Crónica

ML Buch

Café Berlín

14/04/2024



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La primera gran gira internacional de esta primavera desembarcaba en el Café Berlín con la mismísima ML Buch. Generando una gran expectación acerca de cómo nos ofrecería en vivo sus canciones, se colgó el cartel de entradas agotadas. No era para menos en base a esa fascinación que genera su forma de componer canciones, logrando en todo momento unir mundos tan dispares como el trip hop, la música balearic o el pop sentimental.

Sintiendo de cerca el calor humano debido a lo abarrotado de la sala, la espera se hizo bastane pronunciada. Sin embargo, cuando la música se detuvo y las luces se atenuaron, un repentino silencio invadió el recinto. De repente, las primeras notas de ‘I Feel Like Giving You Things’ irrumpieron con fuerza, captando de inmediato la atención de todos los presentes. ML Buch emergió sola en el escenario, con su guitarra al fondo y rodeada de teclados, dispuesta a ofrecer una actuación memorable en un escenario bastante íntimo.

A partir de ese momento, la artista danesa nos sumergió en un universo sonoro profundamente personal e introspectivo. Su voz, etérea pero llena de matices, se entrelazaba con las melodías desnudas y vulnerables que manaban de su guitarra. Cada canción parecía un lienzo en blanco donde Buch divagaba a la perfección entre ritmos pregrabados, atonalidades absorbentes y momentos en los que mostrar lo crudo de su interpretación guitarrera.

Títulos como ‘Can You Hear My Heart Leave’ y ‘Fleshless Hand’ evidenciaban la enorme capacidad de la artista para transmitir sentimientos complejos a través de letras crípticas pero cautivadoras. Sus interpretaciones eran auténticas cápsulas del tiempo, transportándonos a escenarios oníricos plagados de imágenes surrealistas y evocadoras. Ese afán por lograr constantemente la sorpresa en el concierto sin lugar a dudas fue una de las máximas que marcó la velada.

Fue en ‘Flames Shards Goo’ donde ML Buch demostró su maestría para crear ambientes psicodélicos, con ese regusto por la música de principios de los 2000 donde la música hecha por máquinas lograba capturar el encanto por las librerías de sonidos. La amalgama de guitarras procesadas y sintetizadores envolventes sumergió al público en un estado de trance meditativo, mientras la voz de la artista servía de hilo conductor.

Una de las grandes revelaciones de la noche fue la interpretación de ‘I'm a Girl You Can Hold IRL’. Lo que en el álbum es una pieza etérea y soñadora, cobró en el escenario una fuerza arrolladora gracias a una solemnidad sepulcral que se iba resquebrajando en cada fluctuación vocal de la artista. Logrando que el tema creciese sobremanera y saltando a través de todas esas etapas donde el sentirse vulnerable equivale a mostrar toda la extrañeza de nuestro interior, sin lugar a dudas causó una de las mayores ovaciones de la noche.

Conforme avanzaba el concierto, las interpretaciones de Buch se volvían cada vez más viscerales e intensas, como si estuviera dejando salir todos sus demonios interiores. ‘River Mouth’ fue una auténtica exhibición de virtuosismo y energía cruda, con la artista arrancando de su instrumento sonidos ásperos que contrastaban con su habitual delicadeza.

El punto álgido llegó con la canción del bis, ‘Working It Out’. En ese momento, un torrente de emociones pareció fluir a través de ML Buch mientras su voz se alzaba, poderosa e implacable, sobre un crescendo de guitarras desgarradoras. Fue una catarsis colectiva, una comunión entre artista y público que nos dejó con esa sensación de estar ante una artista capaz de transmitir todo lo que habita en su caos mental y creativo, donde paradójicamente todo acaba siempre encajando.

Cuando los aplausos estallaron era evidente que ML Buch había logrado algo extraordinario esa noche. A través de su música íntima y confesional, logró crear un vínculo profundo con todos los presentes, invitándolos a un viaje interior plagado de ensoñaciones, paisajes abstractos y sentimientos a flor de piel. Fue una actuación memorable que dejó una huella indeleble en todos los afortunados que pudieron presenciarla.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.