El segundo LP de Being Dead se presenta como una obra que encapsula la esencia ecléctica y experimental del dúo, profundizando en un paisaje sonoro que varía sin perder su cohesión. Este segundo álbum, grabado en Los Ángeles con la colaboración de John Congleton, se distancia del más pulido ‘When Horses Would Run’ para ofrecer una experiencia más cruda y visceral, demostrando la evolución creativa de Falcon Bitch y Smoofy, los integrantes de la banda.
Desde el inicio, ‘Eels’ establece su tono impredecible con ‘Godzilla Rises’, una pieza que evoca una sensación casi cinematográfica, mostrando la capacidad del dúo para manipular estilos y géneros a su antojo. La variedad es un punto clave del disco: saltan del punk más distorsionado en ‘Firefighters’ a la melancolía acústica en ‘I Was a Tunnel’. Este contraste, sin embargo, no resulta desconcertante, sino que evidencia una coherencia sutil basada en su estilo juguetón y experimental. La estructura de ‘Eels’ no sigue fórmulas convencionales; en lugar de eso, se siente como un flujo constante de ideas intuitivas que convergen en un resultado sorprendentemente armónico.
Un aspecto distintivo de ‘Eels’ es cómo Being Dead juega con el humor y la melancolía. El álbum transita sin esfuerzo entre momentos de absurdidad y otros de reflexión profunda. Las letras, como en ‘Dragons II’, desmantelan expectativas tradicionales, añadiendo una capa de ingenio irónico que desafía las convenciones. Este enfoque narrativo, a menudo enraizado en lo anecdótico o en lo fantásticamente absurdo, es lo que da a ‘Eels’ su particular carácter.
La producción del álbum también refleja esta dualidad. Canciones como ‘Van Goes’, con sus grabaciones de campo de un conductor de autobús, añaden un toque de cotidianidad dentro de un disco que oscila entre lo mundano y lo surrealista. Además, las improvisaciones y colaboraciones en el proceso creativo—como se ve en la evolución de ‘Big Bovine’ de un swing/country a un tema punk—subrayan el enfoque espontáneo de la banda.
En definitiva, ‘Eels’ es una obra multifacética, que reta al oyente a sumergirse en un mundo impredecible y caprichoso, lleno de sorpresas y matices. Si bien puede parecer desconcertante en una primera escucha, es en esa mezcla de géneros y emociones donde radica la autenticidad y el atractivo duradero de Being Dead. Aprovechamos lo inminente del lanzamiento y su próximo concierto en el Vodafone Paredes de Coura para entrevistar al grupo.
A lo largo de estos años habéis mencionado varias historias diferentes sobre como os conocisteis y cómo se formó el grupo. ¿Os gusta y os resulte divertido que siempre pueda haber un cierto aire de misterio y mitología en cuanto a la identidad artística del grupo?
Shmoofy: Creo que es bastante gracioso. Es una tontería, realmente. Nos hace gracia porque, a pesar de ser algo sin mucha importancia o profundidad, logra captar la atención de la gente. Nos gusta jugar con esa idea de lo absurdo.
Falcon Bitch: Sí, no es algo que hayamos planeado conscientemente, simplemente surgió de forma natural. Pero al final, tener ese aire de misterio alrededor de lo que hacemos está bien, porque en realidad somos bastante transparentes en cuanto a quienes somos y lo que nos gusta. Aun así, creo que es divertido, ya que nos encanta reírnos de prácticamente todo, y esa ambigüedad nos permite seguir disfrutando y no tomarnos demasiado en serio.
Vuestro nuevo disco ‘EELS’ se publica un poco más de un año después de vuestro debut ‘When Horses Would Run’, logrando mantener la esencia de vuestro debut pero al mismo tiempo resultando un álbum mucho más distinto y expansivo. ¿Cuál es creéis que han sido las principales novedades que ofrece este disco respecto al anterior?
