Entrevistamos a

Mei Semones

"Siempre intento que mis letras sean lo más directas y claras posibles, porque para mí es importante transmitir las ideas de manera sencilla, sin demasiadas vueltas. "



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Convertirse en un animal. No como acto salvaje, sino como forma de recordar la inmediatez de los gestos y la fuerza primitiva de los vínculos. En ese cruce entre naturaleza y vida urbana se instala ‘Animaru’, el primer LP de Mei Semones. Desde una banda que ha abandonado las capas artificiales del estudio para tocar en sincronía en una granja de Connecticut, el disco se construye casi como un diario de pequeños rituales diarios donde no hay lugar para lo grandilocuente. A través de piezas como ‘Dumb Feeling’ o ‘Tora Moyo’, Semones escribe desde una sensación de pertenencia que se revela en los detalles mínimos: un paseo por Nueva York, el tacto de la guitarra, la memoria compartida con una hermana. La estructura del álbum permite que canciones como ‘Dangomushi’ o ‘Donguri’ respiren sin apuro, navegando entre cuerdas limpias, silencios y ritmos que se estiran como si replicaran el movimiento de un insecto o el de una semilla en el bosque. Cada título es una imagen que evoca lo diminuto y lo resiliente. En ‘Rat With Wings’, la voz de Semones parece flotar sobre una instrumentación que juega con métricas irregulares sin perder la transparencia melódica. ‘Zarigani’, penúltimo corte, perfila los límites de una infancia transformada en presente tangible. El equilibrio entre japonés e inglés no suena como un efecto buscado, sino como la continuidad de un mismo lenguaje íntimo. ‘Animaru’ no se presenta como relato cerrado, sino como un tránsito donde cada canción parece guardar el eco de algo todavía en movimiento. Aprovechando lo inminente de este lanzamiento, hemos tenido el placer de entrevistar a Mei.

¿Cuál fue la primera canción que escribiste para el álbum y qué te hizo sentir que estabas empezando algo más grande que un EP?

Creo que la primera canción que escribí para el álbum fue 'Dumb Feeling', estoy bastante segura. Es también la primera canción del disco. No sé, supongo que no lo pensé mucho como un gran nuevo comienzo ni nada. Siento que mi proceso de hacer música y escribir canciones siempre ha sido simplemente escribir una canción y, si me gusta, publicarla. Así que creo que fue en esa misma línea de seguir escribiendo canciones, y eso terminó siendo, sí, el comienzo del nuevo álbum.

 

El título del álbum, 'Animaru', viene de la forma japonesa de pronunciar “animal”. ¿Hubo algún animal específico que te acompañara simbólicamente o emocionalmente durante el proceso de escritura?

Siento que había varios animales que me venían a la mente, dependiendo de la canción. Es un tema que atraviesa todo el álbum. Déjame pensar... La segunda canción del álbum se llama 'Dangomushi', que significa bicho bola, un insecto pequeño. La tercera se llama 'Tora Moyo', y “tora” significa tigre, así que ese es otro. También está 'Rat With Wings' y 'Zarigani', que significa cangrejo de río. Y 'Donguri' significa bellota, que me recuerda a una ardilla. Así que, a lo largo del álbum, diferentes animales aparecen y desaparecen. Pero creo que el animal principal de todo el disco sería 'Rat With Wings', que también aparece en la portada.

El álbum fue grabado en un estudio situado en una granja junto a tu banda. ¿Recuerdas algún momento especial de esos días que capture bien la atmósfera de las sesiones de grabación?

Sí, creo que gran parte del álbum consistió en intentar capturar la energía de la banda, y el hecho de que estuviéramos todos juntos tocando en el mismo espacio contribuyó muchísimo. Fue nuestra primera vez grabando todos en el mismo sitio. Antes solíamos grabar por capas, sin estar todos necesariamente presentes a la vez. Así que estar en la granja ayudó mucho a lograr ese sonido. Además, los ruidos de fondo de la granja, como las vacas o los grillos, también quedaron integrados en el álbum.

