Entrevistamos a

Anna B Savage

"Sabía incluso antes de empezar a componer estas canciones que quería expresar el amor que sentía en muchos sentidos. Llevaba planeando este disco un par de años con esta idea en mente."



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Anna B Savage convierte su tercer álbum en un puente entre el amor humano y el geográfico. ‘You & I Are Earth’ respira la calma de Donegal, Irlanda, donde lo cotidiano —el susurro del mar, la textura del viento— se eleva a poesía. Savage evita grandilocuencias para celebrar lo frágil: aquí, las canciones son diarios íntimos escritos con guitarra, cuerdas y una voz que oscila entre la vulnerabilidad y la serenidad. Temas como ‘Talk to Me’ o ‘Lighthouse’ dibujan paisajes sonoros donde el amor y el territorio se funden. El primero abre con olas que marcan el ritmo de una reconexión; el segundo usa pianos y metáforas de faros para hablar de guía mutua. En ‘Donegal’, la percusión evoca raíces folclóricas, mientras Savage pide pertenencia a su nuevo hogar sin esconder sus grietas. El álbum destaca por su minimalismo emotivo: ‘Big & Wild’ prueba que un par de acordes bastan para transmitir inmensidad, y ‘Mo Cheol Thú’ usa clarinetes para decir lo que las palabras no alcanzan. Colaboraciones como la de Anna Mieke en ‘Agnes’ añaden capas etéreas, mezclando mito y confesión. El cierre, ‘The Rest of Our Lives’, resume la filosofía del disco: conexiones que florecen con paciencia. Savage no busca respuestas, sino capturar instantes —un suspiro, una ola— como monumentos a lo efímero. Aprovechando la reciente publicación de este disco y su próxima gira por nuestro país, hemos tenido el placer de entrevistar a la artista.

En 'Donegal', mencionas "please look after me" con un tono casi suplicante, como si el mar fuera una entidad protectora. A lo largo del álbum, parece haber un diálogo constante con la naturaleza, casi como si fuera otro personaje. ¿Cuándo fue la primera vez que sentiste que el paisaje podía cuidarte o devolverte algo?

¡Interesante! Sí, siento que estoy en diálogo con la naturaleza constantemente. Al fin y al cabo, somos naturaleza, y ha sido un proceso a lo largo de mi vida darme cuenta de eso. No creo que el paisaje pueda cuidarme, sino que la relación debe ser mutuamente beneficiosa, si eso tiene sentido. Debemos tratar el mundo natural con el respeto, el asombro y la admiración que merece, y, a cambio, la tierra nos cuidará. Aunque, viendo que el mundo ahora mismo arde, se inunda o es azotado por tormentas, no creo que lo estemos haciendo muy bien como colectivo.

 

La delicadeza y la sutileza son elementos clave en este álbum, algo desafiante en un mundo donde la atención suele centrarse en lo inmediato y llamativo. ¿Cómo ha sido para ti encontrar espacio para lo sutil en una industria que suele premiar lo espectacular?

Esa era precisamente mi preocupación con este disco: es un álbum pequeño y delicado, y siempre nos dicen que lo mejor es lo grande y brillante. Sinceramente, me ha dado miedo crear este álbum en este momento. Pero, mientras lo hacía, no pensaba en cómo sería recibido ni en los posibles obstáculos... Simplemente me limité a escribir.

Este disco transmite una estabilidad emocional y la sensación de haber alcanzado un lugar de calma, algo que contrasta con la incertidumbre y las dudas que dominaban parte de tu trabajo anterior. ¿Cuándo notaste que tu forma de escribir y de entenderte a ti misma había cambiado?

Ha sido un proceso gradual. Incluso antes de mi primer álbum, ya era mucho más amable y tranquila conmigo misma. Aunque quizá no se note. Pero ha sido maravilloso integrar eso más plenamente y querer expresarlo en la música y, con suerte, poder hacerlo.

