Entrevistamos a

lots of hands

"El álbum es muy retrospectivo y surge de mirar el pasado desde un presente más esperanzador. No se trata solo de recordar, sino de hacerlo con una nueva perspectiva."



Por -

En 'into a pretty room', lots of hands crean un espacio donde la música y los recuerdos se entrelazan de forma natural. Este álbum, el primero en el que Billy Woodhouse y Elliot Dryden han trabajado codo con codo en todas sus etapas, muestra una evolución en su manera de construir canciones. A lo largo de catorce temas, el dúo refleja momentos fugaces que permanecen en la memoria, convirtiéndolos en sonidos que evocan distintas emociones. Desde el inicio con 'alive', donde un piano delicado se mezcla con capas electrónicas, hasta el cierre con 'Helen’s Song', que aporta una sensación de calma y despedida, el disco mantiene un equilibrio entre lo cercano y lo etéreo. En 'barnyard', las guitarras acústicas y los efectos procesados transmiten una conexión con el paisaje, mientras que 'Rosie' y 'backseat 30' exploran una mayor energía rítmica. En un registro más pausado, 'in b tween' y 'the rain' combinan sonidos digitales con arreglos suaves que refuerzan la sensación de nostalgia y el paso del tiempo. La producción del álbum se distingue por su atención a los detalles, donde cada sonido aporta matices a la composición general. 'into a pretty room' funciona como un espacio en el que la música recoge emociones pasajeras y recuerdos, dándoles una forma que evoluciona a lo largo del disco. lots of hands consiguen así plasmar sentimientos con un enfoque cuidado y sugerente. Aprovechando lo reciente de este lanzamiento, hemos tenido el placer de entrevistar a Billy.

‘into a pretty room’ oscila entre la tragedia y el triunfo, y comentáis que siempre tratáis de divertiros con la producción, sin dejar de lado esa introspección. ¿Cómo canalizáis esas emociones para crear canciones como ‘the rain’, donde cantáis: “death is just a word, the feelings a reminder of past nights in the cold”?

Creo que intentamos divertirnos con el proceso de producción y creación, pero al mismo tiempo mantenemos las letras muy cerca del corazón. No queremos que la seriedad del mensaje nos limite a la hora de experimentar con los sonidos y las estructuras de las canciones. Las canciones nacen de una manera muy introspectiva, así que todo fluyó como un torrente de pensamientos natural y simplemente lo fuimos plasmando, sin forzar nada, dejando que cada idea tomara su propio rumbo.

 

Dado ese enfoque introspectivo y la importancia que le dais a las letras, me llama la atención cómo habéis mencionado que este nuevo trabajo surge de una colaboración más cercana entre vosotros. ¿Cómo equilibráis vuestras voces individuales para crear un álbum tan cohesivo?

Tengo muchísima suerte de tener a Elliot como mi mejor amigo, y siento que los últimos cinco años los hemos vivido juntos. Hemos pasado por tantas cosas en común que, de alguna manera, nuestras perspectivas se han ido entrelazando de forma casi instintiva. Por eso, la coherencia del disco surgió de forma natural en términos de narrativa y temática: compartimos experiencias que acabaron tejiéndose en las canciones sin forzarlo, simplemente dejando que la música reflejara todo lo que hemos atravesado y aprendido en este tiempo.

Después de ver cómo os compenetráis, también habéis comentado que durante la creación de este disco visteis paisajes muy variados. ¿Cómo han influido los entornos rurales de Newcastle y Leeds en canciones como ‘barnyard’, donde evocáis imágenes como “breathing in the country air”?

Durante la creación del disco, vivíamos en diferentes partes del país, así que hubo naturalmente muchos viajes de por medio. Pasábamos mucho tiempo en carretera, moviéndonos de un sitio a otro, lo que nos dio una perspectiva distinta sobre la distancia y la conexión con los lugares. Pero más allá de eso, creo que esa sensación de escape a través de la naturaleza tiene más que ver con cómo crecimos en el norte y la forma en que eso nos ha moldeado como personas, influyendo no solo en nuestra música, sino también en la forma en que entendemos el mundo y nuestras emociones.