Además, tu madre creó todo el arte del disco. ¿Le diste libertad total para interpretar tu música visualmente o compartiste ideas, sonidos o referencias emocionales antes de que empezara a trabajar?

Normalmente tengo una idea general de lo que quiero. Para la portada, sabía que quería que fuera una rata con alas. Y para cada sencillo, también tenía una idea básica. Ella toma esas ideas y se encarga de ejecutarlas y de hacer que el resultado visual sea el mejor posible. Así que diría que es una combinación: yo aporto la idea básica y ella la convierte en algo que funcione como arte del álbum.

"Incluso cuando escribo sobre otra persona, en realidad sigo escribiendo sobre mí misma, sobre cómo me siento respecto a esa persona o nuestra relación."

Hay canciones en el disco que hablan del amor familiar desde un lugar muy presente y casi físico, más que desde la nostalgia. ¿Sientes que escribir sobre alguien cercano es muy diferente a escribir sobre ti misma?

Supongo que no, la verdad. Creo que todo se mezcla. Incluso cuando escribo sobre otra persona, en realidad sigo escribiendo sobre mí misma, sobre cómo me siento respecto a esa persona o nuestra relación. Así que no se siente muy diferente, la verdad. Lo siento todo como parte de la vida en general.

Hablando de ‘Zarigani’, en cierto modo es una carta de amor a tu hermana. ¿Cómo fue enseñarle esa canción por primera vez?

Siento que realmente no hubo un momento concreto en el que se la mostrara oficialmente. Creo que la habrá escuchado ahora que el disco está publicado, pero no fue como un: "Mira, he escrito una canción para ti". Simplemente es una canción que escribí sobre ella y para ella, así que no hubo un momento específico de enseñársela, si eso tiene sentido.

En el álbum aparecen imágenes de la infancia sin dramatismo ni idealización. ¿Hubo algún recuerdo específico que te ayudara a desbloquear la escritura de alguna canción?

Sí, creo que 'Zarigani' tiene mucho de eso. Las primeras líneas de la canción hablan de ir al arroyo cerca de mi casa a atrapar cangrejos de río, algo que hacíamos de pequeños. Íbamos al arroyo a ver qué peces y cangrejos había. Esa canción se inspiró en recuerdos de infancia. Creo que esa es la principal que mira hacia mi niñez.

 

A lo largo del álbum, hay una transición muy natural entre el inglés y el japonés. ¿Sientes que hay emociones que puedes expresar más libremente o con más énfasis en un idioma que en otro?

No lo creo. Mi forma de expresarme, en realidad, se mantiene igual sin importar el idioma que esté utilizando. Siempre intento que mis letras sean lo más directas y claras posibles, porque para mí es importante transmitir las ideas de manera sencilla, sin demasiadas vueltas. Por eso, ya sea que escriba en un idioma o en otro, el estilo de expresión sigue siendo el mismo: busco ser honesto y transmitir las emociones de la forma más inmediata y transparente que puedo.

En el vídeo de 'Dumb Feeling' te vemos caminando por Nueva York, mezclando rutina y asombro. ¿Qué te inspiró a mostrar tu vida cotidiana de una forma tan íntima y no específica en ese vídeo?

La canción trata sobre vivir en Nueva York y sobre lo feliz y contenta que estoy con la vida que tengo aquí: mis amigos, mi banda, la música que hacemos juntos. Es una celebración de todo eso que forma parte de mi día a día y que me hace sentir bien. Cuando pensamos en el vídeo, quería que reflejara justamente esa sensación, mostrando escenas cotidianas y reales: hacer recados, ensayar con mi banda, viajar en metro, todas esas cosas normales que forman parte de mi rutina. Mi intención era que fuera una representación auténtica de lo que la canción significa para mí, una forma de compartir un pedazo de mi vida con quienes escuchen la música.

"Me encantaría poder hacer la canción de apertura para un anime o incluso componer la banda sonora completa de una película de anime, porque me encanta ese tipo de arte."