Falcon Bitch: Estas canciones son mucho más representativas de lo que somos y lo que hacemos en este momento. Las del primer álbum, aunque tienen su propio valor, ya nos parecen un poco viejas porque nos tomó bastante tiempo sacarlo. Para nosotros, esas canciones reflejan un momento pasado, pero con este nuevo material sentimos que todo se ha actualizado, que tiene más energía y que está más alineado con lo que estamos viviendo ahora. Aunque la producción ha cambiado y es diferente, creo que el espíritu de las canciones sigue siendo el mismo. Estas canciones también tienen desamor, todavía hay diversión, y, en el fondo, sigue habiendo esa chispa de algo tonto que nos caracteriza y nos hace disfrutar tanto de lo que hacemos.
Sin lugar a dudas 'EELS' es un álbum muy variado en términos de estilos y sonidos, pero sin embargo siempre encaja todo a la perfección. ¿Cómo habéis logrado tener una coherencia artística tan sólida a lo largo de un trabajo tan diverso?
Shmoofy: Simplemente hacemos lo que nos parece bien, sin pensar demasiado en si sigue alguna fórmula o tendencia. Nos dejamos llevar por lo que nos resulta natural y auténtico en cada momento.
Falcon Bitch: No creo que busquemos la coherencia de forma deliberada. Sin embargo, tener un concepto en mente desde el principio nos ayudó a encontrar una dirección. Al comenzar, decidimos que este sería un álbum temáticamente vinculado al agua, y de hecho lo llamábamos nuestro "disco de agua". Esa idea inicial fue la chispa creativa, pero luego, a medida que avanzábamos en el proceso, terminó evolucionando hacia algo más relacionado con las anguilas, lo cual nos encantó porque nos parecía peculiar y fascinante.
Shmoofy: Sí, aunque no creo que el álbum suene realmente "acuático", fue divertido jugar con esa idea mientras componíamos. Si al final se siente cohesivo, es simplemente porque lo escribimos nosotros, desde nuestra visión y experiencia compartida.
Falcon Bitch: Exacto. También creo que la cohesión tiene que ver con el hecho de que trabajamos absolutamente todo juntos. Cada detalle del disco fue un proceso colaborativo entre nosotros, y tal vez eso es lo que le da esa sensación de unidad. Al final, lo abordamos como un proyecto compartido, donde ambos aportamos en cada paso, y eso seguramente contribuye a esa sensación de coherencia en el resultado final.
"Estas canciones también tienen desamor, todavía hay diversión, y, en el fondo, sigue habiendo esa chispa de algo tonto que nos caracteriza y nos hace disfrutar tanto de lo que hacemos."
Algo que siempre se percibe desde fuera es como vuestras canciones siempre resultan de lo más espontáneas. ¿Os consideráis un grupo que se deja llevar mucho por las primeras ideas y la intuición?
Falcon Bitch: Definitivamente. Nos dejamos llevar mucho por las ideas, las historias que se nos ocurren y, sobre todo, por la intuición. No tratamos de sobreanalizar las cosas ni de seguir un camino rígido. Simplemente fluyen de manera natural. Al final, solo intentamos hacer algo que nos parezca interesante, algo que nos motive o incluso que nos haga reír. Nos gusta mantener esa ligereza en el proceso, disfrutando cada momento sin tomarnos demasiado en serio, porque creemos que es en esa libertad donde realmente surge lo mejor de nosotros.
En vuestro anterior disco las canciones contenían brillantes juegos vocales, alternándoos entre vosotros las melodías, algo que en este se ha mantenido e incluso ha ido a más. ¿Soléis tener alguna regla a la hora de decidir qué es lo que va a cantar cada uno?
Shmoofy: No tenemos reglas establecidas para nuestro proceso creativo. Si algo suena bien, lo hacemos, y si no, simplemente lo dejamos de lado. Es así de sencillo. Nos guiamos más por lo que sentimos en el momento, sin imponer ningún tipo de estructura rígida.
Falcon Bitch: Sí, muchas veces cuando estamos improvisando, uno de los dos empieza a marcar una melodía, y a partir de ahí empezamos a construir sobre eso, trabajando las armonías y viendo hacia dónde nos lleva la música. Pero, como dijo Shmoofy, no seguimos ninguna regla fija, dejamos que todo fluya de manera orgánica.
Shmoofy: Además, como ambos tenemos muchas ganas de cantar, suele suceder que terminamos compitiendo por el micrófono. Es algo que nos divierte mucho y forma parte de esa dinámica espontánea que nos gusta mantener cuando estamos creando juntos.
