Desde sus primeras grabaciones, Cola han operado como una formación cuya estructura no pretende llenar el espacio, sino tensionarlo. En ‘The Gloss’, su segundo álbum, esas líneas de contención se afinan, revelando cómo lo mínimo puede cargarse de densidad sin caer en la saturación. No hay necesidad de ornamento ni gestos exuberantes: la agrupación opta por una disposición casi geométrica del sonido, donde lo relevante no es tanto lo que se dice sino la forma en que las ideas orbitan el conjunto. La grabación en directo impone una dinámica de interdependencia entre sus miembros. Esa tensión entre control y reacción vertebra temas como ‘Tracing Hallmarks’, donde se conjuga un deseo de quietud con una rítmica tensa, y ‘Albatross’, cuyo tempo ralentizado tras la experiencia del directo permite que la instrumentación sostenga un cuerpo más pesado, más adherido al suelo. ‘Bitter Melon’, por su parte, abandona la estructura de canción convencional para aproximarse a un flujo casi hipnótico, sin resolución definida.
A lo largo del disco, Cola introduce pequeños desplazamientos texturales, un mellotron en ‘Water Table’, frases de órgano suspendidas en ‘Reprise’, que actúan como variaciones necesarias dentro de un patrón autorregulado. Las letras rehúyen lo anecdótico, prefiriendo situarse en el margen entre el símbolo y lo doméstico, como ocurre en ‘Keys Down If You Stay’, donde los objetos no importan por lo que son, sino por cómo activan una escena. En ‘Pulling Quotes’ o ‘Down to Size’ se insinúa una lectura política del entorno urbano, sin llegar nunca a afirmarse del todo. En definitiva, ‘The Gloss’ se pliega sobre sí mismo sin llegar al repliegue, y encuentra en esa frontera una forma de avanzar sin necesidad de romper. Aprovechando la nueva gira europea del grupo, con paradas en nuestro país, hemos tenido el placer de entrevistarlos.
La primera canción de ‘The Gloss’ contiene el verso “Skip the malnutrition / a sign of what you need”, que parece apuntar a una búsqueda de equilibrio personal. ¿Cómo se traslada ese sentido de serenidad al resto del disco?
Tim: No diría que ese sentimiento se traslade de manera general al resto del disco, pero sí que está muy presente de forma clara y directa en esa canción concreta, ‘Tracing Hallmarks’. Parte del estribillo dice “feeling natural”, y creo que eso lo resume de forma bastante acertada. Hay en ese tema un cierto juego con el lenguaje, una especie de juego de palabras que le da un tono lúdico, pero el hilo conductor, el núcleo real de la canción, es sin duda detenerse un momento, tomar perspectiva, hacer balance y tratar de encontrar tu centro, tu equilibrio personal.
Si ‘Deep In View’ tenía un tono más melancólico, ‘The Gloss’ suena notablemente más luminoso en algunos momentos. ¿Qué provocó ese cambio de ánimo al empezar a escribir?
Evan: No estoy seguro, pero posiblemente tuvo algo que ver con la sensación de aislamiento entre 2020 y 2021. Justo ayer recordábamos cómo Montreal estaba bajo toque de queda mientras grabábamos ‘Deep In View’, y teníamos que volver en coche del estudio cada noche arriesgándonos a que nos parase la policía por estar fuera pasada la hora permitida. Eran tiempos oscuros e inciertos. No intentábamos responder conscientemente a esa situación con nuestra música, pero el contexto probablemente influyó en nuestro estado de ánimo.
La palabra “gloss” puede referirse tanto a un brillo superficial como a anotaciones hechas a mano en los márgenes de un libro. ¿Qué tipo de “comentario” esperabais dejar flotando sobre el disco con ese título?
Tim: Fue Evan quien propuso ese título, que está sacado directamente de una de mis letras en la canción ‘Bitter Melon’. En ese tema en concreto, el término hace referencia de forma clara al segundo sentido de la palabra: las anotaciones escritas a mano en los márgenes de un libro. A todos nos atrajo inmediatamente como posible título para el disco, porque nos pareció que tenía muchas capas de significado y ofrecía varias lecturas posibles. Además, “Gloss” es también un término que se emplea para referirse a un comentario o anotación, y en el disco hay, sin duda, una presencia de cierto comentario social que está ahí, presente en el trasfondo.
