Entrevistamos a

Beshken

"Mi música es autorreferencial, pero espero que no resulte egoísta; en realidad es mi forma de interpretar el mundo y de representar este punto de vista como algo que no es tan tangible. "



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Ben Shirken es uno de esos artistas que siempre se muestra totalmente inconformista con sus composiciones, tratando de ofrecernos en todo momento canciones que viajan a través de sonidos que tienen ese poder de provocar un pequeño caos en nuestra mente. Sin ir más lejos, su más reciente LP Pantomime nos conduce hacia ese estado mental en el que todo parece de lo más clarividente, pero que precisamente sirve para darnos cuenta de lo complejo que resulta todo lo que ocurre a nuestro alrededor. A través de una serie de patrones rítmicos y texturas electrónicas que tienden a difuminarse, Ben y su banda son capaces de irse abriendo paso entre cuestiones como la hiperconectividad, la forma en la que forjamos nuestra identidad o como necesitamos siempre del contacto físico para poder desarrollar una vida con total normalidad. A todo esto tenemos que sumarle una confluencia de estilos que viajan desde el jazz más vaporoso hasta una concepción de synth pop donde el R&B también se encuentra a la vuelta de la esquina. Cogiendo todos estos elementos y dotándolos de conceptos que se funden entre la realidad y lo que representan los mundos evasivos, el nuevo disco de Beshken supone toda una pieza cambiante y reflexiva. Aprovechando lo reciente de este disco, hemos tenido el placer de entrevistarlo.

Escuchando en profundidad este disco, me parece de lo más interesante como has logrado el equilibrio perfecto entre tus raíces electrónicas y todo lo que implica darle a las canciones una mayor dimensión de banda en vivo. ¿Crees que una de tus preocupaciones en este trabajo era poder combinar estos dos mundos?

La intención al comenzar a escribir el disco en 2018 era tocar con una banda de 3 ó 4 miembros. En ese momento me había mudado recientemente y había construido mi primer estudio de grabación real, por lo que la banda en vivo tan solo estaba formada por mí y un sintetizador. Estaba aprendiendo a utilizar el espacio de forma adecuada, pasando la batería por el micro solo por diversión y experimentando con amplificadores. Creo que el sonido y el concepto del disco surgieron de forma natural. Siempre he escuchado a muchos grupos y he interpretado la música en forma de banda durante mucho tiempo, así que grabar este disco era, en cierto modo, el siguiente paso lógico.

 

Estas canciones surgen a través de jams improvisativas con Jason Park, Matt Bent y Jose Escobar, músicos que provienen de mundos muy diferentes. ¿De alguna forma crees que en este disco se percibe las diferentes personalidades musicales de todos estos músicos?

Definitivamente. Tengo la suerte de estar rodeado de músicos que me inspiran constantemente, y siento que Jason, Matt y Jose tienen 3 estilos muy distintos pero a la vez muy identificables. El hecho de tener un espacio de grabación y compartir ideas se convirtió en la base de una fructífera colaboración entre los cuatro. Acabé manipulando gran parte de la música instrumental después de la grabación, lo que creo que contribuye a distorsionar quién contribuyó a qué y dónde, y me gusta esa confusión.

Hablando del proceso de grabación del disco, ¿buscasteis grabar en vivo todos juntos o más bien se trató de ir uniendo diferentes partes que habíais ido obteniendo a lo largo del tiempo?

Nunca grabamos todos juntos a la vez. En la mayoría de los casos, me reunía con cada uno de ellos por separado y se me ocurrían varias ideas, eligiendo las mejores más adelante. La mayor parte de las canciones empezaron con jams entre Matt y yo. Me ponía a tocar un loop o una parte melódica sencilla y él tocaba varios patrones de batería. Luego por mi parte trabajaba en el tema en solitario durante un rato y me unía a Jason para grabar sonidos modulares extraños encima.

"Me resulta interesante ver cómo escriben los demás para saber qué cosas aplicar y cuales no a mi propio proceso creativo."

Aparte de trabajar en tu música, también te encargas de realizar tareas de producción para otros artistas en tu estudio de Nueva York. ¿Crees que la experiencia que te ha proporcionado el trabajar para otros es también muy valiosa para tu proyecto o consideras que tratas de mantener al margen el trabajo realizado para otras personas?

Cada vez que trabajo con otra persona, aprendo algo completamente nuevo de su proceso. Hace poco he creado un grupo de noise-metal jazz llamado Nu Jazz que me entusiasma mucho. Sería difícil no inspirarse en los que me rodean, ya que a veces es un poco abrumador. Me gusta especialmente ver cómo otras personas escriben canciones desde cero, y como a menudo llego al principio del proceso de composición. Me resulta interesante ver cómo escriben los demás para saber qué cosas aplicar y cuales no a mi propio proceso creativo.