En 'Mo Cheol Thú', la canción casi se convierte en una nana, con una ternura que parece dirigirse tanto a una persona como a un lugar. ¿La concebiste desde el principio como una canción protectora, o fue adquiriendo esa forma con el tiempo?

Esto es algo que adoro de la música (y que me cuesta en las entrevistas, ¡lo siento!), porque no quiero ser categórica sobre cómo se reciben las canciones. Pero, para responder, para mí no es una canción protectora, sino una expresión de amor. Me encanta que suene protectora y dirigida tanto a una persona como a un lugar, pero mi intención era simplemente expresar parte del amor que sentía.

"Siento que estoy en diálogo con la naturaleza constantemente. Al fin y al cabo, somos naturaleza, y ha sido un proceso a lo largo de mi vida darme cuenta de eso."

El amor en este álbum se siente terrenal, tangible y cotidiano, no idealizado. ¿Hubo un momento concreto en el que te diste cuenta de que estabas escribiendo un disco sobre el amor? ¿Te sorprendió?

Sabía incluso antes de empezar a componer estas canciones que quería expresar el amor que sentía en muchos sentidos. Llevaba planeando este disco un par de años con esta idea en mente, así que ¡ninguna sorpresa aquí! Solo planificación meticulosa (risas).

El título 'You & I Are Earth' proviene de una inscripción en un plato del siglo XVII, una frase que ha sobrevivido siglos de historia y reinterpretaciones. ¿Qué significa para ti la idea de que tu música pueda ser descubierta en el futuro sin ningún contexto?

¡Me encantaría! Como dije antes, me cuestan las entrevistas (aunque me parece muy bonito y halagador que la gente se interese tanto por mi música como para hacerme preguntas), porque no quiero decirle a nadie cómo debe recibir mis canciones. Para mí, esa es la magia de la música: se fusiona y se vuelve directamente importante para tu vida, aunque casi nunca hayas conocido a quien la creó. Así que sí, ¡que mi música llegue sin contexto sería un sueño!

 

En 'Agnes', la música se construye sobre una dualidad y transformación, y la canción captura un momento de cambio profundo. ¿Ha habido alguna experiencia reciente en tu vida que te haya hecho sentir esa misma metamorfosis?

Ojalá pudiera decir que sí, pero ha sido un proceso de cambio muy gradual, en el que he trabajado mucho. No ha habido un momento específico o una experiencia que marcara un antes y un después, sino más bien una serie de pequeños pasos y reflexiones que me han llevado a donde estoy ahora. Ha sido un camino lento, lleno de aprendizaje y, sobre todo, de mucha paciencia.

El sonido del álbum parece profundamente influido por su entorno: el mar, la tierra, la tranquilidad de Irlanda. ¿Cómo afecta la geografía a tu forma de componer? ¿Crees que habrías hecho un disco muy diferente en otro lugar?

¡Oh, sí! Este disco no existiría si hubiera estado en otro lugar. Para mí, está totalmente impregnado del sitio donde se concibió y escribió. Me influye mucho el mundo natural, incluso cuando escribo canciones en Londres, así que fue bonito sentirme más cerca de un nuevo entorno natural en Irlanda.

"Me influye mucho el mundo natural, incluso cuando escribo canciones en Londres, así que fue bonito sentirme más cerca de un nuevo entorno natural en Irlanda."

En todo el álbum hay una relación muy física con el mundo: tocar la tierra, sentir el agua, oír el viento. ¿Cómo moldeó tu propio cuerpo —el acto de cantar, respirar, moverte— la forma en que se escribieron y grabaron estas canciones?

¡Vaya, no tengo ni idea! Nunca había pensado en eso hasta que lo mencionaste, pero me encanta esa idea. Es curioso cómo a veces no somos conscientes de ciertos aspectos de nuestro proceso creativo hasta que alguien nos hace una pregunta así. Lo único que se me ocurre es que, al escribir estas canciones, quería que fueran relajadas de cantar, que fluyeran de manera natural. Mi sensación general en ese momento era de tranquilidad, de estar en un lugar de calma y serenidad, y eso se reflejó en la música. Busqué melodías que sonaran cómodas, que no fueran forzadas ni complicadas, porque quería que transmitieran esa misma sensación de paz que yo estaba experimentando.

