Shego Manda. Verdad inamovible. Como el hecho de que los baños de tías son los primeros espacios seguros de cuidados que las chicas conocemos, incluso antes de saber qué quiere decir eso. O como que cuando estás junto a tus amigas, puedes con todo y más. Si dudas de esto, o bien eres un hombre blanco heterosexual que huele a cerrao’, o, en un intento de desintoxicarte de internet, te has perdido lo mejor que ha pasado en las redes en mucho tiempo.

Después de lo que ha parecido una eternidad, en este puente de vitorear el genocidio más famoso de nuestra Espanyita, han vuelto los conciertos de pie y sin distancia social. Y con este retorno, la ocasión perfecta para que el cuarteto madrileño, compuesto por Maite Gallardo, Raquel Cerro, Irene Garrido y Aroa Elvira, se haga con la corona de las guitarras de la generación Z.

Un doble bolo en Madrid, y las chicas abanderadas con el nombre de la villana más carismática de Disney Channel, aterrizaron el sábado 9 de octubre en la primera edición del Eargasm Fest. Su primer concierto en la Ciudad Condal, en el primer festival de Barcelona en el que se podría bailar con desconocidos sin restricciones. Compartiendo cartel con la reconfortante voz de The Bird Yellow, el debut de Lagarde, y el dúo Sons of Med, lograron que el duro público de la ciudad condal, no sólo enloqueciera, sino que les suplicara por un bis. Pero que esto pasara no es arte de magia, ni mucho menos. Pasar un rato que ellas lo pone en evidencia.

Mientras que esperaba a que cogieran su cena, sonaba el inicio de Mr. Brightside entonado por Lagarde. “Oye, es muy guay esta tía. Tiene mucha energía. No parece su primer concierto.” Decía Irenegarry. Comenta como mola ver cada vez a más chicas haciendo sus movidas en el escenario sin miedo de lo que podrían decir de ellas. Y mientras que la canción se balanceaba hacia Sk8er Boy, aparecían las componentes restantes. Parecía que hubieran calculado el momento exacto de su entrada. Con un look digno de las Nasty Cherry, o del paso por Japón de las Runaways, lograban la atención de cualquiera. Outfits de estrella del rock y sonrisas de quien sabe que tienen el futuro en sus manos. Durante un instante parecía que el mundo nos pertenecía a las pivas. Contaban que quizás, aún y encontrarse en una industria llena de tíos, tanto en los escenarios como entre bambalinas, ahora las chicas se dedican a echarse cables las unas a las otras, “Creamos redes de apoyo, incluso con gente que no conoces de nada. Así no te sientas tan fuera de lugar y puedas arriesgarte a hacer lo que te gusta. El tema ya no va de hay una chica y no puede haber más. No competimos entre nosotras, hay sitio para todas.”

Cuando les pregunto en qué momento decidieron meterse al lío, me responden que quizás la semilla fue precisamente viendo la película de The Runaways. “Nunca habíamos visto a tías subidas en el escenario pegando gritos, haciendo lo que querían, pasándolo bien y vistiendo increíble. ¿Por qué no había cosas así en los festivales a los que íbamos? Y empezamos con la idea de que quizás deberíamos hacerlo nosotras. ¡Montemos un grupo de punk!” La cosa se fue retrasando, pero la llama no se apagó. Así que años después Maite y Raquel se juntaron, y con referentes como Hinds o Haim, se dijeron a sí mismas: ahora o nunca. Sacaron sus primeros temas y grabaron unas maquetas en casa, que en boca de todas, sonaban bastante regular. Y aquí el gran paso, el decir merecemos esto igual que cualquier otro. Así que cogieron instagram, y se colaron con su material en los dms de Carlangas. El líder de Novedades Carminha lo tuvo claro, el talento estaba ahí. Y junto a él y Bronquio, produjeron su primer EP.

Por el camino, agradecen las noches malas. “Era una de esas bajoneras de entre semana en un pub supercutre. Cogimos a Irene, la llevamos al baño y le empezamos a poner todo lo que teníamos grabado.” “No podía parar de decir lo chulísimas que eran. Lloramos y nos contamos mil mierdas. Y dije, mira, yo sé tocar la guitarra, así que aprendo a tocar el bajo y me uno a vosotras.” Aroa llegó por un amigo en común. Y resultó ser, no sólo la más virtuosa a la batería, sino que la mejor con cualquier instrumento.

I ja hi som tots. Sobre sus letras dicen que es un poco mostrar cómo se sienten en cada momento, pero se divierten buscando ese punto en el que dices jaja esto va a molestar… PONLO. ¿Y el futuro? Bromean con sobrellevar el “hoy tocamos aquí, mañana arroz blanco para cenar, que no me ha dado tiempo de hacer la compra con los ensayos y la uni”, pero tienen clarísimo a donde van. Con dos singles y el EP, ahora les toca de nuevo sacar hits sueltos y dar el paso al LP. Cierran diciéndome que aunque trabajar con tíos en la producción está bien, ojalá poder crear esto con más chicas y gente queer. “La seguridad con la que te encuentras es muy distinta, es un ambiente que te ayuda a crecer.” Hacer cosas con les amigues, para les amigues. Abrir los espacios para todos los colectivos que siempre han estado más invisibilizados, y hacerlo juntos.

La energía, seguridad y carisma con la que hablaban solo fue superada por su propio directo. Para que me entendáis, la vibra de la actuación de Dua Lipa y St Vincent en los Grammy de 2019, combinado con el descaro desenfadado de las Hinds. Las primeras en hacer un set entero en castellano de todo el festival. Covers de Big Thief, Hombre G -but make it 0 masculinidad tóxica- y de Novedades Carminha, marcaron también cómo es posible homenajear, e incluso mejorar, todo los que nos ha traído hasta aquí. La potencia de sus guitarras, bajo y batería brillaron por todo lo alto con ‘oh boi, fumas?’, o ‘meperd0nas?’ y sus recientes colaboraciones. El ambiente entre el público era impresionante. La sala irradiaba una libertad y una esperanza para las chicas y la gente queer, que no había sentido en mucho tiempo. Ver a mis amigas, a le chique que me había pasado papel en el baño, las colegas de conciertos, y a un montón de chavales que posiblemente empezaban a ir ahora de conciertos, junto a las que llevan tiempo aguantando la puerta abierta, bailando y gritando al unísono me puso la piel de gallina. Qué decir, ten cuidado con las pibas, porque estamos todas locas, y un bis de Vicente Amor no se logra así como así.

Salimos del concierto extasiados, bailando S&M pinchada por las djs Llamadas Perdidas. Y en ese instante, la certeza que después de conciertos así va haber un grupo de chavals que dirán ¿y si nosotras también? volvió a estar presente. Y ya solo con eso, todo lo demás habrá valido la pena.

Stream Shego, no seas un pringado farlopa.