En algunas partes del disco se siente un aire cinematográfico, casi como de banda sonora. ¿Te interesa el mundo del cine desde un punto de vista musical? ¿Hay alguna película para la que te hubiera gustado componer música?

Sí, me encantaría hacer más música para cine o para series. Es algo que me atrae mucho y que me gustaría explorar más a fondo. Aunque, siendo sincera, no soy especialmente cinéfila, así que no conozco tantas películas como quizá debería para alguien interesado en ese mundo. Aun así, hay algo que siempre me ha llamado muchísimo la atención: me encantaría poder hacer la canción de apertura para un anime o incluso componer la banda sonora completa de una película de anime, porque me encanta ese tipo de arte. Siento una conexión muy especial con el anime, tanto a nivel visual como emocional, y sería increíble poder aportar algo mío a ese universo.

Hay un cuidado muy especial en el disco respecto al tono y al color de cada instrumento. ¿Hubo algún sonido en particular que buscaras hasta dar con él?

En cuanto al sonido, nuestro enfoque principal fue intentar capturar de la manera más fiel posible cómo sonamos en directo como banda. Queríamos que el álbum reflejara esa energía y esa dinámica que se da cuando estamos tocando juntos, sin artificios ni adornos innecesarios. No hubo mucha experimentación en términos de producción o efectos; más bien, el objetivo era registrar de forma honesta y directa el sonido real de nuestros instrumentos, tal como se escucha cuando tocamos en una sala de ensayo o en un escenario. Era importante para nosotras mantener esa autenticidad y no perder la esencia de cómo vivimos la música.

 

Has mencionado varias veces tu admiración por John Coltrane, aunque tu música siga otros caminos. ¿Qué es lo que más te inspira de su trabajo y cómo lo aplicas a tu propia música?

Lo que más me gusta de John Coltrane es lo reconocible que es su sonido: en cuanto lo escuchas sabes que es él. Admiro muchísimo eso, no solo en él sino en los músicos en general. También la carga emocional de su música; cuando lo escucho siento algo muy profundo y me resulta muy reconfortante. Eso es lo que quiero conseguir con mi música: que sea única, que solo suene a mí y que pueda reconfortar a la gente, como el efecto que tienen las canciones que más me gustan.

Muchas de tus melodías no siguen caminos predecibles, siempre toman giros imprevistos, aunque de forma natural. ¿Sigues algún método específico para componerlas o te dejas llevar por la intuición?

Normalmente tengo primero la armonía, los acordes, y la melodía surge de forma natural a partir de ahí. A veces simplemente me viene a la cabeza al escuchar los acordes. No tengo un método específico. Si me bloqueo, entonces sí que recurro un poco a la teoría musical, probando distintas notas que podrían funcionar, pero en general todo es muy intuitivo.

"Me gustaría que mi música que sea única, que solo suene a mí y que pueda reconfortar a la gente, como el efecto que tienen las canciones que más me gustan."

Sobre la canción 'Rat With Wings', ¿tenías primero la imagen en la mente y luego construiste la canción, o surgió de otra manera?

Fue más como lo segundo. No es que tuviera la imagen en la cabeza desde el principio ni que partiera de ahí. Estaba escribiendo la canción y, a medida que avanzaba en el proceso, esa imagen fue surgiendo de manera natural, casi sin darme cuenta. No fue algo planeado ni premeditado, sino más bien una sensación o una visión que apareció mientras dejaba que la canción se desarrollara por sí sola.

Las dos últimas preguntas. En nuestra revista nos gusta que los artistas dejen una pregunta para la próxima banda que entrevistemos. ¿Puedes dejar una, sobre música o sobre lo que quieras?

¿Cuál es tu acorde favorito?

Tengo una pregunta para ti, de Spencer de The Ophelias: ¿Qué personaje de una serie o película sientes que te representa más?

Oh, buena pregunta. Un personaje que me viene a la mente es Sen, de 'El viaje de Chihiro'.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.