Las letras de 'EELS' parecen que constantemente mezclan situaciones y sentimientos muy profundos con otras historias de carácter más anecdótico o absurdo. ¿Sentís que os gusta moveros a través de estos contrastes líricos?
Falcon Bitch: Sí, definitivamente. A menudo hablamos a través de personajes y contamos historias de una manera que recuerda a un libro de cuentos. Con ‘Eels’, por ejemplo, hemos creado una historia de fantasía, y cada canción representa un nuevo capítulo en la aventura de nuestros héroes. Nos gusta explorar diferentes escenarios y emociones a través de estas narrativas, lo que nos permite ser creativos y jugar con las posibilidades. Cada pista no solo es una canción, sino una parte integral de un viaje más amplio, donde los oyentes pueden sumergirse en ese mundo que hemos construido.
Algo que también se percibe a lo largo del disco es vuestro sentido del humor. ¿Consideráis esencial en vuestros procesos creativos dar rienda suelta a vuestras bromas y que al final acaban estando muy presentes en las canciones?
Falcon Bitch: Sí, las bromas siempre están presentes en nuestra dinámica. Casi siempre estamos bromeando, aunque a veces la sátira se hace más evidente. Reírnos es fundamental para nosotros, incluso cuando estamos escribiendo canciones de rock duro o explorando temas más tristes. Esa ligereza nos ayuda a mantener el equilibrio en lo que hacemos.
Shmoofy: Exactamente. Aunque haya momentos de verdad en las letras, a menudo esas historias se cuentan desde la perspectiva de un personaje, que a veces ni siquiera somos nosotros. Esa distancia nos permite jugar con la narrativa y añadir un toque de humor. Definitivamente hemos incluido algunas bromas muy buenas en este disco, y creemos que eso añade una capa extra de diversión y frescura a la música.
"No tratamos de sobreanalizar las cosas ni de seguir un camino rígido. Simplemente fluyen de manera natural. Al final, solo intentamos hacer algo que nos parezca interesante, algo que nos motive o incluso que nos haga reír."
Me fascina como en todo momento a lo largo del disco parecéis moveros entre momentos de pura euforia y otros de profunda melancolía. ¿Desde dentro sentís que manejáis mucho estos contrastes dentro de vuestras canciones?
Falcon Bitch: Definitivamente nos gusta movernos entre diferentes emociones. Supongo que simplemente estamos escribiendo una amplia gama de tipos de canciones, lo cual nos permite explorar y experimentar.
Falcon Bitch: Creo que ambos disfrutamos mucho las canciones tristes. Sin embargo, no queremos dejarnos llevar demasiado por esa tendencia, porque no queremos ser una banda que se identifique solo con la tristeza.
Shmoofy: Sí, definitivamente no queremos ser una banda triste. Queremos seguir siendo una banda de rock, con toda la energía y diversión que eso implica. Pero, por otro lado, resulta curioso que las canciones tristes son realmente divertidas de escribir. Hay algo liberador en plasmarlas.
Falcon Bitch: Exacto. Puede que sea nuestra forma más genuina de expresarnos. Nos encanta escribir esas canciones tristes, porque al final son las que mejor nos hacen sentir al sacarlas, como si pudiéramos liberar un peso de encima.
Shmoofy: Y, por supuesto, las canciones tontas también tienen su lugar. Aportan una ligereza y un sentido de diversión que equilibran todo el conjunto. Al final, nos gusta jugar con todas estas emociones, porque eso es lo que hace nuestra música única.
Me encanta la portada del disco donde aparecen unas criaturas espectrales de muchos colores diferentes. Siento que conecta muy bien con toda la extrañeza que encierran vuestras canciones. Para vosotros, ¿cómo se relaciona lo que aparece en la portada con lo que contiene el disco?
Shmoofy: Creo que las portadas de los discos son realmente importantes para mí. Incluso una mala portada puede arruinar un álbum, porque es la primera impresión que la gente tiene de nuestra música. Esta, de hecho, fue nuestra segunda opción del mismo artista, pero me gusta mucho cómo resultó. Al principio, me sentí un poco decepcionado por no conseguir la primera opción, pero ahora creo que esta tiene más sentido con el álbum en sí.