Algo que te apasiona es los sintetizadores modulares. ¿Cuáles son las cualidades que convierten a estos instrumentos en algo tan especial para ti y cual es tu forma de explorar las posibilidades que ofrecen?

Los sintetizadores modulares ofrecen una imprevisibilidad que es difícil de conseguir con casi todos los demás instrumentos musicales. Hay formas en las que creas texturas en las que crees que sabes cómo sonará, pero al final no suena para nada parecido a eso, sino que crea algo inesperadamente emotivo. Tengo patrones que las configuro específicamente para crear aleatoriedad y caos, los grabo durante 20 minutos o una hora más o menos mientras muevo ligeramente los mandos. Luego vuelvo más tarde y secuencio el audio en pistas. Me encanta poder separar el proceso de composición y el de improvisación, porque parece que utilizan partes diferentes del cerebro. Creo que la mejor música surge cuando te diviertes, así que lo mejor para mí es configurar un patrón que sea fácil de usar y que a la vez cree varios sonidos diferentes a lo largo del tiempo.

 

En este disco el trabajo de Pedro Bello en la parte gráfica, tanto en la portada como en los videoclips, ha resultado esencial para extender el universo que envuelva a las canciones. ¿Cómo surgió la figura del Mimo y que importancia tiene este personaje a la hora de conectar entre sí las canciones?

Pedro es un genio. Llamé al disco Pantomime hace un año y medio porque en ese momento estaba muy obsesionado con los payasos y me gustaba ver espectáculos de danza de mimos en YouTube. La imagen de un payaso representa, para mí, los complejos y contradictorios rasgos humanos que todos poseemos, como el humor, el juego, la reclusión, la alienación, el descuido, la ignorancia o incluso a veces todo a la vez. A menudo he intentado captar emociones complejas en mi música, no siempre buscando el simple subidón de dopamina que causa una buena melodía pop. Se lo dije a Pedro y se quedó callado durante unos minutos y luego hizo el dibujo más bonito posible de un gato. Este gato acabó transformándose en un cuadro y luego en la figura de mimo que todos conocemos ahora como "Mimo". El arte de Pedro dio una nueva vida a mi música que es difícil de explicar con palabras. Me hizo amarla de una manera nueva.

También permaneces en contacto permanente con Jack Wedge y Will Freudenheim del estudio de animación Laser Days para poder diseñar la parte visual de tu directo. ¿Cómo suele ser la forma en la que trabajáis y lográis ideas visuales que encajen con tu música?

Jack y Will son dos de mis mejores amigos y confío mucho en ellos. Normalmente les envío un concepto corto y un montón de referencias visuales en Arena, y luego nos reunimos unas cuantas veces para ejecutar el set y ajustar las cosas en función del orden de las canciones y las transiciones. Cuando tengo una idea de cómo será el mundo visual, ya sé que mis amigos animadores son hábiles constructores de mundos y que ampliarán mi universo musical creando un paisaje virtual igualmente vasto, casi de forma natural. Laser Days ejecuta el set en vivo con Unreal Engine, un software para construir videojuegos. Por otra parte, cuando trabajamos en el personaje de Mimo, Pedro y yo pasamos innumerables horas en facetime (él vive en Los Ángeles) aportando nuevas ideas sobre cómo diseñar el universo perfecto para mi música. Ahora veo "Pantomime" como un proyecto artístico, hemos probado algunas cosas nuevas para atraer a la gente a nuestro universo y creo que ha funcionado.

"Me encanta poder separar el proceso de composición y el de improvisación, porque parece que utilizan partes diferentes del cerebro. "

En composiciones como ‘Caffeine High’ me fascina mucho como logras integrar un apartado atmosférico totalmente frenético con una parte rítmica que también resulta de lo más acelerada. ¿A lo largo de este disco te has encontrado con ideas muy dispares que querías incluir dentro de un mismo tema y que te ha costado poderlas combinar?

Me gusta captar múltiples sentimientos dentro de una misma canción. Creo que a menudo me aburren las canciones que se mantienen en el mismo nivel y tienen poca dinámica, y también escribo música a lo largo de varias semanas o meses, añadiendo y quitando secciones, lo que conduce a la inconsistencia en términos de estilo. En el disco hay canciones realmente hiperactivas y otras realmente bajoneras y deprimentes. En realidad, no me interesa crear un disco muy coherente al oído, sino uno con una gran variedad de estilos, velocidades y gustos. Es más bien una representación de mí, el cambio de estados de ánimo y conceptos.

