Crónica

Homeshake

Sala Cool

09/10/2022



Por -

Tarde de domingo en el centro de Madrid donde el otoño no parece para nada otoño, sino más bien un extraño verano que no acaba de despedirse y que hace que de alguna forma estemos sumidos en un letargo que no sabemos si nos gusta o nos incomoda. Bajo este estado de ánimo lánguido, y hasta cierto punto reconfortante, nos dirigimos a la sala Cool para comprobar cómo Homeshake desplegaba un arsenal de canciones que también tienen esas connotaciones de clima cálido presente en el clima de estos últimos días en la capital. El prolífico compositor canadiense llegaba acompañado por su banda para transportar al directo unas canciones que viven sumidas en los pequeños detalles ejecutados en clave Lo-Fi, jugueteando con la percepción del tiempo e intentando que ante todo sus atmósferas siempre resulten un tanto narcóticas.

Lo cierto es que su concierto nos dejó todo esto y mucho más, ya que durante los prácticamente 75 minutos que duró su actuación fue capaz de recrear los momentos de agradable embriaguez presentes en su versión de estudio, pero también de demostrarnos como puede aportar buenas dosis de intensidad en sus composiciones para levantar los brazos del público en el momento preciso. Buena culpa de esto la tuvo una línea de bajo magistral que recorría las canciones aportando el virtuosismo y nervio necesario como para que el hilo conductor del directo estuviese más que claro. Así fue como una vez terminados los acordes de la inicial y enlatada ‘Wake Up!’, ‘Feel Better’ se abría paso desplegando al unísono los teclados distantes tan característicos de Peter, evidenciando al mismo tiempo como el carácter sumergido de su voz nos acompañaría durante buena parte del directo.

A pesar de que lógicamente la velada estaría centrada en la presentación de su último LP Under The Weather y su más reciente EP Haircut, el tracklist resultó de lo más variado para al mismo tiempo darnos cuenta de lo coherente de una trayectoria más que consolidada a estas alturas. De esta forma no dudó en recuperar algunos puntos destacados de Midnight Snack, como fue el caso de una ‘Faded’ de percusión tintineante o esa ‘I Don’t Wanna’ cuyo riff inicial sonó con un pesar plomizo y desenfadado que parecía que quedaba suspendido en el aire. Todo fluía de forma serena pero con la electricidad suficiente como para que las cabezas de los asistentes estuviesen en constante movimiento, evidenciando también en sus miradas el semblante de concentración necesario para no dejar pasar por alto ningún sonido que resultaba ejecutado desde la mesa de nuestro protagonista.

Dando rienda suelta a los pequeños interludios que unían los temas, jugando con el engaño de no poder reconocer si en ellos hay encerradas grabaciones ambiente o es solo producto de la maquinaria, el directo fue atravesando etapas interesantes donde destacó la brillante sencillez de ‘I Know I Know I Know’ o ese ‘Careful’ que parecía totalmente guiado por un clímax fantasmagórico de lo más excitante. Por supuesto no faltó la celebradísima ‘Every Single Thing’ con la que apuntar hacia esa otra vertiente de estrofas entrelazadas que se guían por unos códigos mucho más soul que llegan hasta su falsete. Sin ser muy conscientes de cuanto llevábamos de concierto, poco a poco resultó que nos estábamos adentrando en una recta final donde emergía con fuerza uno de sus éxitos más recientes como es ‘Passenger Seat’ o un ‘Call Me Up’ que casi antes de que sonase sacó el móvil de los bolsillos de la mayoría de los asistentes.

A pesar de que nos olíamos que estábamos llegando al final de una velada que había pasado más rápido de lo que creíamos, aún le quedaba alguna bala importante al concierto, llegando gracias a una ‘Tenterhooks’ que dice mucho de cómo Peter Sagar ha tratado de simplificar las cosas en su más reciente LP. Dedicándonos todas las palabras que no había hecho a lo largo del directo previa a la interpretación de ‘Give It to Me’, la banda se despedía para regresar con su particular versión del ‘Change (In the House of Flies)’ de Deftones que ante todo les obligaba a cambiar su impronta sintética por una mucho más guitarrera. Como colofón final, apostaron por la recentísima ‘Haircut’ que recogió a la perfección el embelesamiento en el que estuvimos sumidos durante más de una hora. Algo que sin lugar a dudas tiene muchísimo mérito en estos tiempos en los que nuestros cerebros trabajan mucho más de la cuenta y hacen que nuestra atención se disperse de todo lo que no consideramos productivo.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

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