"En el disco hay, sin duda, una presencia de cierto comentario social que está ahí, presente en el trasfondo."
Aunque seguís siendo un trío clásico (guitarra, bajo y batería), el álbum suena más espacioso y cinematográfico que vuestro debut. Al grabarlo en su mayoría en directo, ¿qué tipo de atmósfera buscabais capturar?
Evan: Al grabar en directo intentábamos capturar tomas en las que estuviéramos reaccionando los unos a los otros: todos esos pequeños microcambios que ocurren durante una interpretación. El resultado sonoro termina pareciéndose más a una losa de mármol, con vetas que la recorren, que a una canción multicanal (que se asemejaría más a un muro de ladrillos entrelazados). Esa sensación de amplitud que mencionas se debe a la visión de mezcla de Valentin Ignat. Le dio a los temas una claridad que permite percibir el espacio alrededor de cada instrumento.
El mellotron y el órgano aparecen en momentos concretos del disco. ¿Qué os hace decidir que una canción necesita esa textura en vez de, por ejemplo, otra capa de guitarra?
Tim: En general, nuestra filosofía en este grupo ha sido mantenernos dentro de las limitaciones que presentan los instrumentos que tocamos en directo. En un power trio esto a veces supone un reto, pero creo que nos empuja a hacer que nuestras partes sean más interesantes cuando podemos. Además, suele dejar más espacio para mi voz, como en la canción ‘Water Table’. No creo que las voces funcionarían igual si no hubiera ese hueco sonoro. Aparte de eso, añadimos algún sintetizador o teclados cuando lo sentimos adecuado, no somos rígidos, y tanto Ben como Evan tocan teclados bastante bien, así que se animan cuando tienen una idea en el estudio.
Durante la gira de 2023, probasteis versiones tempranas de algunos temas nuevos. ¿Podéis señalar algún cambio específico que solo surgiera tras tocarlas en directo?
Evan: Terminamos cambiando por completo ‘Albatross’ después de haberla tocado en directo casi durante todo un ciclo de gira. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que la versión que estábamos tocando era demasiado rápida, y sentimos que queríamos recuperar el tempo más lento y el peso más marcado de la versión que Ben había grabado originalmente en casa, en una etapa inicial. Grabamos las dos versiones en estudio y, la verdad, nos costó bastante decidir cuál de ellas debía acabar entrando en el álbum. Al final, la versión lenta fue la que prevaleció y se quedó.
Algunas canciones se extienden más que en vuestro primer LP pero siguen sonando compactas y definidas. ¿Cómo mantenéis esa sensación de urgencia dejando a la vez más espacio para respirar?
Tim: Es cierto que el primer disco es un ejercicio de pura economía, muy concentrado y directo en su planteamiento. En ‘The Gloss’, en cambio, nos dimos la libertad de expandirnos un poco más, de dejar que las canciones respiraran y se desarrollaran con mayor amplitud. Esto se nota especialmente en un tema como ‘Bitter Melon’, donde las referencias o inspiraciones venían más bien de composiciones minimalistas de largo aliento, en la línea de lo que hacían grupos como Harmonia o Can, con estructuras más abiertas y desarrollos más prolongados.
"En general, nuestra filosofía en este grupo ha sido mantenernos dentro de las limitaciones que presentan los instrumentos que tocamos en directo."
Hay referencias sutiles a la primera ola de la new wave británica a lo largo del disco. ¿Qué aspectos de ese sonido os siguen atrayendo, y qué elementos preferís moldear o romper para hacerlos vuestros?
Tim: Esa primera etapa de la new wave se parece más a lo que tradicionalmente se considera post-punk. Menos decorativa, más alejada de los románticos. Nos gusta toda esa música, pero esa época donde todo suena un poco más en tonalidades mayores, un poco más amable, está más en nuestra línea. No lo pensamos demasiado, ese estilo es simplemente una buena comparación creo. Escuchamos muchísima música distinta y nunca nos sentamos con la intención de imitar algo post-punk o new wave en particular, simplemente es una aproximación bastante cercana a donde solemos acabar.
Habéis mencionado que admiráis a tríos como Acetone por su química cruda. ¿Qué aspectos prácticos habéis tomado prestados de otras bandas de tres miembros para fortalecer vuestra dinámica, en directo o en el estudio?
