Crónica

Nudozurdo

Porta Caeli

25/09/2015



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Nudozurdo han dado un giro en su último trabajo, Rojo es Peligro, hacia un sonido aún más denso, caracterizado por tenues atmósferas donde los sintetizadores por primera vez entran en juego en su música. Sin embargo, el concierto que ofrecieron el pasado viernes en la Porta Caeli no se dirigió por los derroteros lógicos de la gira de presentación del citado trabajo. Nos encontramos a un grupo que se aferró en las virtudes principales de su música, es decir, las guitarras crispadas y ese clímax de tensión cortante que arrastran la mayoría de canciones de su trayectoria. Bajo estos elementos y guiados por la figura de Leo Mateos, los madrileños ofrecieron un concierto de muchos decibelios e impacto emocional hacia nuestro lado más sombrío.

El concierto comenzó de forma reposada entre los tintineos electrónicos de ‘Los Bárbaros’, tema que cierra su último disco. Luz poco abundante y solemnidad para entrar en contacto con su propuesta. No tardaron en llegar temas muy esperados como ‘Mensajes Muertos’ o ‘Laser Love’, haciendo gala del habitual tono narrativo del grupo y el mensaje tan críptico como inspirador que adoptan. Letras cargadas de reflexión personal y momentos de virtuosismo de Leo a la guitarra manifestados en una concentración y pose espasmódica. Cambiando el ambiente del concierto de forma notable, alcanzamos un mayor reposo con ‘Bucles Dorados’ y sus texturas sintéticas para saltar al momento despiadado de la noche con ‘Ha Sido Tan Divertido’.

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Otra nueva composición llegó de la mano con ‘No Siento tu amor y tu amor es falso’, sobresaliendo su letra cargada de ironía y una guitarras muy bien mimetizada con los ritmos y bases presentadas. Superando el ecuador del concierto, Nudozurdo se acordaron de ‘No me Toquéis’ en otro de los momentos más emocionantes y afilados. El semblante serio que los músicos mantuvieron a lo largo de toda la actuación tomó más significado que nunca. Dejando a un lado los pensamientos acerados de los temas, ‘El Hijo de Dios’ aportó un nuevo aire al rumbo del directo, sacando la energía vocal tanto de Leo como del público asistente. Sin embargo, el final previo bises llegó con un ‘Dosis Modernas’ que alcanzó un auténtico apoteosis.

Tras la momentánea retirada de los músicos del escenario llegó el turno de los bises con ‘El Diablo Fue Bueno Conmigo’, recorriendo como un escalofrío nuestro cuerpo a medida que Leo mostraba los buenos punteos de su guitarra y el tono grave de su voz resaltaba más que nunca. Todo se disolvió con un ‘Dentro de él’ llevado al extremo, descargando de forma punzante y voraz lo temible de la letra sobre nosotros. Nudozurdo apostaron por hacer lo que mejor saben y nosotros nos quedamos con un muy buen concierto en la memoria.

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Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

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