Considero que en este disco también logras ofrecer imágenes de lo más potentes a través de la letra de canciones como ‘Under Your Skin’. ¿Te ocurre muy a menudo que tratas de plasmar en tus canciones imágenes muy poderosas que te vienen a la cabeza?

Es interesante que lo menciones porque la gente suele decir que mi música es muy visual, pero en realidad no intento manifestar una imagen específica a través del audio. A menudo pienso que escribir música es como hacer un collage o pintar, pero no en un sentido literal, sino más bien metafórico y conceptual. La música sin letra puede evocar imágenes porque tenemos el espacio mental para imaginar algo más que ocupe el lugar de la voz. Creo que ‘Under Your Ski’ es visual porque al principio suena como la banda sonora de una película y los ruidos y las melodías cambian constantemente. La mayoría de las veces, cuando escribo música, veo ráfagas de colores que van unidas a sentimientos, pero no a escenas concretas.

 

Indagando en los conceptos o temáticas más concretas que encierra este disco, ¿crees que existen ciertas temáticas que querías explorar en el disco y que quizás se repiten de una forma inconsciente?

Nunca me pongo de forma concienzuda a escribir un álbum. Por lo general, un día me doy cuenta de que está sucediendo y luego el concepto llega lentamente. Mis conceptos siempre cambian a medida que trabajo en un proyecto, ligeramente, pero cada día. Así que, en cierto modo, todo lo que escribo sale de forma subconsciente y sólo puedo entender realmente lo que quiero decir después. Mis letras suelen empezar como una corriente de conciencia, pero luego se retocan incesantemente hasta que tienen sentido para mí. Me concentro en cómo suenan las palabras, y luego el contenido sigue naturalmente.

Ya que hemos hablado del contenido lírico, ¿sientes que en la mayoría de los casos buscas reflejar una narrativa o prefieres ofrecer solo ciertas estampas para que el oyente pueda interpretarlas y unirlas de una forma más libre?

Es un poco de las dos cosas. Por mucho que lo intente, no voy a ser capaz de transmitir mis intenciones exactas al oyente. Creo que si realmente te concentras en lo que digo en combinación con la música empiezas a entender la forma en que veo el mundo y mi lugar en él. No intento ocultar nada, de hecho tengo algunas letras que creo que representan la forma en que me veo a mí mismo, tanto positiva como negativamente. Mi música es autorreferencial, pero espero que no resulte egoísta; en realidad es mi forma de interpretar el mundo y de representar este punto de vista como algo que no es tan tangible.

"A menudo he intentado captar emociones complejas en mi música, no siempre buscando el simple subidón de dopamina que causa una buena melodía pop."

‘Social Suicide’ quizás es la canción del disco que muestra un lado más devastador y peligroso en su contenido. ¿En qué te inspiraste para componer esta canción?

Creo que lo parece porque es honesta. Se puede escuchar realmente lo que digo en esa canción, y trata de cosas en las que muchos de nosotros pensamos constantemente, lo que hace que sea aún más fácil de entender. Me preocupa vivir una vida totalmente virtual dentro de unos 10 años, perder el control de mi físico, tener todas mis ideas subidas a la nube, la sobrecarga de información, perder la cabeza y desarrollar esquizofrenia. Y creo que no estoy solo. Supongo que es una canción sobre mis miedos, pero también sobre los dilemas colectivos de la sociedad a los que nos enfrentamos en la actualidad.

Ahora que ya casi llevas 10 años creando música, ¿consideras que tus motivaciones como artista son las mismas que cuando empezaste o han cambiado mucho?

Mentiría si dijera que soy la misma persona que hace 10 años, pero mis motivaciones son algo esquivas para mí y no siempre puedo entender por qué hago esta mierda. Simplemente disfruto mucho ocupando mi tiempo con ello, y es realmente un viaje interminable que parece, en algún que otro momento, tener algún tipo de final. Supongo que busco una luz que realmente no existe, y estoy bien con eso por muy deprimente que pueda ser a veces. Cuando se lo comenté a un amigo hace poco me dijo que yo era la luz, así que debería dejar de buscarla en otros lugares. No soy religioso, pero crear arte es una práctica espiritual para mí y me ayuda a lidiar con mis demonios. Siempre hay algo más que aprender, nuevas herramientas con las que experimentar, nuevas ideas que desbloquear. Supongo que crear ayuda a mantener a raya el sentimiento de inutilidad.

 

En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para la siguiente banda a entrevistar. ¿Cuál es la tuya?

Si pudieras hacer cualquier estilo de música, ¿sería el que está escribiendo ahora?

Del mismo modo tengo una para ti a cargo de Catarina Branco: ¿Cuál es la mejor manera de afrontar el abismo existencial que sigue a un proyecto cuando lo terminas?

Empezar el siguiente antes de terminar el anterior.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

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