Tim: La verdad es que no pensamos demasiado, de forma consciente o sistemática, en otros tríos de rock como una referencia directa, pero Acetone sí encaja perfectamente como ejemplo de un tipo de banda que realmente admiramos. Hay una química muy particular que surge únicamente de tocar juntos una y otra vez, con mucha frecuencia y durante mucho tiempo, y creo que esa conexión, ese entendimiento que se va afianzando, acaba reflejándose de forma clara en el resultado final de lo que grabamos y tocamos.
Llaves, naipes, un albatros… vuestras letras suelen usar objetos cotidianos como símbolos. ¿Qué intentáis explorar al elegir algo tan simple para que cargue con un significado más profundo?
Tim: Creo que lo mundano es, en muchísimas ocasiones, el punto de partida más adecuado. Suele ser lo más honesto y cercano desde donde empezar. Nuestras vidas, en general, son bastante sencillas, así que pienso que las letras y la poesía deberían reflejar también esa misma sencillez, mantenerse dentro de ese mismo tono sencillo. A veces, claro, ocurre algo excepcional, como si cayera un rayo de inspiración; pero lo más común es que estés en casa de un amigo, enciendas una lámpara extraña y esa imagen, por algún motivo, te diga algo, te resuene, o al menos sirva para anclar ese momento en algo que resulta familiar, reconocible y con un toque personal.
Habéis citado a David Berman como una influencia lírica. ¿Alguna vez habéis tomado alguna de sus técnicas, como el contraste irónico o los giros repentinos, y las habéis aplicado al ritmo o a la estructura?
Tim: Como alguien que valora la poesía y las letras, pienso bastante a menudo en David Berman. Fue realmente uno de los letristas más humanos y generosos que ha habido. Su escritura es genial porque se mueve entre el juego y la sinceridad. Como si intentara ir un poco más allá, expresar una idea de forma interesante, pero también con convicción. Las letras simples pueden ser la decisión correcta, todo depende de la sinceridad y la intención general. Incluso si eres completamente irónico o escribes en un personaje, funciona mientras sea sincero.
"Creo que lo mundano es, en muchísimas ocasiones, el punto de partida más adecuado. Suele ser lo más honesto y cercano desde donde empezar."
Entre vuestras lecturas recomendadas está ‘On Freedom’ de Maggie Nelson. ¿Alguna idea de ese libro inspiró un patrón rítmico o un giro melódico en vuestra escritura?
Evan: No podemos decir que lo haya hecho. Sus argumentos en ese libro son bastante matizados y por tanto difíciles de representar a menos que trabajes dentro de un marco posmoderno. Una compositora como Nicole Lizée, que explora deliberadamente los sonidos como símbolos en su obra, sí podría encontrar formas de representar las ideas de Nelson en música, pero nosotros no solemos incorporar símbolos en nuestras elecciones sonoras. Tendemos a una interpretación inmediata y corporal de los sonidos. Si hubiera que comparar ‘The Gloss’ con algún título de Maggie Nelson, creemos que ‘Bluets’ sería el más cercano en cuanto a atmósfera.
‘Bitter Melon’ salió en un flexi disc acompañado de un fanzine hecho a mano. La canción tiene una cualidad hipnótica, casi nocturna. ¿Cómo tradujisteis ese ambiente al diseño del fanzine sin limitaros a ilustrar literalmente la letra?
Tim: Lo hicimos entre todos, fue un proceso muy divertido y bastante espontáneo. No le dimos demasiadas vueltas ni tratamos de intelectualizarlo en exceso; simplemente dejamos que fuera la propia canción la que guiara de forma natural los elementos visuales. En ese camino, identificamos una estética que tenía algo de medieval y de abyecto al mismo tiempo, y decidimos que ese sería un buen punto de partida, una base desde la que construir todo lo demás.
Al final de cada entrevista, nos gusta que los artistas dejen una pregunta para la próxima banda con la que hablemos. ¿Cuál es la vuestra?
Evan: Describe vuestro primer concierto y cualquier cosa que recuerdes que tuviera un significado especial para ti.
Y aquí va una para vosotros, de Quickly Quickly: ¿Cuál es un interés raro y específico que tengáis fuera de la música?
Evan: A Ben le fascina todo lo relacionado con lo náutico. Su abuelo era marinero, así que se ha volcado en aprender sobre navegación/barcos como una forma de conectar con su ascendencia. A menudo visitamos barcos históricos durante las giras (como mañana, en Albany, NY, que vamos a visitar el USS SLATER antes de tocar).