"La coherencia del disco surgió de forma natural en términos de narrativa y temática: compartimos experiencias que acabaron tejiéndose en las canciones sin forzarlo."

Precisamente, hablando de influencias y de lugares que marcan vuestra música, en ‘game of zeroes’ decís “I play a game of zeroes, everyone but me will always win”. Es una frase que denota lucha interna, pero en el disco hay un halo de esperanza. ¿Cómo equilibráis esas emociones difíciles con el tono esperanzador de ‘into a pretty room’?

El álbum es muy retrospectivo y surge de mirar el pasado desde un presente más esperanzador. No se trata solo de recordar, sino de hacerlo con una nueva perspectiva, entendiendo lo vivido y cómo nos ha llevado hasta aquí. Creo que incluir esta canción en el disco resaltó esa idea y reforzó el mensaje general, dándole más profundidad al contraste entre la melancolía y la esperanza. Ojalá que esa sensación de seguir adelante y caminar hacia un futuro incierto se sienta en las canciones, porque queríamos reflejar ambas caras: la lucha y la posibilidad de superarla, mostrando que, aunque haya dudas y obstáculos, siempre hay una forma de seguir avanzando.

Con tanta introspección y balance emocional, me gustaría saber más del proceso de creación. He oído que vuestras canciones nacen de intercambiar ideas y demos. ¿Cómo transformáis esas ideas iniciales en piezas completas, como hicisteis con ‘backseat 30’?

Mucha improvisación y mucha grabación. Elliot bajaba (o yo subía) casi todos los fines de semana, nos tomábamos un par de cervezas y grabábamos un montón de cosas hasta altas horas de la noche. Era un proceso muy espontáneo, sin una estructura fija, simplemente dejándonos llevar por lo que surgía en el momento. A veces conseguíamos un resultado final en ese instante, otras veces necesitábamos algunos intentos más, revisando ideas, cambiando detalles y puliendo las canciones hasta que sintiéramos que realmente encajaban. Esa dinámica fue clave para ‘backseat 30’, porque permitió que la canción tuviera esa energía fresca y auténtica, nacida directamente de nuestro impulso creativo.

 

Ya que mencionas ‘backseat 30’, esta canción refleja un deseo de vivir con propósito, con versos como “I don’t wanna waste my life up, hitting the backseat 30”. ¿Cómo surgió esta canción y qué mensaje queréis transmitir con ella, considerando esa mezcla de optimismo y reflexión que os caracteriza?

Esta canción es un guiño al “sueño americano” del que Elliot y yo bromeamos cuando hablamos de nuestro camino en la música con mucho optimismo. Nos gusta imaginar cómo sería llegar lejos, pero siempre con un punto de ironía y sin tomárnoslo demasiado en serio. Es una especie de contraste entre esa idea y la importancia de vivir el presente y valorar lo que ya tenemos, porque al final, lo más importante es disfrutar del proceso. Es un poco caótica, pero la escribí en una sola sesión y la grabé en la siguiente, lo que hizo que conservara esa energía espontánea. Estoy muy contento con cómo quedó, porque creo que representa bien ese equilibrio entre la ambición y la realidad.

Habéis hablado antes de la experimentación en vuestras grabaciones. En este álbum combináis momentos sintéticos con sonidos orgánicos. ¿Cómo decidís qué elementos usar para transmitir mejor la emoción de cada canción?

Cuando no estoy escribiendo, paso mucho tiempo jugando con Logic, grabando sonidos y viendo qué puedo hacer con ellos. A veces son pequeños detalles, como una grabación accidental o un ruido ambiental, que luego acaban teniendo un papel clave en una canción. Antes incluso de empezar a grabar las canciones que habíamos compuesto, ya tenía un montón de sonidos guardados que quería incluir en el disco. Todo depende de la atmósfera que busquemos para cada tema, y esos elementos pueden aportar matices que hacen que cada canción se sienta única y especial.

