al estilo de un canto de pájaro o maquinaria?
Del mismo modo tengo una para vosotros a cargo de Alice Phoebe Lou: ¿Cuál fue el primer disco que escuchaste que te hizo querer hacer música?
Ben: Creo que, posiblemente, ‘Full Moon Fever’ de Tom Petty. Porque mi padre lo ponía todo el tiempo y me encantaba. Estaba realmente metido en eso. Así que quería aprender a tocar la batería y hacer grabaciones.
Andrew: Diría que ‘The White Album’ de los Beatles. Porque creo que probablemente fue fuese el disco que mis padres me ponía más de pequeño. Fue la primera vez que me sentía sonoramente en una aventura. No sabías si eran conscientes del proceso de composición del disco o simplemente estaban divirtiéndose en el estudio. Creo que ese planteamiento me encantó. Incluso cuando era un niño muy pequeño, pensaba "Oh, estas personas se están divirtiendo". Como realmente no sabía nada sobre quiénes eran los Beatles, es decir, su contexto creo que fue como una apertura de mente para mí a una edad muy temprana.
Fotografías por Jonah Freeman
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.