Falcon Bitch: Sí, definitivamente. Creo que se alinea mucho mejor con el título del disco y la temática que queríamos transmitir. Aunque el esquema de colores es más oscuro, esos orbes brillantes y luminosos le dan un toque especial. Se siente turbio, pero al mismo tiempo es inquietante, curioso y hasta un poco adorable.
Falcon Bitch: Creo que nuestra música también refleja esa dualidad. En general, este disco es una colección de sonidos ligeramente más oscuros, pero todavía tiene esa esencia juguetona y curiosa que siempre buscamos. Así que sí, creo que la portada representa muy bien las canciones. Aunque no lo había pensado tanto antes, es un buen ejercicio relacionar la portada con nuestra música.
Shmoofy: Y sobre las criaturas en la portada, siento que son bastante aterradoras. Si te las encontraras en la vida real, seguro que te asustarías. Pero la verdad es que no están haciendo nada que sea inherentemente aterrador. Simplemente están ahí, pasando el rato, lo cual les da un aire extraño y fascinante. Eso también es parte de la magia; lo que parece aterrador puede no serlo tanto al final.
En ‘Van Goes’, incluís una grabación de un conductor de autobús frustrado. ¿Cómo surgió la idea de incorporar estos elementos cotidianos en su música?
Falcon Bitch: Creo que no es algo que nos propusiéramos desde el principio, como "vamos a incluir esto en el álbum". Simplemente fue surgiendo de manera natural en el proceso creativo.
Shmoofy: Exacto. Teníamos ese clip que nos resultaba muy gracioso, era completamente ridículo, y encajaba perfectamente con las letras de ‘Van Goes’. Así que decidimos usarlo como la introducción. Lo editamos un poco para que funcionara mejor, pero fue una forma divertida de decir: "Esto es lo que viene ahora". Además, realmente es muy divertido. Lo que dice es hilarante y tiene una conexión muy buena con el resto de la canción.
Falcon Bitch: ¡Dios mío! Me encanta ese sonido. Me parece que añade una capa extra de diversión y sorpresa al álbum, algo que capta la atención del oyente de inmediato. Es como una pequeña broma que establece el tono para lo que sigue, y eso es algo que nos encanta hacer.
Me encanta la canción ‘Love Machine’, me fascina la contraposición de frases como “have my heart, heartthrob. Give it back now’ e incluso hay momentos que no deja sonar como una canción romántica. ¿Qué buscáis expresar con esta canción o en qué ideas os basasteis para componerla?
Shmoofy: Recuerdo que estábamos escribiendo letras sobre un robot, lo cual ya es un concepto divertido por sí mismo.
Falcon Bitch: Sí, Shmoofy siempre ha tenido esta curiosidad divertida sobre tener relaciones con un robot, así que pensamos que sería gracioso incluirlo en una canción. Es una idea tan absurda que no pudimos resistirnos.
Shmoofy: Y lo que me parece genial es que ella cante la parte principal. Así, si alguien tiene algún problema con la temática, será ella quien se lleve el golpe (risas). Es una manera divertida de abordar el tema, y también le da un toque ligero a la canción. Al final, todo se trata de disfrutar y no tomarse las cosas demasiado en serio.
"Como ambos tenemos muchas ganas de cantar, suele suceder que terminamos compitiendo por el micrófono. Es algo que nos divierte mucho y forma parte de esa dinámica espontánea que nos gusta mantener cuando estamos creando juntos."
He leído que ‘Big Bovine’ pasó de ser una canción de un estilo más country a algo más punk. ¿Cómo fue el proceso de evolución de esta canción hasta su forma final en el disco?
Falcon Bitch: ‘Big Bovine’ fue una de las últimas canciones que terminamos justo antes de ir a grabar a Los Ángeles. Al principio, tenía un ritmo más suave, casi como un blues tonto, que le daba un aire muy diferente.
Shmoofy: Sí, yo también lo veía como algo así como rock blues absurdo. Pero decidimos hacer un cambio en el último momento, y creo que realmente lo salvamos. Ahora tiene mucha más energía y se siente mucho más punk. Esa transformación le dio un nuevo impulso y, sinceramente, creo que se ha convertido en una de las piezas más emocionantes del álbum. Fue una decisión arriesgada, pero valió la pena.
