Hace un año, en mitad de un mar de sillas, Rojuu actuó por primera vez en el Festival Cara B. Sería épico decir que, por aquel entonces, nadie hubiera imaginado lo que iba a pasar encima del escenario el pasado 6 de marzo, en el cierre del B • XTRA22. Pero la verdad es que, desde el minuto 0, Rojuu dejó claro que iba a ser la próxima estrella del rock_pop_emo_trap_experimental_politonos de nuestro país. Lo que no vimos venir, fue la locura que iba a ser estar entre el público.
Situémonos. Las afueras del recinto Fabra i Coats de Sant Andreu (Barcelona). Es domingo y hace frío, pero, aun así, una cola en plena semana del manga, rodea toda la manzana. Jamás en la historia del festival se había visto tanta emoción para el cierre. Uno solía llegar como buenamente podía, después de una retahíla de conciertos y mucha cerveza. Pero esta vez no. Los que estaban ahí tenían un motivo más importante que cualquier examen final para estar ahí: Roc Jou Morales, aka Rojuu.
Cuando a las 7 de la tarde se abrieron las puertas, el recinto estaba prácticamente lleno. El público, vestido con sus mejores galas internet otaku, primero pudo maravillarse con Rebe, que parecía salida de una hermandad de hadas de La Historia Interminable, para demostrar por qué es la princesa del pop de los márgenes. Y a continuación, Maria Blaya, a quien muchos conocimos en la mixtape Roku Roku, calentó los motores a otro nivel. La sala estaba preparada.
Para entenderlo todo a la perfección, hay que desvelar el secreto mejor guardado del público. Para la gran mayoría de ellos, ERA SU PRIMER CONCIERTO. ¿Recordáis esa energía? ¿Esos nervios? ¿Esas ganas de mearte encima de la emoción? Pues estaba todo ahí, junto a una combinación de bebidas energéticas y hormonas que se podían palpar en el aire. Chavalada que empezaba en los 14 y viajaba hasta los veintipocos -y algunos valientes que poco Carnet Jove les queda. Sin olvidar la zona de padres-acompañantes, bien cerca de la barra. Y con todo el mundo reunido, después de una larga espera, un retraso que nadie entendió, pero algunos criticaron en internet, a las 9:40 empezó el show.
rojuu, mañana a las 9 trimestral de economia, llega ya cabron
— m4r (@22maarv) March 6, 2022
Como si de un auténtico estrella de estadios se tratara, Rojuu subió al escenario con su icónico look de los premios de ESLAND y su ya famosa llave espada. El público enloqueció. Fue algo absolutamente ensordecedor. Entran las primeras notas de NEZUKO. A la batería Elena Nieto de Yawners, y a las cuerdas Marcos Crespo y Gonzalo López de Depresión Sonora. La superbanda del underground. Y a partir de aquí todo sube. Los móviles siempre arriba, hasta las Nintendo 3DS si hace falta, y que todo quede registrado en Twitter. Suenan temas como FANTASÏA PLACEBO, UN PASEO MÁS, TRIANGULO AMOROSO… un concierto para niños rata emos. Vaya, lo que hemos sido todos los que estamos aquí.
En el escenario empiezan a llover sujetadores. ¿PUEDE ALGO DECIR MÁS ESTRELLA DEL MOMENTO? En mi vida había visto volar tantos sujetadores, y mucho menos que todo quedara filmado por una nintendo. 30 mil inputs por segundo. Rojuu hace suyo el escenario, presenta a su banda, porque son también sus colegas, y dice que se viene la canción de La Velada Del Año. Sobra decir que toda referencia a internet en este concierto es poca, al fin y al cabo, todo su público nace ahí. UMI suena más fuerte que nunca. La sala jamás había visto tanto flash. Con Ikari demostró porque es de los pocos merecedores de sacar un álbum que se llamara Grandes Hits (antes de los 18). Un no parar de suspiritos de llantos y poguear (mal, porque falta de experiencia entre el público). Pero siempre hay un puntito para el humor, para las risas, para mirar a la zona de padres y cantar ADULTOS como si esxs pobres señorxs no les fueran a hacer la cena a la mitad del público al volver a casa.
Y cuando creíamos haber llegado al máximo punto de intensidad, y algunxs ya habíamos perdido hasta los pendientes, la banda bajó del escenario y se abrieron las puertas del infierno. Saltan a las tablas Clutchill y Akari. El público lo pierde. Y entonces un leve politono y ¡BOOM! 100XRE A TU LADO STARE. El suelo vibraba, las columnas retumbaban, había de 5 a 7 pogos repartidos por toda la sala, las primeras filas se asfixiaban contra la baya y una energía delirante lo invade todo. La traca final fue como vivir una estampida. Jamás nadie ha estado tan vivo. BROOKLYNBLOODPOP, Tofu Delivery -sin Orslok-, y cerrando, POST VELADA.
La adrenalina con la que dejó al público fue impagable. Si no tenías 16 al entrar, por lo menos durante un rato casi lo pareció. Los que suben, suben más fuerte que nunca. Criados detrás de una pantalla, preparados para darlo todo en la vida real. En sus ojos brillan las ganas de probarlo todo, de sentirlo todo, de experimentar cada segundo como si fuera único e irrepetible. Y, de algún modo, Rojuu se ha convertido en el mesías de todos aquellos que han esperado este momento entre memes, animes y mensajes directos. El mundo es suyo, y lo van a coger.