"Han sido un par de años difíciles, sin duda, pero Elliot y yo hemos estado ahí el uno para el otro en un montón de formas distintas. Supongo que este disco es una forma de celebrar todo ese recorrido y cómo hemos crecido en lo personal y en lo musical."

Precisamente, ahora que mencionáis esas atmósferas, se percibe una transición clara hacia sonidos más orgánicos en este trabajo. ¿Qué os motivó a experimentar con instrumentos como banjos y flautas, y qué impacto creéis que tuvo en el resultado final?

Empezamos a trabajar con nuestra amiga Amy Plummer, que es una gran música clásica, y definitivamente nos inspiró a movernos un poco más en esa dirección. Pensamos que esos instrumentos encajaban muy bien con la esencia más natural y cercana que queríamos para ciertas canciones.

A pesar de tocar temas de dolor y pérdida, decís que el disco también celebra la amistad. ¿Cómo ha evolucionado vuestra relación personal y creativa a lo largo de los años, especialmente durante un proceso tan enriquecedor como este?

Han sido un par de años difíciles, sin duda, pero Elliot y yo hemos estado ahí el uno para el otro en un montón de formas distintas. Supongo que este disco es una forma de celebrar todo ese recorrido y cómo hemos crecido en lo personal y en lo musical.

 

Mencionáis que todo el proceso fue un aprendizaje. ¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentasteis al producir ‘into a pretty room’?

Aprender a mezclar una canción… Suena ridículo, pero antes de este álbum no tenía ni idea de lo que hacía con Logic Pro ni de cómo hacer que algo sonara claro y potente. Fue una curva de aprendizaje importante, y creo que la superamos gracias a la experimentación y a escuchar muchos referentes.

Tras superar ese desafío, el título ‘into a pretty room’ me hace pensar en un espacio hermoso, aunque comentáis que muchas letras hablan de dolor. ¿Qué simboliza para vosotros ese “cuarto bonito”? ¿Es un refugio, una prisión o algo más ambiguo?

Creo que cada quien puede decidir qué significa su propio “pretty room”. Para mí, es la idea de un lugar seguro donde puedas estar a solas con tus pensamientos. Pero no deja de ser ambiguo, porque a veces tus propios pensamientos pueden encerrarte tanto como ayudarte.

"Crecer no significa dejar de lado todo lo que hemos sido, sino aprender a llevarlo con nosotros de una forma distinta."

Siguiendo con esa reflexión sobre espacios personales, muchas de vuestras canciones giran en torno a crecer y soltar. ¿Sentís que este álbum es una especie de carta de despedida a vuestra adolescencia, o seguís explorando ese camino de madurez?

En cierta forma, ¡definitivamente! Pero también abrazamos el hecho de que seguimos en este camino y todavía tenemos tiempo para hacer lo que queremos hacer y disfrutarlo. Crecer no significa dejar de lado todo lo que hemos sido, sino aprender a llevarlo con nosotros de una forma distinta. No lo vemos como un cierre total, sino como una etapa que nos impulsa a la siguiente, con la emoción de saber que aún nos queda mucho por descubrir y experimentar.

En todas nuestras entrevistas, nos gusta pedir a los artistas que dejen una pregunta para la próxima banda con la que hablemos. ¿Cuál sería la vuestra?

¿Cuál es la pieza de contenido más extraña que consumís y de qué manera influye en vuestra música?

Y, relacionado con eso, tengo una pregunta para vosotros de la banda brasileña Adorável Clichê: ¿Alguna vez usasteis una canción como alarma? Si es así, ¿cuál?

Yo uso ‘Blessing’ de Alex G como alarma, porque el inicio es tan fuerte y chirriante que nunca me quedo dormido.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.