En ‘Big Bovine’, hay una fuerte conexión con la naturaleza y la tierra, como en "And the creek is running clear", algo que ocurrió también en vuestro anterior disco. ¿Sentís que sois personas muy en contacto con el mundo natural y que esto se acaba colando en las canciones?
Falcon Bitch: Para mí, la naturaleza es muy importante. Me encanta estar al aire libre y en contacto con los animales. De hecho, trabajo en documentales sobre la vida salvaje, así que la conservación es un tema que me importa muchísimo. Creo que hay una conexión profunda entre la música que hacemos y el respeto por el mundo natural.
Shmoofy: A mí también me gusta la naturaleza, pero lo veo más desde la perspectiva de disfrutar de mi espacio en el campo. No soy exactamente un hippie, pero aprecio tener mi propio rincón alejado del bullicio. Me gusta la tranquilidad y la soledad que ofrece, es un buen equilibrio para mí. Esa conexión con el entorno me inspira de una manera diferente, incluso en la música.
‘Dragons II’ parece desmantelar los tópicos clásicos de los cuentos de hadas, diciendo "There’s no dragon to fight off". ¿Qué queréis transmitir con esta desilusión hacia las historias tradicionales y qué representa para vosotros esta ruptura?
Shmoofy: Creo que es más una reflexión sobre la frustración en las relaciones. Es como decir: “No sé qué hacer aquí, no hay un enemigo claro”. Me pareció divertido incorporar esa idea de que no hay un dragón al que enfrentarme. A veces, en ciertas situaciones, simplemente no hay nada que se pueda hacer. La falta de un conflicto tangible puede ser desalentadora, pero también hay algo cómico en ello. Es una manera de reconocer que no siempre hay una solución obvia y que, en ocasiones, la vida es un poco absurda.
El final del disco adquiere un tono mucho más melancólico con ‘I Was a Tunnel’ y ‘Goodnight’. ¿Fue muy premeditado acabar el disco de esta forma debido a lo que sugieren ambas canciones?
Shmoofy: Sí, definitivamente. Decir “buenas noches” es una forma perfecta de cerrar un álbum. Tiene esa sensación de despedida que deja a los oyentes con una última reflexión.
Falcon Bitch: Exactamente. ‘Good Night’ tenía que estar al final. No habría tenido sentido ponerla en otro lugar, ya que cierra el ciclo de manera muy natural. En cuanto a ‘I Was A Tunnel’, la vemos más como una extensión de ‘Love Machine’, pero decidimos separarlas en pistas distintas para darle a cada una su propio espacio. Así, cada canción puede brillar por sí sola, pero aún se sienten conectadas, como capítulos de una misma historia.
"Reírnos es fundamental para nosotros, incluso cuando estamos escribiendo canciones de rock duro o explorando temas más tristes. Esa ligereza nos ayuda a mantener el equilibrio en lo que hacemos."
En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para la siguiente banda a entrevistar. ¿Cuál es la vuestra?
Shmoofy: ¿Siempre crees que puedes salirte con la tuya? Creo que sería una buena pregunta para hacer al final de una respuesta, algo que realmente los haga reflexionar.
Falcon Bitch: O, en un tono más ligero, podrías preguntarles si levantan pesas. Eso también podría generar una buena conversación, y quién sabe, quizás descubras que hay más de un vínculo inesperado entre la música y el ejercicio. ¡Es una forma divertida de cerrar la charla!
Del mismo modo tengo para vosotros una a cargo de Annie de Chastity Belt: ¿cuál es tu canción favorita para cantarla en un karaoke?
Shmoofy: ‘Dream On’ de Aerosmith, 100%.
Falcon Bitch: Para mí, podría ser Hemorrhage de Fuel o incluso algo de Josh Groban. Pero definitivamente, Cody canta Dream On como nadie.
Shmoofy: Y a veces, también me lanzo a hacer ‘Self Esteem’ de The Offspring. Esa energía es contagiosa y siempre es divertida para cantar. ¡Es genial tener esas canciones que nos hacen conectar y disfrutar juntos!