El pasado miércoles 22 de diciembre se celebró el concierto de Navidad de Maria del Mar Bonet en el marco del 23º Festival Mil·lenni en la Basílica de Santa Maria del Mar, en Barcelona.
Con una experiencia de más de 50 años encima de los escenarios, Maria del Mar Bonet tiene una trayectoria con una cuarentena de discos, consiguiendo así un perfil artístico claro, sólido y coherente. Bonet estuvo acompañada del músico y cantante valenciano Borja Penalba, el cual participó en su último álbum grabado en directo desde el Teatro Micalet, y del percusionista Antonio Sánchez. Durante el concierto, interpretaron piezas de este último disco, y otras canciones de Navidad de las grandes voces de referencia del mundo de la canción.
La relación y la estima por parte de su público y los escenarios de sus conciertos son partes fundamentales de sus memorias, por eso, la Basílica de Santa Maria del Mar es un sitio excepcional para acoger a la artista.
En directo, siempre ocurren pequeñas anécdotas que consiguen traer calidez y personificar a todos aquellos que se encuentran encima del escenario o, en este caso, del altar. En un cambio de canción y después de varios intentos de afinar la guitarra, Bonet le pidió ayuda a su compañero Penalba, que se la afinó mientras ella contaba la historia que se ocultaba detrás de los temas que interpretaría a continuación, concretamente sobre sus vivencias en Horta. Sin duda alguna, el Mediterráneo fue y, probablemente, sigue siendo la fuente de inspiración de muchos de sus temas.
Antes de empezar a cantar algunos de los temas de su último disco, Maria del Mar Bonet nos deleitó con unos preciosos poemas. Algunos de los temas fueron ‘Homenatge a Teresa’ y ‘Podries’ de Joana Raspall.
Cuando parecía que el concierto llegaba a su fin, nos sorprendieron con un elaborado bis de tres canciones, que empezó con ‘El noi de la mare’, uno de los temas navideños más populares de la cultura catalana.
La segunda fue ‘Que Volen Aquesta Gent?’, una de las canciones más populares de la mallorquina. Durante la interpretación, se creó un aura muy especial en el momento que el público coreó la letra juntamente con la artista, ya que se creó una reverberación en la nave de la Basílica.
La tercera y última canción del concierto fue ‘La balanguera’, lanzada en 1981. La artista puntualizó que era un tema muy especial para ella porque consideraba que era un tema muy de Mallorca y muy de los países catalanes. Así que le dio la importancia que le tenía que dar y la usó para cerrar la velada de casi dos horas que culminó un intenso y celebrado año de recitales.