En varias canciones, el amor y la naturaleza se entrelazan hasta el punto de que a veces no está claro si te diriges a una persona o a un paisaje. ¿Esa fusión fue intencional desde el principio, o surgió orgánicamente durante el proceso de escritura?

Fue intencional: quería darle privacidad a mi pareja, así que no quise escribir exclusivamente sobre él. Me parecía importante mantener ese equilibrio, porque aunque él es una parte muy significativa de mi vida, también quería respetar su espacio y no exponerlo demasiado. Además, como este álbum también es una carta de amor a Irlanda, me pareció que fusionar esos dos aspectos era el siguiente paso más lógico.

 

El álbum tiene un sonido cálido y envolvente, pero sin esquivar la vulnerabilidad, dejando espacio para la fragilidad. ¿Cómo encontraste el equilibrio entre calidez y exposición emocional en este disco?

Sinceramente, no lo sé. Simplemente escribí lo que más se acercaba a mi estado emocional en ese momento. No había un plan preconcebido ni una fórmula específica para encontrar ese equilibrio entre calidez y vulnerabilidad. Fue algo que surgió de manera natural, como una extensión de lo que estaba viviendo y sintiendo. Me alegra mucho que eso se transmita en el álbum, porque creo que refleja fielmente cómo me siento cuando estoy enamorada

Las colaboraciones en este álbum incluyen músicos de distintas escenas de Irlanda, cada uno aportando texturas específicas. ¿Cómo supiste que eran las personas adecuadas para dar forma a estas canciones?

A algunos (Brian, Kate) ya los conocía y adoraba su talento, así que les pedí participar. Otros (Caimin y Cormac) los sugirió Spud, mi maravilloso productor, porque buscaba ciertos instrumentos. Y Joe es el batería de mi banda, que es increíble. Todo fluyó de forma orgánica y estoy feliz con las decisiones.

En el pasado, has hablado de ansiedad e inseguridad en tus álbumes anteriores. Ahora que este disco refleja una etapa de mayor estabilidad, ¿cómo ha cambiado tu relación con la incertidumbre?

Supongo que sé que la incertidumbre siempre está ahí, y está bien. Es algo que he ido aceptando con el tiempo, entendiendo que no todo tiene que estar bajo control o completamente claro. La vida tiene sus altibajos, sus momentos de duda, y eso es parte del proceso. En lugar de luchar contra eso, he aprendido a convivir con la incertidumbre, a verla como algo natural en lugar de algo que deba evitarse.

"Supongo que sé que la incertidumbre siempre está ahí, y está bien. Es algo que he ido aceptando con el tiempo, entendiendo que no todo tiene que estar bajo control o completamente claro."

Hay un tema constante en el álbum: la búsqueda de un lugar al que pertenecer, ya sea una persona, un hogar o incluso un sentimiento. ¿Qué significa para ti pertenecer, y cómo ha evolucionado esa idea en tu vida recientemente?

Creo que estas preguntas están en el álbum porque aún me las hago en la vida. No estoy segura de lo que significa pertenecer... ¡Volveré dentro de unos años con suerte con una respuesta!

Si este álbum pudiera conversar con uno de tus discos anteriores, como 'A Common Turn' o 'in|FLUX', ¿qué crees que se dirían?

¡Ya están en conversación! Veo estos tres álbumes como una especie de trilogía. Para mí, parte de la alegría de crear una obra es ver la progresión, el desarrollo y los cambios con el tiempo.

En todas nuestras entrevistas, nos gusta pedir al artista que deje una pregunta para el siguiente grupo que entrevistemos. ¿Cuál es la tuya?

¿Cuál es tu primer recuerdo musical?

Igualmente, tengo una para ti de Liana Flores: ¿qué álbum has disfrutado recientemente?

He estado escuchando mucho 'Hats' de The Blue Nile últimamente, y mi vida ha mejorado notablemente por ello.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

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