Crónica

Juan Wauters

El Sol

27/03/2022



Por -

Inmerso de lleno en una generosa gira europea, Juan Wauters recalaba en Madrid gracias a Tómbolo en el inicio de sus fechas por la península, encontrándonos una sala El Sol a rebosar y de lo más expectante por poder corear el arsenal de canciones memorables que ha acumulado a lo largo de estos años. Dejando huella de su carisma, cercanía y humanidad desde los primeros compases de la velada, el uruguayo se dio un auténtico baño de masas en un directo donde poco se dejó en el tintero.

Ejecutando la actuación en dos partes bien diferenciadas, una en la que se las apañaba él solo con su guitarra (o incluso tan solo con su voz) y otra en la que incorporaba a tres músicos realmente excepcionales que exprimían el carácter transoceánico de su música, en todo momento pudimos comprobar como sus narrativas tan afables como cotidianas tomaban una vida extra.

Sin ir más lejos, arrancó el directo con ‘Rubia’ y ‘Así No Más’, dando buena cuenta de como sus composiciones se mueven por una extraordinaria placidez con la que poder mostrar el entorno que le rodea. El público, de lo más receptivo en todo momento, no dudó en acompañar al artista dejándose la garganta prácticamente en cada uno de los temas, haciendo bastante evidente como en todo este tiempo ha ido sumando un gran número de adeptos.

Continuando con el tramo inicial del directo, no faltaron alguna de las composiciones de corte más acústico de su trayectoria como ‘A Volar’, la cual alargó hasta la extenuación para así comprobar como con cada repetición el fervor no disminuía, sino que ocurría todo lo contrario. A continuación nos brindó otro de esos momentos marca de la casa de la noche, ofreciendo una interpretación a capela de ‘Yendo’ que reflejó a las mil maravillas su filosofía de vida, sintiendo una vez más como estábamos ante uno de esos trovadores que plasma como también en nuestros tiempos podemos encontrar un mayor espacio de serenidad.

Con el público para aquellas alturas ya enfervorecido, siguieron llegando composiciones con aroma de clásico como ‘Water’ para dar paso inmediato a la fase del concierto en la que el resto de músicos entraban al escenario. Ni que decir queda que los tres miembros que lo acompañaron gozaban de un virtuosismo técnico envidiable, algo que dejaron claro desde los compases iniciales de una ‘Moonsoon’ que nos brindó ese punto de dream pop aferrado a lo terrenal que tan bien se le da al artista. Tampoco se quedó atrás la interpretación de una ‘Real’ donde ese estribillo de “been real with myself” sonó como el más liberador de toda la velada.

Avanzando en la noche sin ningún tipo de prisa a base de deformar las canciones a su antojo e introducir algún que otro estribillo extra, siguió llegando el recital de composiciones revisitadas con nuevos ritmos como fue el caso de ‘Guapa’. Más momentos que causaron esa gran fiesta colectiva donde cada pequeño leimotiv melódico era celebrado al máximo llegó con una ‘I'm All Wrong’ que gozó de unos teclados realmente espaciales.

Sin perder tampoco un mayor frenesí de banda al completo, no faltó un tramo del directo entregado a esa forma en la que Juan también lograba auténticas maravillas de pop garagero con The Beets, llegando ‘Suena Mucho’ o una ‘Sanity or Not’ con la que realmente dar rienda suelta a los momentos más Elvis de la noche. Así es como seguía exhibiendo un arsenal de recursos interminable que resultaba coronado por la perfecta retahíla de impedimentos pandémicos de ‘Locura’ o ese ‘Todo Terminó’ con el que aparentemente se despedía y que dejaba al público coreando al máximo el estribillo hasta que volvió a salir al escenario.

Para los bises todavía nos tenía guardada ‘Disfruta La Fruta’, ‘Blues Chilango’ y ‘Pasarla Bien’, tres canciones con las que conectar al máximo con sus raíces latinas y festejar al máximo lo perfecta que resultaba la noche. Incluso a petición popular interpretó simplemente con su voz ‘Acordes’, siendo reconstruida totalmente por los fans, todo ello desembocando en ‘Nena’, ‘James Brown’ y un emotivo nuevo tema con el que celebrar su pasión por compartir sus canciones. Así es como logró extender el éxtasis durante más de una hora y media que fue todo goce.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *